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Tamara Falcó llega a un acuerdo con Esther Doña por la herencia de su padre

La marquesa de Griñón y su hermano mayor, Manuel, le han comprado a la viuda el palacio de El Rincón para gestionarlo entre los dos

Tamara Falcó
Tamara Falcó en la presentación de su libro 'Las recetas de mi madre' en Madrid, el 10 de diciembre de 2021.SOPA Images (Atilano Garcia / SOPA Images/Sip / Cordon Press)
El País

El 20 de marzo de 2020, apenas unos pocos días después del arranque de la pandemia de coronavirus, moría en Madrid a causa de la covid-19 Carlos Falcó, marqués de Griñón. Tenía 83 años, cinco hijos y estaba casado con Esther Doña, su cuarta esposa. Solo hizo falta que pasaran unos meses de su fallecimiento para que su viuda dejara constancia de que su relación con los hijos de su difunto marido era, cuanto menos, distante, y que se sentía muy sola y abandonada por parte de los hijos del marqués, todos de anteriores relaciones.

Durante estos casi dos años desde su muerte, los hijos de este y Doña han tomado caminos muy separados. Mientras que ellos han intentado seguir gestionando el legado de su padre, ella ha escrito un libro de memorias centrado en él y titulado La vida de un gran hombre a través de mis ojos. Ahora ya parece que sus caminos terminan de separarse por completo, porque han roto lazos con lo único que les unía: el palacio de El Rincón, a 55 kilómetros de Madrid. Tamara Falcó, marquesa de Griñón —título que su padre quiso expresamente que ella heredara—, ha explicado que ella y su hermano mayor, Manuel, han comprado el palacete para gestionarlo ellos mismos.

Tamara Falcó, de 40 años, ha dado a conocer que casi dos años después de la muerte de su padre, finalmente han resuelto los flecos que quedaban de la herencia y le han comprado el palacio de El Rincón a Esther Doña y a los hijos menores de su padre, Aldara y Duarte. “Es mucho mejor quedarnos solamente dos propietarios, porque es un tema difícil de gestionar y Manolo y yo tenemos la misma visión de lo que se puede hacer”, ha contado la actual marquesa en una entrevista con El Mundo. “Yo le estoy superagradecida a Manolo de que haya contado conmigo para esto. Él ha pensado en proyectos que se pueden hacer, pero si aparece un comprador, encantados de vender”, ha explicado, sin cerrar la puerta a deshacerse también ellos mismos de la finca de su padre.

Además, Tamara Falcó también le ha dedicado unas amables palabras a la viuda de su padre: “Con Esther se ha llegado a un acuerdo y todos contentos. Esther se ha portado fenomenal”. Según el diario, Tamara y Manuel Falcó le habrían comprado a Doña la parte del usufructo que le correspondía. Se desconoce a cuánto asciende la suma pero sí se sabe que en 2012, cuando el marqués pidió una hipoteca para sostener sus negocios, un tasador fijó su precio en cinco millones de euros.

En junio de 2020, apenas tres meses después de la muerte del marqués, Esther Doña decidió marcharse del palacete y los tres hijos mayores de Carlos Falcó —Manuel y Xandra, que tuvo junto a Jeannine Girod; junto a Tamara, fruto de su relación con Isabel Preysler— decidieron sacar a la venta el palacete, pero faltaba la aprobación de Doña para ello, porque era propietaria de parte del mismo.

El Rincón era una de las propiedades más queridas del difunto marqués, que además de la construcción de tipo medieval pero de 1892, creada por el primer marqués de Manzanedo y duque de Santoña, estaba situada en una gran finca de 123 hectáreas. Por ella, reconocido coto de caza, han pasado la reina Victoria Eugenia, Alfonso XIII o el conde de Romanones. Carlos Falcó la heredó en 1994 de su tía, Paloma Falcó, que a su vez la había recibido en 1967 por parte de su esposo, José Mitjans y Murrieta, el cuarto marqués de Manzanedo y que se dedicó a restaurar la finca, sus jardines y viñedos, y a acondicionar su palacio. Apenas cinco años después de heredarla, Carlos Falcó se instaló allí, y de hecho allí vivió con Doña, con quien se casó en 2007, hasta su muerte.

Pero, además de como vivienda, Falcó supo sacarle rédito económico al lugar, con 30 habitaciones. En su finca hay una ermita del siglo XIII y hermosos jardines y, por tanto, es un lugar muy apreciado para la celebración de bodas; de hecho, Julio José Iglesias (hijo de Isabel Preysler) y la modelo belga Charisse Verhaert se casaron allí en otoño de 2012. En sus terrenos hay viñedos y una plantación de bambú con la que se alimenta a los osos pandas del zoológico de Madrid. Durante unos años, Tamara Falcó se responsabilizó del negocio de los eventos en el lugar, por lo que conoce bien su potencial y es posible que quiera volver a explotarlo.

La mediática hija de Carlos Falcó e Isabel Preysler se convierte en dueña del lugar junto a su hermano mayor, Manuel Falcó, de 56 años. Él heredó de su padre el título de marqués de Castel-Moncayo, que tiene Grandeza de España y se remonta a 1682. Manuel Falcó —hermano de Xandra Falcó, marquesa de Mirabel y presidenta del Círculo Fortuny— es codirector global de banca de inversión del grupo Citi, un puesto de alto nivel al que accedió en septiembre de 2018 y por el que el medio económico Financial Times lo destacó como uno de los 10 financieros más influyentes de Europa. Vive en Londres, en el barrio de Chelsea, junto a su esposa Amparo Corsini, con quien se casó en Toledo en 1999, y con sus tres hijos, Carlos, Manuela y Mariana.

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