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Los mejores lugares para ver un atardecer en la Comunidad de Madrid

El Club Financiero Génova, el Restaurante Sép7ima y la Antigua Mina destacan por sus vistas y buenas experiencias

Vistas desde la terraza del Club Financiero Génova, en la calle del Marqués de la Ensenada, número 14, Madrid.
Vistas desde la terraza del Club Financiero Génova, en la calle del Marqués de la Ensenada, número 14, Madrid.Juan Serrano Corbella
Lucía Franco

Encontrar el lugar perfecto para ver el atardecer en Madrid es un trabajo complejo que conlleva una gran responsabilidad. Durante años, se han popularizado el Templo de Debod y la catedral de la Almudena para ver el sol caer sobre los tejados de la capital. Sin embargo, desde las alturas y con una copa en la mano todo se disfruta de una manera diferente. Además, todo el mundo sabe que no hay mejor foto para las redes sociales que un buen atardecer. Cientos de ellos se han hecho virales y, aunque muchos no lleguen a tanto, ese tipo de publicaciones tienen una buena cantidad de me gusta asegurados.

Esta semana hemos ido de excursión en busca del destello verde. Se trata de un fenómeno atmosférico que ocurre poco después de la puesta de sol y poco antes de la salida de la luna. En él se puede ver un punto verde durante uno o dos segundos sobre la posición del sol. Popularizado por El rayo verde, la novela del maestro Julio Verne, hay quien imagina tras ese tono la tierra de la esperanza.

Aunque es muy difícil de ver, la luna fue la perfecta aliada del fenómeno durante toda esta semana. El Club Financiero Génova, el restaurante Sép7ima y la Antigua Mina son tres lugares ideales para cenar, disfrutar del atardecer y vivir una experiencia diferente en la Comunidad de Madrid.

Un minuto de paz para ver el atardecer

Vista de la terraza del Club Financiero Génova y la ciudad de Madrid de fondo.
Vista de la terraza del Club Financiero Génova y la ciudad de Madrid de fondo.Juan Serrano Corbella

Todos los días, al caer el último rayo de sol sobre el Club Financiero Génova, en la calle del Marqués de la Ensenada, número 14, toda la cocina para de trabajar por un minuto. Nino Redruello, al frente del club, ha instaurado la tradición entre los camareros y los clientes de dejar todo lo que están haciendo y dedicar unos instantes tan solo a apreciar cómo el sol se esconde.

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A ese momento, que se ha vuelto muy especial en el club, lo han bautizado como el minuto de paz. Cerca de las 21.30 una camarera se acerca a los comensales, que están cenando, y les avisa que toda la operación va a parar durante 60 segundos para disfrutar del atardecer. Mientras, suena la canción Spirit Bird, de Xavier Rudd.

Desde hace pocos meses la propuesta gastronómica está a cargo de la familia La Ancha y Azotea Grupo, que se unieron para llevar a cabo una actualización integral tanto del espacio como de la carta. “Este ha sido un proyecto ilusionante que nos ha hecho plantearnos cómo es un club en España y cuáles son las diferencias con respecto a un restaurante a pie de calle”, asegura Redruello.

El lugar acaba de reabrir sus puertas para recibir de nuevo a sus socios y también al público general que, por primera vez en 50 años, tendrá ocasión de acceder a esta exclusiva localización, siempre previa reserva a través de su web, bajo condiciones de días y horarios y respetando la política de admisión del Club.

Se recomienda poner especial atención al código de vestimenta. No se puede ir en polo, vaqueros, camisetas, zapatillas ni pantalón corto, y el uso de americana es obligatorio. El ticket medio por persona es de 60 euros.

La puesta de sol sobre la calle atocha

Uno de los chefs del restaurante Sép7ima, en Atocha, Madrid, da los últimos retoques a uno de los nuevos platos de la carta.
Uno de los chefs del restaurante Sép7ima, en Atocha, Madrid, da los últimos retoques a uno de los nuevos platos de la carta.Antonio J Espinosa Vázquez

El Restaurante Sép7ima, ubicado en la séptima planta del hotel Only YOU Atocha (Paseo de la Infanta Isabel, número 13), busca seducir a sus clientes con los siete pecados capitales. Para ello han creado una carta inspirada en la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza.

Estas siete pasiones son el complemento perfecto para sentarse en la azotea del restaurante a disfrutar del atardecer sobre la calle Atocha. El lugar tiene desde una máquina de hacer palomitas hasta una barra que permite a la gente ver cómo el chef Jesús hace los rolls de sushi. “Subir al cielo nunca fue tan fácil, hay que poner a prueba el paladar para descubrir el pecado de cada persona”, asegura la carta.

La recomendación es pedir la hamburguesa con carne Wagyu, las croquetas y el California Roll. El precio medio por persona son 40 euros, y la terraza está abierta todo el año. El público cambia según la hora: durante el día, es lugar de paso de viajeros que buscan un lugar agradable donde comer antes de coger el tren, mientras que por la noche es un lugar romántico perfecto para desconectar y comer rico. “Es toda una experiencia observar desde el cielo de Madrid esa mole de vidas en tránsito que es Atocha”, asegura Javier Suárez, cliente del restaurante.

Una obra de teatro en una antigua mina

Teatro La Antigua Mina, a siete kilómetros de San Lorenzo del Escorial, en la sierra noroeste de Madrid.
Teatro La Antigua Mina, a siete kilómetros de San Lorenzo del Escorial, en la sierra noroeste de Madrid.Teatro La Antigua Mina

En 2008, José María Ontoria compró una antigua mina en la sierra madrileña con la ilusión de hacer teatro en ella. El negocio tiene su historia. Cuando era pequeño, su padre lo llevaba de excursión a la galería del Puerto de la Cruz Verde. Con 30 años, volvió al lugar y vio que tenía un letrero: se vende. No dudó en comprarlo. Desde ese momento, cada verano se celebra el Festival de Teatro y Música la Antigua Mina.

Este año se celebran 15 ediciones del teatro de la Antigua Mina. Durante nueve fines de semana seguidos, con veintinueve espectáculos programados, se podrá disfrutar de teatro clásico, música, danza y monólogos en una mina de finales del siglo XIX reconvertida en teatro a siete kilómetros de San Lorenzo de El Escorial, al noroeste de la Comunidad.

Para Ontoria, el plan ideal para este verano es agarrar un jersey y visitar el pueblo de El Escorial durante la tarde, ver el atardecer en el mirador del teatro, comer algo en la antigua mina y disfrutar del espectáculo.

Además, quienes acudan para ver una obra de teatro o un concierto de música pueden también visitar algunas de las casas de los mineros y hacerse fotos con las vagonetas. El Festival de Teatro y Música estará hasta el domingo 27 de agosto y las entradas se pueden reservar en su página web.

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Lucía Franco
Es periodista de la edición de El PAÍS en Colombia. Anteriormente colaboró en EL PAÍS Madrid y El Confidencial en España. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Javeriana de Bogotá y máster de periodismo UAM-EL PAÍS. Ha recibido el Premio APM al Periodista Joven del Año 2021.

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