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Badalona apoya su festival de magia que el año próximo cumplirá 25 años

El certamen Li Chang entrega su mención honorífica al mago Eligio Palomino y el alcalde Albiol declina hacer un truco tras revelar su pasión por el ilusionismo

Mister Magoo, director del festival Li Chang de magia de Badalona.
Mister Magoo, director del festival Li Chang de magia de Badalona.JOSEP GARCIA/ BADALONA CULTURA
Tomàs Delclós

Lleno este viernes en el teatro Zorrilla de Badalona para asistir a la gala internacional de magia que convoca el festival Li Chang. Un festival que durante un mes propone actuaciones, talleres, encuentros… en torno al ilusionismo. En esta primera sesión de la gala, que se repite el fin de semana, se entregó la mención honorífica del festival a Eligio Palomino, mago y fundador de 3 de Trébol, tienda y escuela de magia. Palomino conoció a Li-Chang —Joan Forns (1916-1998)—, el gran mago badalonés bajo cuya invocación se celebra este singular festival que tiene como seña de identidad el llevar la magia en su infinidad de formatos a centros culturales, bibliotecas, espacios comerciales, etc. Lo hace es más de veinte espacios.

Enric Magoo, su director, agradeció la presencia en la platea de familiares de Forns y recordó que éste había trasmitido a Palomino alguno de sus secretos en los grandes aparatos. Durante el acto de entrega de la citada mención, el alcalde de la ciudad, Xavier García Albiol, expuso su personal pasión por el ilusionismo y se sacó del bolsillo dos gomas elásticas. Cuando el público esperaba una demostración de su arte, García Albiol prefirió no intentarlo por respeto, dijo, a los magos profesionales que debían actuar y porque estaba inseguro de su habilidad como aprendiz. En cualquier caso, advirtió, su pasión por este arte no le permite hacer magia con los problemas del municipio. Lo que sí hizo el alcalde fue prometer para el año próximo, cuando el festival celebre sus primeros 25 años, un esfuerzo municipal extraordinario y convocó a sus responsables a empezar a pensar en ello. El festival badalonés siempre se ha sostenido por el apoyo de las distintas administraciones municipales.

La gala tuvo en el presentador una de sus mejores piezas. El inventor de trucos y mago alicantino Adrián Carratalá no solo bromeó con inteligencia si no que acompañó las presentaciones con algunos de sus efectos más célebres. Por ejemplo, la aparición de un anillo prestado por una espectadora en el cordón de su zapato. Una ilusión que mereció en su día el aplauso del dúo televisivo Penn y Teller, que lo llevaron a Las Vegas. Abrieron las actuaciones Javi Cruz y Anahí con magníficas e instantáneas apariciones y desapariciones en todo tipo de jaulas, un número que acompañan de una rancia coreografía de pareja.

Tras la actuación de Elena Gordeva y Vadim Gordeev sobre el mundo de los inventos cuyo propósito fue difícil de advertir, los madrileños Javier Luxor e Irene Lové hicieron una demostración de telepatía y adivinación técnicamente intachable. La poesía llegó con el coreano Young-Min Kim cuya manipulación con arena o la conversión gradual de un aro en polvo tienen el aprecio del público internacional. La gala concluyó con un clásico. La aparición de palomas (y perritos) del francés Gerard Le Guilloux.

En los pasillos del teatro, Magoo mostraba su contento por el desarrollo del festival y, muy particularmente, por la respuesta del público que ha agotado el aforo de muchas convocatorias. Y el año próximo, a por todas.

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