_
_
_
_
_

Vinicius, el carrilero que heredó Ancelotti, multiplica su rendimiento en la Champions

El brasileño mejora esta temporada todos sus registros en la competición europea, donde dispara a puerta cuatro veces más que la pasada

Lorenzo Calonge
Vinicius Junior
Vinicius Junior celebra el martes el 2-2 en el partido de Champions contra el Liverpool en Anfield.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

En el último partido europeo de Vinicius antes del inicio de su explosión —en la vuelta de las semifinales contra el Chelsea, en la primavera de 2021—, el brasileño no pudo ser mandado más lejos de su posición natural: por la derecha y de carrilero. Así pintaban las cosas para el extremo zurdo a ojos de Zinedine Zidane en las grandes noches de Champions, muy por debajo de un Eden Hazard ya depresivo, pero que esa jornada en Stamford Bridge ocupó por estatus la banda izquierda del ataque. Ese día, el primer pase de Vini fue a Courtois y en el campo apenas aguantó una hora, mientras el belga fue estirado hasta el minuto 89 pese a su evidente intrascendencia en el juego del equipo. En ese momento, solo quedaban tres meses (verano mediante) para que la carrera de Vini empezara a dar un vuelco imprevisto después de que el técnico francés propusiera venderlo, como contó este periódico.

El lunes, en el entrenamiento previo al duelo con el Liverpool, Hazard saludaba a viejos conocidos de su etapa en Inglaterra que andaban por Anfield. “Es un gran tipo, simpático, no es como Bale”, defendían estos a la estrella belga derrumbada, inédito desde el 3 de enero contra el Cacereño y sin presencia en la liga desde septiembre.

En aquellos tiempos en los que el sorpasso todavía no se había producido, Vinicius ya advertía de que, a falta de más tino, lo mejor de su catálogo era la insistencia machacona. “Soy un jugador que entra con personalidad, que fallo y en la próxima voy a ir. El defensa piensa que no voy, pero yo voy siempre. Es lo mejor que hago”, avisaba tras un partido con la Atalanta, a comienzos de ese mismo 2021, en un intento de explicarse al mundo cuando nadie adivinaba lo que vendría.

Nunca dejó de ir y, este curso, tampoco de multiplicar sus registros, especialmente en la Liga de Campeones. Si la pasada campaña, ya en su nueva versión, realizaba un tiro a puerta cada 149 minutos en Europa, en esta ha rebajado el ratio hasta los 33: cuatro veces más. La consecuencia es que con el doblete de Anfield ya suma seis goles en Champions (uno cada 88 minutos), mientras el año anterior lo cerró con cuatro (uno cada 300 minutos); aunque como autor, eso sí, de la diana del triunfo en la final de París.

En su prehistoria, en aquellos tiempos en los que Hazard cotizaba por delante de él y solo cantó cuatro dianas en tres cursos, llegó a sumar hasta siete partidos sin disparar entre los tres palos. Incluso la temporada pasada, cuando su crecida ya era materia de estudio, también acumuló cuatro encuentros sin amenazar de forma directa al portero.

Mientras en España su día a día queda atrapado a menudo en el ruido alrededor de su relación con los rivales y los insultos racistas desde la grada (LaLiga presentó este miércoles dos denuncias más, una en Mallorca y otra en Pamplona, y ya lleva ocho), en Europa ha encontrado su jardín. “Es el más determinante del fútbol mundial. No hay otro con su continuidad”, destacó el martes Ancelotti. Su doblete lo convirtió en el segundo más joven (22 años y 224 días) en la historia del Madrid en marcar en tres partidos seguidos en Champions tras Raúl González (22 años y 163 días).

De tutelado a solista

Es un Vinicius que ya vuela libre, sin las tutorías de un Benzema hasta ahora menguante y muy lastrado por los problemas físicos. Por primera vez tras 17 campañas, el francés cerró la fase de grupos sin anotar y en Anfield se apuntó sus dos primeros tantos, el cuarto y el quinto (este a pase del brasileño). A los 20 minutos, con el agua al cuello, el rescate no vino por la vía francesa —como ocurrió casi siempre la pasada campaña en la secuencia de remontadas milagreras—, sino por el extremo, que encontró la ranura salvadora con un disparo tan potente como fino, un chut que hace un año y medio se encontraba fuera de su catálogo.

Entonces, cuando empezaba a asomar la cabeza todavía ante la incredulidad general, Benzema se ofrecía públicamente a ayudarle después de un largo periodo inicial de distanciamiento e incomprensión sobre el campo. “Creo en él, es top, aseguraba ante la insistencia general por descubrir cómo se empezaban a entender. En ese momento, el brasileño debía tocar la partitura del francés. Ahora, y a la espera de cuándo y cómo regresa de verdad el nueve, Vinicius ejerce de primer solista de un Madrid que casi cada día cuelga de él, como volvió a quedar patente el martes bajo el fuego red.

Dos goles suyos al Liverpool con Zidane al frente en esa primavera de 2021 no le sirvieron para escapar de la falta de fe del entrenador. No era fácil tampoco en esos tiempos imaginar lo que luego vino. Dos años después, su doblete en Anfield supuso otro clavo en su nuevo liderazgo.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_