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ANATOMÍA DE TWITTER
Columna
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Lo del acierto de Franco y el otro Pedro Sánchez

Una noticia de la cadena Cope y unas alabanzas a Sánchez en Colombia protagonizan algunos de los comentarios más jocosos de la red del pajarito en las últimas horas

Pedro Sanchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (a la derecha), y la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, durante la reunión del comité federal del PSOE.Andrea Comas
Manuel Viejo

Pues ya falta menos para que se rompa Sumar. También para la creación de otro partido de izquierdas, de izquierdas de verdad, de la buena izquierda y no de la de la ahora. Lo suyo, eso sí, sería crear este partido por error, pero error de verdad, del típico error de ir al registro caminando, con los papeles de la formación bajo el brazo, cruzar el control de seguridad, saludar a los funcionarios con unos buenos días, pedir el boli, firmar, dar oficialmente de alta al partido y, una vez creado, pues sales por la puerta y dices a la prensa que lo has creado por error. Bueno, pues también sucedió hace una semana. Lo hizo un dirigente de Podemos bajo las siglas Juntas Sí Se puede. ¿A quién no le ha pasado, que, por error, ha acudido a la sede del Ministerio del Interior con un escrito de solicitud de inscripción de un nuevo partido, junto al acta notarial, los estatutos de la formación y luego se ha dado cuenta de que todo ha sido un error? Está la izquierda que se rompe. Mientras tanto, se ha quedado una buena tarde y una buena coalición… para Twitter.

Tampoco falta nada ya ―ni una mijina siquiera— para que retumbe —malo será si no se habla esta mañana de ello en una tertulia— la gran coalición. ¡Será por coaliciones en España! Pero —siempre hay peros en nuestra querida España, esta España nuestra— que lo mejor es empezar por el final. Resulta que desde hace 72 horas solo hay comentarios a favor de Pedro Sánchez en Twitter. No. No es un hackeo. Ya era hora, dirán algunos. Poca broma, dirán otros. Que te vote Txapote, pregonarán los ateos del socialismo. En fin. El caso es que cientos y cientos de usuarios han alabado a Sánchez por su última gesta. “Gracias, Pedro Sánchez”. “Bondad y amor a este humilde hombre. Gracias, Pedro Sánchez”. Ni que decir tiene que, si es por humildad, Sánchez es el más humilde de todos.

Hay más. “Emoción total. ¡Qué grande es Pedro Sánchez!”. “Usted se ganó el cielo Pedro Sánchez”. Y no por asalto. Efectivamente, Pedro Sánchez es el general colombiano que ha dirigido la búsqueda de los cuatro niños desaparecidos en la selva durante 40 días. Los comentarios de Pedro Sánchez son en el Twitter de Colombia, claro. ¿Dónde iban a ser? Qué preguntas.

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En fin. Aquí, en España, ha sido tendencia durante todo el fin de semana Francisco Franco, ¿Quién iba a ser? “Grande, Franco”. “Impresionante Franco”. Hasta la cadena Cope se ha sumado al jolgorio patrio con una noticia en su página web: ‘Francisco Franco, héroe del ascenso’. Está Franco como para descender. Amén también.

Francisco Franco es —conviene aclararlo ya y no dilatar más esto— un chaval de 20 años que juega de extremo derecho ―está España como para ponerlo de extremo izquierdo― del Atlético Sanluqueño. Bueno, pues Francisco Franco ha anotado el gol del ascenso de su equipo a la primera RFEF ―Segunda B— en el último minuto. “Mi nombre es por mi padre”, dijo el chaval a la web El Desmarque. “Se llama igual que yo y decidió llamarme como él”. Su padre, por tanto, es Francisco Franco, pero no Francisco Franco. ¿Se entiende, no? Es decir, que, por acierto —es obvio que aquí por error no puede ser, pero vete a saber ya— Francisco Franco acudió una mañana al registro civil con los papeles, saludó a los funcionarios y, sin medias tintas, dijo que su hijo se llamará Francisco Franco. El chaval juega ahora con el número 18 a la espalda, pero con el nombre de Franco Junior. ¿Por error? Pues claro.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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