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Lo que cuenta la exclusiva de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva: de las disculpas del novio al recuerdo de Carlos Falcó

“Os he hecho sufrir por mis errores a todos vosotros y es algo que no me perdonaré y que compensaré cada día de mi vida”, pronunció el ahora marqués de Griñón en un discurso durante la cena del enlace

Boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Tamara Falcó e Íñigo Onieva salen del Hotel Ritz de Madrid, donde celebraron el 'brunch' posboda con amigos y familiares, el domingo.Francisco Guerra (Europa Press)
Andrea Jiménez

Tres días de celebraciones y tres momentos especiales que Tamara Falcó e Íñigo Onieva no olvidarán. Dos enclaves fueron los elegidos por la pareja para la celebración de su enlace: el hotel Mandarín Oriental Ritz, donde tuvo lugar la pre y la posboda, y el palacio de El Rincón, propiedad de la novia y donde se ofició la ceremonia religiosa el sábado. No ha sido un camino fácil para la pareja, pero a más de 60 kilómetros de Madrid, Falcó y Onieva por fin se dieron el “sí, quiero”. Hasta este lunes habían trascendido apenas algunos detalles de la boda, pero ninguna foto de lo que ocurrió, debido a la suculenta exclusiva de la revista ¡Hola!, la única con acceso a todo lo acontecido el fin de semana y que ha adelantado dos días su salida a los quioscos con motivo de este mediático enlace. Según ha anunciado la propia revista, los ejemplares ya se han agotado en muchos de los establecimientos y el martes pondrán a la venta una nueva tirada.

Desde que era una niña, tal y como afirmó Falcó en un reportaje para la misma revista hace unos años, su sueño era casarse en el palacio de El Rincón: ahí había pasado su infancia correteando por sus pasillos y había disfrutado de la compañía de su padre, Carlos Falcó. El primero de sus sueños se ha cumplido. Pero la marquesa de Griñón también esperaba que fuese su padre quien la acompañara al altar. Algo que no ha podido cumplirse por el fallecimiento del marqués hace tres años a causa de la covid. Aun así, él estuvo muy presente en todos y cada uno de los pasos de su hija hacia el altar.

Antes de oficializarse su matrimonio, los novios se prepararon en estancias alejadas del palacio. Falcó lo hizo en la que denomina como la habitación de la tía Paloma, adornada con peonías, rosas de jardín y tulipanes —sus flores favoritas— y que fueron un regalo para Tamara de su amiga Khali El Assir. Mientras, Onieva se preparaba en una de las zonas más especiales de El Rincón: la habitación y el despacho de Carlos Falcó. Algo a lo que, en un principio, se negó la novia: “No quería prestar el cuarto, pero me ha parecido bonito. Me ha hecho sentir como que, de alguna forma, hay un relevo con mi padre”, explica Falcó a la revista. Ese no fue el único momento en el que la figura del marqués estuvo presente en el enlace: el aceite con el que ganó prestigiosos premios fue utilizado en el menú elaborado por el cocinero Eneko Atxa; los trajes de los pajes de estilo austríaco fueron elegidos porque a Falcó le encantaban; incluso las copas de fino cristal que se usaron recogen una historia que deriva en él. En la boda de Xandra Falcó, hija mayor del marqués, este se negó a que se sirviera el vino en esas copas: “Tiene que ser Riedel”, relata años después la protagonista del enlace.

Más de 400 invitados acompañaron a la pareja, entre los que se encontraban desde amigos de la infancia de cada uno de ellos hasta compañeros de trabajo de la marquesa de El Hormiguero o MasterChef Celebrity. Entre los asistentes también se encontraba una persona muy especial, Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera y autor de los vestidos de la novia, que no quiso perderse la celebración y ser él mismo quien la vistiese. Un traje confeccionado en tiempo récord —menos de dos meses— tras la cancelación del contrato con Sophie et Voilá —firma bilbaína que se encargó hasta mayo del encargo— y que ha sido una de las mayores incógnitas hasta la publicación este lunes de la exclusiva. Falcó llevó dos vestidos, ambos de Carolina Herrera y los dos inspirados en otros de la firma. El primero, el que lució para la ceremonia, pertenece a la colección otoño-invierno 2023 y que muchos por redes sociales han comparado con el que lució la reina Letizia en su boda con el rey Felipe VI en 2004, diseñado por Pertegaz; el segundo, para la fiesta, se inspira en uno de la colección resort 2022.

Portada de la revista '¡Hola!' con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva.
Portada de la revista '¡Hola!' con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. EFE

“Cuando la vi vestida de novia comprendí que, sin ninguna duda, era el vestido perfecto para ella. Tamara se enamoró del diseño de Wes Gordon desde un principio. Él y todo su equipo son excepcionalmente buenos. No tengo palabras para agradecerles lo mucho y lo rápido que han tenido que trabajar en el vestido y lo adorables que han sido con nosotras en todo momento”, afirma una agradecida Isabel Preysler en la revista. De hecho, la socialité también vistió un diseño de la misma marca escogida por su hija: un vestido con peonías rosas, pintadas a mano sobre un fondo amarillo, también confeccionado por diseñador estadounidense.

La ceremonia comenzó 45 minutos más tarde de lo previsto. El primero en aparecer, tal y como marca la tradición, fue Onieva junto a su madre, Carolina Molas, la madrina. Aunque ella aparece en una sola foto en el reportaje, pues, tal y como se ha encargado de señalar la publicación, la familia del novio prefiere seguir alejada de los medios de comunicación y mantener su vida de forma privada. A la novia la acompañó al altar Manolo Falcó, su hermano mayor, que hizo de padrino. Tantos meses de espera terminaron con los protagonistas derramando lágrimas de emoción en los primeros instantes de la ceremonia.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva salen del Hotel Ritz tras celebrar su preboda el viernes.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva salen del Hotel Ritz tras celebrar su preboda el viernes. Francisco Guerra (Europa Press)

Falcó apareció, tal y como estaba previsto, con una tiara de diamantes y brillantes que perteneció a su abuela paterna, Hilda Fernández de Córdova y Mariátegui, y que, tras la muerte del marqués de Griñón, heredó Manolo Falcó. También llevaba un ramo sencillo, escogido por ella misma y que simboliza la felicidad eterna y la felicidad reencontrada.

La familia de la pareja tuvo un papel fundamental durante la ceremonia, pero el que más emoción despertó entre los invitados fue Álvaro Falcó, primo de la novia, quien recordó al fallecido marqués de Griñón en una de las peticiones durante la misa: “Por todos los aquí presentes, por nuestras familias y por aquellos que nos cuidan desde el cielo. En especial, por Carlos, que le habría encantado estar hoy aquí y que nos mira desde el cielo”. La pareja se intercambió las alianzas, que fueron un regalo del padre del novio y un trabajo de orfebrería de su tío: de oro amarillo y de forma irregular. Tras firmar el acta, los recién casados salieron de la capilla con Madre, de Hakuna, de canción de fondo.

Y tras el cóctel y la cena, fue Onieva quien tomó la palabra para agradecer a su familia el apoyo que le ha mostrado durante estos meses: “Llegar hasta aquí no ha sido un camino de rosas, no ha sido fácil. Y la verdad es que sin vuestro apoyo y sin vuestro cariño no hubiese podido llegar”. Instantes después, se dirigió a su familia política: “Os quiero pedir perdón de nuevo. Ya sé que en la pedida dijimos que el pasado se queda en el pasado, que miramos al futuro, pero os he hecho sufrir por mis errores a todos vosotros y es algo que no me perdonaré y que compensaré cada día de mi vida”. Por último, quiso dedicar unas palabras a su esposa: “Mi amor, he dado gracias a mis amigos, a mi familia, a todos los que están aquí, pero gracias a ti, mi amor, porque eres magia. Y porque eres un regalo de Dios que no sé ni siquiera si merezco. ¿Quién puede estar a tu altura? No sé, nadie”. Onieva recordó también su profunda admiración por su mujer: “No te puedo admirar más en todos los sentidos. Haces que yo sea una mejor persona cada día y sacas lo mejor de mí. Suena a cliché… pero es que es verdad que, a lo largo de estos tres años de relación, tú me has enseñado cosas muy importantes. Para todos los que queráis tener una relación saludable, honestidad lo primero. Lo segundo, el valor del perdón. Tú, como estás a otro nivel, lo has hecho. Y el amar”.

Todo apunta a que la boda fue tal y como los novios habían querido. Sin embargo, horas después de la boda se hacían públicas unas imágenes de las camareras vestidas con uniformes muy tradicionales ofreciendo comida a los periodistas apostados en la puerta del palacio. Pronto, las redes sociales se inundaron de mensajes contra este tipo de vestimenta. A pesar de hacerse viral, la revista no cuenta ni muestra nada al respecto, casi ocultando lo ocurrido.

Tal y como se han encargado de recordar ellos, no ha sido un camino fácil. Todo comenzó en septiembre, con un anuncio de compromiso que se rompió solo 24 horas después tras descubrirse una infidelidad del novio. Fueron meses en los que la por entonces expareja, copó el foco mediático. En Navidad llegaría la inesperada reconciliación y en enero, la pareja volvió a anunciar su compromiso. Después de meses intensos, el matrimonio pone rumbo al Índico para celebrar su luna de miel, un viaje que también quedará plasmado en las páginas de una revista en la que Tamara Falcó apareció por primera vez con apenas días de vida.

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Sobre la firma

Andrea Jiménez
Redactora de la sección Gente y Estilo de Vida desde septiembre de 2022. Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, ciudad natal en la que realizó prácticas en RTVE. Cursó el máster de Periodismo UAM-EL PAÍS con la promoción 2021-2023.

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