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Antoine Griezmann: “No sé si lidero más, pero sí sé que ahora se espera más de mí”

Líder del Atlético de Madrid y referente en la selección francesa, ¿es el 7 rojiblanco el jugador de fútbol más fascinante de hoy?

En la foto fija, Antoine Griezmann, con jersey MANGO MAN sobre jersey con guante ISA BOULDER.Foto: Daniel Riera | Vídeo: Daniel Riera/Juanjo Martínez
Xavi Sancho

Como el color de su cabello indica, Antoine Griezmann (Mâcon, Francia, 32 años) está feliz. Incluso en este caluroso domingo de julio en que tiene lugar la sesión de fotos que decoran estas páginas. El francés acaba de volver de unas vacaciones definidas por un elemento previsible —el destino, Ibiza— y otro menos intuitivo —la compañía, su jefe, el entrenador del Atlético de Madrid Cholo Simeone—. Imagen de la colección masculina de Mango y embajador de Move Forward, un nuevo concepto desarrollado por la firma que se basa en la superación personal, Griezmann se mueve con tal soltura en la sesión de fotos que esta termina casi una hora antes de lo previsto. Está feliz. Algo tan importante para ganar partidos como para enfundarse en pantalones. Se toca el pelo rapado y oxigenado (al cierre de esta edición ya es multicolor). “Esto es que tengo confianza”, confirma.

Griezmann, oriundo de una comuna en el departamento de Saona y Loira (en el centroeste de Francia), lleva en España desde que, en 2009, con 13 años, entrara a jugar en la Real Sociedad. Al marcharse, dejó una afición que le adoraba. Entre 2014 y 2019 estuvo en el Atlético de Madrid, donde fue jugador insignia, donde quedó tercero en la clasificación del Balón de Oro en 2016 —en esta época fue también campeón del Mundo con Francia en el Mundial de 2018— y donde dejó una afición que le adoraba. De ahí pasó al FC Barcelona, un movimiento muy cuestionado. Pero, en 2021, Griezmann volvió al Atlético. Y la afición le adora.

El futbolista francés viste de MANGO MAN, excepto el jersey con guantes de ISA BOULDER.
El futbolista francés viste de MANGO MAN, excepto el jersey con guantes de ISA BOULDER.daniel riera

El francés es uno de los baluartes de una competición algo descafeinada debido a las penurias económicas de los clubes, que en este aciago verano de 2023 han vendido mucho más de lo que han comprado. “Si se fuera, sería una catástrofe”, afirma Alfredo Relaño, presidente de honor del diario As. Una idea que dice más del estatus del jugador dentro del fútbol patrio que de la posibilidad real de perderlo: “No creo que lo haga, ni creo que él esté por irse. Ahora se le perdona incluso que se peine como se peina. Un día habrá que hablar de los peluqueros, por cierto”, ríe el periodista. En verano, varias webs especializadas en traspasos de futbolistas apuntaban la posibilidad de que Griezmann estuviera hablando con algún club de Oriente Próximo, gran agitador del mercado este verano y destino que acoge ya a jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo o Neymar Jr. “La Liga tiene un futuro complicado. No hace tantos años, los 11 mejores jugadores de la temporada elegidos por la UEFA jugaban en España”, recuerda nostálgico Relaño. ¿Podría haber alguno hoy? “No sé… Bueno, sí, uno: Griezmann”.

Hace dos años todo esto habría resultado imposible. Entre julio de 2019 y septiembre de 2021, el francés fue jugador del FC Barcelona, club que pagó 120 millones de euros por él. Aquella jugada no salió bien. En Madrid, la afición entregada ahora se puso en su contra. Y enfrente se encontró con otra afición que dudaba de su idoneidad para jugar en Barcelona, un club en proceso de descomposición y a punto de vivir el mayor trauma de su historia reciente: la marcha de Messi. “Tuvo la equivocación de irse al Barça”, comenta por teléfono Relaño. “Era entonces un territorio privado controlado por Messi, quien antes de que llegara Griezmann esperaba que quien volviera al club fuera Neymar desde el PSG. El francés sobrevivió como pudo. Luego tuvo la humildad de aceptar que se había equivocado”. Sin embargo, insiste: “Pero siempre me ha parecido un jugador muy centrado”.

Griezmann viste MANGO MAN y sus hijos le traen de cabeza.
Griezmann viste MANGO MAN y sus hijos le traen de cabeza. Daniel Riera

La vuelta de Griezmann no se fraguó sin peajes. Al empezar la pasada temporada, solo podía jugar media hora. Cuando el reloj marcaba el minuto 60, él saltaba al campo. Había pasado de ser uno de los futbolistas más caros del mercado a que el club para el que jugaba, de nuevo el Atlético de Madrid, no pudiera darle partidos completos, pues una cláusula firmada con el FC Barcelona les obligaba a ficharlo si alcanzaba una cifra de minutos jugados. Al final, el club colchonero abonó 20 millones por el jugador. Otros hubieran sucumbido ante el desánimo. Griezmann no. “Yo intentaba hacerlo lo mejor posible los 30 minutos que salía”, recuerda algo triste. Para colmo, el equipo quedó eliminado en la fase de grupos de la Champions, un fracaso si tenemos en cuenta el pasado reciente del Atlético en esta competición —dos veces finalista en los últimos 10 años— y la flojera de grupo que les había tocado.

Así, a finales de noviembre de 2022, Antoine Griezmann se unió devaluado a la convocatoria de la selección francesa de fútbol que iba disputar el Mundial de Qatar, jugando a ratos y eliminado de la mayor competición de clubes del mundo sin llevarse la pedrea de entrar en la Europa League. “Y además, cuando llego a la selección, el entrenador me dice que voy a jugar en el centro del campo”, recuerda el delantero. “Eso me provocó bastante estrés. Pero entrené fuerte y lo disfruté. Llegué al Mundial con muchas ganas”. El 18 de diciembre de 2022, The New York Times publicaba un artículo en el que se argumentaba que el jugador más determinante de aquel combinado francés no era ni su supuesta gran estrella, Kylian Mbappé, ni su máximo goleador, Olivier Giroud, era un menudo delantero reconvertido en centrocampista que lucía un color de pelo cuando menos llamativo y respondía al nombre de Antoine Griezmann. Él se sacude el cumplido: “No sé si lidero más, pero sí sé que ahora se espera más de mí”.

Griezmann con chaqueta de pana MANGO y jersey azul de COURRÈGES.
Griezmann con chaqueta de pana MANGO y jersey azul de COURRÈGES.Daniel Riera

La trayectoria dentro del campo y de los despachos de Griezmann estos últimos tres años ha sido, como mínimo, convulsa: el día de la entrevista rehusa contestar preguntas sobre fútbol, aunque luego responde algunas cuestiones por correo electrónico. Inopinadamente, su representante nos invita a que nos adentremos mejor en el terreno personal. Da la sensación de que todo lo vivido le ha ayudado a madurar como deportista y como persona. Afirma que se acabó lo de jugar al Fortnite, que ahora con tres hijos lo que le toca hacer en casa es “pintarles las uñas, o hacer el café con Alba [la pequeña], que le gusta prepararlo”. La consola ha sido sustituida por pasiones analógicas, como la NFL, la liga de fútbol americano, de la que es seguidor desde hace un par de temporadas. “Tengo incluso una fantasy [un juego en el cual los participantes forman un equipo virtual basado en jugadores reales] con algunos amigos, Koke [compañero en el Atlético] entre ellos”.

Amaro, su hijo de cuatro años, parece seguir sus pasos: “Me ha impresionado de verdad. Le salen las cosas de manera natural, todo fácil. No se despega del balón, me recuerda a mí en eso”, cuenta. A falta de más fútbol, el jugador prefiere hablar sobre Écurie Griezmann: la cuadra de caballos de carreras que fundó en 2020. “Es una pasión que viene de mi padre. Estamos haciendo algo muy bonito, hemos tenido la suerte de contar con gente que sabe cómo hacer las cosas bien y de momento estoy pudiendo disfrutar del progreso que llevamos en todo este tiempo. Antes me gustaba verlo y ahora lo hago con mucho mas interés aún porque estoy muy implicado”, afirma.

Traje y camisa de MANGO MAN.
Traje y camisa de MANGO MAN.Daniel Riera

Tiene otro nuevo hobby: los cromos. Para no tener tiempo de nada, Griezmann parece que llega a todo. “Es algo que va más allá de esa pasión que podías tener de niño. También el interés por descubrir cosas únicas y tenerlas en tu colección personal. Estoy haciendo cosas que me divierten mucho y conociendo a mucha gente a la que le gusta esto. Aun de mayor sigue siendo especial abrir un sobre —sea de fútbol, de la NFL, la NBA o de béisbol, que es lo que más me atrae— y encontrar algo que te gusta”, informa. “También me gusta el basket y juego cuando puedo, igual que a creerme un quarterback de la NFL lanzando un balón o verme siendo un jugador de los Seattle Mariners de béisbol. Cuando veo Roland Garros también me motivo. Me entran muchas ganas de jugar a tenis y me creo Federer. Me divierto mucho con el deporte aprendiendo e intentando jugar a todo, que es lo que me gusta transmitir a mis hijos”.

Como a casi todos los futbolistas que podrían conseguir que les cerraran para ellos una tienda de lujo una tarde de martes cualquiera, Griezmann siente pasión por la moda, solo que su gusto es sobrio y su pelo cosecha titulares, pero por las razones adecuadas. Para esta nueva colaboración con Mango, el futbolista afirma haber buscado una mayor implicación y no cierra la puerta a meterse cada vez un poco más en un universo que le interesa y le divierte. Ha logrado encontrar un estilo propio tomando él mismo las riendas de su destino estético, del mismo modo que gestiona su destino en Instagram, del que afirma ser el único responsable. “Siempre pregunto cómo van en Mango, qué tal las colecciones. Este año me hablaron de hacer algo más, una colección cápsula o algo así. Para mí sería divertido, puedo aportar y ellos me aportan. Nos reímos, porque cuando no me gusta algo se me ve en la cara. Me alegro de que hayan vuelto un poco los pantalones más anchos. Los pantalones apretados son imposibles para los futbolistas”, lamenta. “Con los estilistas, tenemos muchos problemas con mi cintura y mis gemelos”.

El francés confirma que dentro del vestuario uno de los mayores motivos de chanza son los looks de los jugadores. “Hay algunos más osados, otros más clásicos. Y luego está Savic [central serbio] que no pierde oportunidad de reírse de los más extravagantes, sobre todo, de Memphis Depay [delantero neerlandés], que tiene tendencia a llevar cosas muy exageradas. Siempre se ríe de él, pero me parece que a Memphis le es igual”.

El futbolista con jersey de MANGO MAN y guantes con mangas de ISA BOULDER.
El futbolista con jersey de MANGO MAN y guantes con mangas de ISA BOULDER.Daniel Riera

¿Hay tanta disputa en el vestuario por la ropa como por la música que suena? “Bueno, la música la ponen los utilleros”, informa. “Y cuando empieza a haber un motín por lo que suena, la pongo yo. Y al que no le guste…”. ¿Confirma su faceta de DJ de vestuario que es el líder oficial de este equipo? “Es una valoración que no puedo hacer yo. Hago lo mejor que puedo por el club y por sus aficionados y el resto es cosa de los que opinan. Sin duda, si mucha gente piensa eso será que las cosas van bien no solo para mí, también para mi equipo, y ese es el único objetivo. Las cosas que me dicen a nivel personal están muy bien y las aprecio, pero lo verdaderamente importante es que al Atleti le vaya como todos queremos”.

Maquillaje y peluquería: Matthew Tuozzoli (KASTELL). Ayudante de fotografía: Marc de Miguel. Ayudantes de realización: Irene Monje y Lucía Sobas. Estilismo personal de Griezmann: Pascal Paché.

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Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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