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Tres kilómetros de paradas y millones de libros

La ‘superilla’ literaria que se estrenó por la Diada posterior a la pandemia vuelve con una ampliación que abarca desde el Eixample hasta Las Ramblas como novedad

Sant Jordi Barcelona
Un trabajador ordena unas rosas este martes en el recinto de Mercabarna-Flor, donde el Gremio de Mayoristas ha explicado que prevé que este año se vendan en Cataluña unos 6 millones de rosas en Sant Jordi, una cifra similar a la del año pasado, y con unos precios estables a pesar de la inflación.Andreu Dalmau (EFE)
Sara Fontserè

Seis millones de rosas se venderán en Barcelona este domingo de Sant Jordi. Estas son las previsiones del Gremio de Floristas de Cataluña para una Diada que puede batir todos los récords en el primer año sin mascarillas y sin sorpresas climáticas, si el tiempo así lo permite. Sobre la venta de libros, el Gremio de Libreros prefiere no dar aún una cifra, aunque tienen buenas sensaciones para una jornada en la que en 2022 se vendieron 1,5 millones de libros. La ‘superilla’ literaria, un perímetro dedicado a las comerciantes del libro y de la rosa, se estrenó en 2022 y este año no solo repite, sino que se ensancha: 3,3 kilómetros de paradas llenarán la capital catalana desde Diagonal hasta Las Ramblas, calle más que típica de la Diada que se celebra el 23 de abril y que ahora se incluye en este espacio cerrado al tráfico.

La ciudad se prepara para abarcar el gran volumen de gente que se espera para un Sant Jordi que no caía en domingo desde 2017. Habrá más de 5.000 puntos de venta distribuidos por toda la ciudad: 4.100 serán de flores, unos 1.000 de libros y 20 del pan típico que se hace artesanalmente para celebrar la jornada. La puesta a punto de la ‘superilla’ literaria requiere un “dispositivo complejo” que cortará las calles del Eixample durante más de 24 horas: entre la Diagonal y Gran Vía y entre Pau Claris y la calle Balmes el tráfico estará prohibido a partir de las 10 de la noche del sábado, con la excepción de las calles Valencia, Aragón, y la misma Gran Vía, que estarán abiertas. Así lo ha explicado Domènec Escarré, intendente de la Guardia Urbana, que ha añadido en una conferencia de prensa que también estará prohibido estacionar, a partir de las ocho de la mañana del sábado en la zona del Eixample y pasadas las 10 de la noche en la zona de Ciutat Vella.

En total, se movilizarán 275 agentes de la Guardia Urbana y 330 auxiliares que gestionaran el perímetro principal del Sant Jordi barcelonés. El dispositivo, que es complejo y lleva más de un mes en preparación, dispone de 230 barreras de hormigón tipo New Jersey para delimitar la zona. Domènec Escarré ha recordado cuestiones técnicas, como la prohibición de circular en bicicleta o en un vehículo de movilidad personal por dentro de la ‘superilla’ literaria, y la anulación de las estaciones de Bicing que estén dentro del perímetro. Los vecinos y comercios de la zona recibirán un plan de comunicación sobre los cambios que habrá en las calles durante el día, como los contenedores de basura -que serán retirados unos días antes y sustituidos por cubos más pequeños-, o el cierre de los parkings privados.

La Guardia Urbana ha pedido a los visitantes que se muevan a pie o en transporte público, ya que se prevén más cortes de calles durante la jornada: “en Las Ramblas habrá que cortar el tráfico seguro en algún momento de la mañana”, ha avisado Escarré, que calcula que a partir de las cuatro de la madrugada del lunes ya estará restablecida la circulación en el Eixample. Según Montserrat Ballarín, regidoria de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona, la actividad previa al domingo genera datos “que apuntan al éxito” en un Sant Jordi que “este año dura tres días” por coincidir en fin de semana y que ha aumentado un 10% en paradas si se compara con las cifras prepandemia. El Gremio de Libreros de Catalunya coincide en una sensación de aumento de venta a los días que auguran la Diada: “se está calentando el ambiente para una fiesta muy especial”, ha declarado su presidente, Eric del Arco.

El Gremio de Floristas de Catalunya, quien afirma que en 2022 solo el 18% de los permisos a paradistas correspondían a la venta profesional, prevé una jornada un poco incierta por el resto de eventos que se darán el mismo domingo en Barcelona, como es el caso del partido del Barcelona en el Camp Nou a las 16:15 de la tarde. La previsión es vender 6 millones de rosas y, desde el gremio, esperan que este cifra tenga un alto porcentaje de rosas de autor y de comercio local: “los floristas intentarán que el aumento de precios general no repercuta en el precio final”. El cálculo se presenta favorable frente a una previsión que espera más sol que nubes para un Sant Jordi que vuelve, después de la pandemia y la lluvia, a la normalidad.

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