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Claves para una huelga contra el plan de reapertura de las urgencias de los centros de salud de Madrid

El caos derivado de la reestructuración del servicio ha provocado una crisis sin precedentes en la Atención Primaria de la región y Amyts convoca un paro indefinido desde este lunes

Un enfermero cierra el Punto de Atención Continuada Federica Montseny el pasado martes, ante la falta de personal mínimo para el turno.
Un enfermero cierra el Punto de Atención Continuada Federica Montseny el pasado martes, ante la falta de personal mínimo para el turno.DAVID EXPÓSITO
Beatriz Olaizola

Este lunes comienza la huelga convocada por el sindicato de médicos (Amyts) por el caos derivado del nuevo plan de reapertura de las urgencias extrahospitalarias ―80 centros puestos en marcha con la mitad de personal―, que ha provocado una crisis sin precedentes en la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid. Los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras y celadores) de este servicio han visto trastocados sus destinos y turnos de trabajo y muchos de los centros no han podido abrir por falta de equipos mínimos para atender a pacientes. Mientras, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha culpado a los sanitarios de boicotear la reapertura con fines políticos e impone servicios mínimos de un 100%. Estas son las claves para entender qué está pasando:

Cierre de las urgencias

Justo una semana después de que se decretara el estado de alarma por la covid-19, el 22 de marzo de 2020, la Comunidad de Madrid anunció el cierre de los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que estaban en centros de salud de la capital y grandes municipios del cinturón (Alcobendas, Colmenar Viejo, Fuenlabrada, Pinto, Rivas-Vaciamadrid, Tres Cantos, Alcorcón, Las Rozas, Leganés, Móstoles o Torrejón de Ardoz) y que ofrecían asistencia por las noches y los fines de semana, cuando los ambulatorios cerraban. La medida pretendía, ante la crisis sanitaria, dedicar el personal sanitario de los SUAP a reforzar la atención médica. Fue distribuido entre otros destinos en el Hospital Enfermera Isabel Zendal (HEIZ) o las unidades de atención domiciliaria (UAD) provisionales creadas durante la pandemia. En cambio, los 41 Servicios de Atención Rural (SAR) siguieron abiertos.

Cambio en el modelo

En estos dos años y medio de cierre, la presión y las protestas de trabajadores y ciudadanos para reabrir los SUAP han sido constantes. Sobre todo, porque la ausencia de urgencias en los centros de Atención Primaria agravó aún más la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales de la región. En junio, la Consejería de Sanidad anunció que los SUAP reabrirían, aunque con matices. El nuevo plan contemplaba la apertura de solo 17 de los 37 centros clausurados, siete de ellos sin médicos. Además, dejarían de denominarse SUAP para convertirse en puntos de atención continuada (PAC). El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, utiliza la palabra “reorganización” de las urgencias extrahospitalarias, pero para los sindicatos constituía un paso más en el desmantelamiento de la atención primaria.

Un paso atrás

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Apenas 10 días después, y ante las protestas vecinales, Ayuso echa marcha atrás y asegura que todos los SUAP se abrirán de nuevo, aunque no especifica cuándo. “La presidenta ha escuchado a los madrileños”, subrayaba aquellos días el número dos del Gobierno regional, Enrique Ossorio. La rectificación se confirma a mediados de septiembre, cuando la presidenta se compromete a reunirse y negociar la reapertura con los sindicatos.

Plan definitivo

En octubre se acaba la incertidumbre. El día 20, la Comunidad de Madrid anuncia el plan definitivo. La reapertura afectaría a 78 centros ―formados por los 41 Servicios de Atención Rural (SAR) y los 37 antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP)―, que pasan ahora a llamarse Centros Sanitarios 24 horas. Además, incluía dos nuevos centros a la red, situados en El Molar y Alcalá de Henares, para sumar 80.

Antes de la pandemia, entre los SUAP y los SAR, había repartidos 360 médicos. Pero, según el nuevo plan, ahora solo habrá 210, los que ya trabajaban en los SAR. Aquellos que trabajaban en los SUAP se dividen: los destinados al Zendal durante la pandemia ―16― formarán parte de la plantilla de atención primaria, por lo tanto de los nuevos Centros Sanitarios 24 horas, y el resto, bajo la tutela de Summa 112 desde 2004, no volverán al puesto fijo que tenían en su centro de salud y seguirán en las unidades de asistencia a domicilio. El resultado: se reabren el mismo número de centros, con menos personal sanitario para atenderlos.

Convocatoria de huelga

Ante esta situación, los sindicatos llaman a la huelga indefinida a partir del 25 de octubre. Pero, mientras, negocian con el Gobierno regional. La víspera de la convocatoria, cuando todo parece abocado a los paros, la Comunidad de Madrid consigue arrancar 48 horas de tregua. Los sindicatos acceden a consultar con los 778 sanitarios afectados, entre médicos (228), enfermeras (270) y celadores (280), las condiciones pactadas. Finalmente, solo el sindicato de médicos (Amyts) decide no suscribir el nuevo plan planteado por la Consejería de Sanidad que sí firmaron los otros cuatro sindicatos de la mesa sectorial que negoció la reapertura: Satse, CC OO, CSIT UP y UGT. Estos últimos consideran que en la mesa de negociación han conseguido mejoras en las condiciones laborales de los sanitarios, aunque no así aumentar el número de efectivos hasta llegar a los que había antes de la pandemia. Esta es la línea roja de Amyts para no firmar.

La huelga se desconvoca y, al mismo tiempo, Amyts hace oficial otra convocatoria, la que comienza este lunes. Una semana después, el pasado viernes, los cuatro sindicatos firmantes deciden romper unilateralmente el acuerdo con el Gobierno regional a la vista del caos con el que ha arrancado la puesta en marcha del plan. “La Consejería no ha sido capaz de cumplir con ninguno de los compromisos adquiridos”, denunciaban Satse, CC OO, CSIT UP y UGT en un comunicado conjunto. Entre los incumplimientos, que no se han abierto los PAC de forma escalonada y que los trabajadores han sido desplazados de un centro a otro, incluso en una misma jornada y que algunos centros no han podido abrir al no contar con médico.

Caos el primer día de reapertura

Los 80 nuevos puntos de atención debían abrir sus puertas el pasado 27 de octubre, pero menos de 24 horas antes los profesionales ―enfermeras, médicos y celadores― no sabían a qué centro debían acudir ni a qué hora. Hasta la madrugada, muchos sanitarios no recibieron los correos electrónicos en los que se les notificaban los nuevos destinos y horarios. A eso se sumaron las bajas: más de un 40% de todo personal que se tenía que reincorporar, según contabilizó la Consejería de Sanidad, y el 60% de los médicos. Pero, mientras el Gobierno regional atribuye todas las bajas a una supuesta enfermedad, los motivos también incluían incapacidad temporal para ocupar el puesto (por haberse comunicado un cambio de centro y de horario sin previo aviso), situaciones personales de distinta índole, permisos por incidencias familiares, etc. Unos 30 de los médicos deciden renunciar al puesto definitivamente, contando los que han pedido una excedencia.

Acusación de boicot

El resultado del desastre organizativo se traduce en que en muchos centros no había ―ni hay todavía― médico, solo una enfermera o celador, y en otros ni siquiera había personal sanitario y no se abrieron. Según el acuerdo alcanzado en la mesa sectorial, cada servicio de urgencias debería contar como mínimo con un médico, una enfermera y un celador para atender a los pacientes, pero en la práctica no ha sido así. Por ejemplo, durante la noche de Halloween, 26 de los 80 Centros Sanitarios 24 horas de la Comunidad de Madrid funcionaron sin un médico en el dispositivo, y 12 de ellos ni siquiera pudieron abrir. Este sábado, solo 13 han contado con personal médico.

Después del caos y la desesperación de ciudadanos y trabajadores, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y diferentes representantes de la Comunidad de Madrid, incluida Ayuso, deslizaron la idea ―de la que no se han retractado― de que los médicos están organizándose para boicotear el nuevo plan, y han reiterado varias veces que investigarán una a una las bajas solicitadas. “Todas estas incapacidades temporales han sido derivadas a las autoridades”, dijo el miércoles el portavoz del Gobierno regional, Enrique Ossorio.

Mientras, la Consejería de Sanidad ha sido incapaz de resolver los problemas de funcionamiento. Cuando se va a cumplir la primera semana del nuevo plan, todavía hay servicios que no pueden abrir por falta de efectivos, otros donde el personal mínimo ―médico, celador y enfermera― no se completa o no hay planillas de trabajo. A eso se suma que, tras haber estado dos años cerrados, en algunos centros la equipación ha desaparecido o es deficiente.

Una doctora agredida

Debido a la falta de personal, los pacientes que encuentran el centro de salud cerrado deben acudir a otro o incluso a un hospital, si no hay médico. Las quejas son constantes y la tensión se eleva. Hasta el punto de que el domingo 30 de octubre, una doctora del centro sanitario 24 horas de Guadarrama, Guadalupe Pajares, es agredida por un hombre al grito de “¡os lo tenéis merecido!” y “os tenemos que dar de hostias por vagos”. Según reprocha ella, de baja desde entonces, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, da rienda suelta a este tipo de actitudes con sus acusaciones sin pruebas de boicot. El presunto agresor ya ha sido puesto a disposición judicial. Pero Ayuso intenta desligar esta agresión de las consecuencias del nuevo plan. “Se pasan la vida llenando los medios de comunicación de personas afines que lo único que quieren es boicotear la sanidad porque lo único que buscan es el caos”, dice Ayuso en la sede parlamentaria. Ningún cargo político se ha puesto en contacto con la médica para ofrecerle su apoyo.

Denuncia a Ayuso

Mónica García, la líder de Mas Madrid, anunció el jueves en la Asamblea que ha denunciado ante la Dirección General de Inspección, Ordenación y Estrategia Hospitalaria el caos en la reapertura de las urgencias extrahospitalarias. La presidenta madrileña apenas se inmutó ante el anuncio. Según sus palabras, la responsabilidad del caos ya está dirimida. La culpa la tiene, dice, el “terror sindical, el terror político” de la izquierda. Pero todos los grupos políticos, incluido Vox, reprochan a la presidenta que ponga a los profesionales sanitarios en la diana.

Dimisiones en bloque

El último capítulo de la crisis en las urgencias extrahospitalarias se conoce el viernes. La noche del jueves, todos los miembros de la dirección asistencial sureste de Madrid ―hay siete, norte, noroeste, este, sureste, sur, oeste y centro― registran su dimisión en bloque debido al caos en la reapertura de los PAC. El resto de direcciones asistenciales llevan días planteándose hacer lo mismo, según fuentes de la Consejería. También la gerente adjunta de Asistencia Sanitaria de Atención Primaria, Nuria Fernández de Cano, deja el cargo de forma voluntaria. A media tarde el consejero de Sanidad convoca a los medios a un briefing,un encuentro para explicar lo que está ocurriendo en las urgencias. La crisis es completa.

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Sobre la firma

Beatriz Olaizola
Es reportera en la sección de Madrid. Antes escribió reportajes para eldiario.es en el País Vasco, donde cubrió sucesos y temas sociales, políticos y culturales. También realizó prácticas en la Agencia EFE. Graduada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS.

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