_
_
_
_
_
Champions League - octavos - jornada 1
Liverpool
Liverpool
Darwin Núñez 3'Salah 14'
2 5
Finalizado
Real Madrid
Real Madrid
Vinicius Junior 20'Vinicius Junior 35'Eder Militao 47'Benzema 55'Benzema 66'

El Real Madrid no deja de asombrar

Los blancos sellan una remontada histórica en el templo de Anfield y liderados por Vinicius aguantan un chaparrón de entrada y acaban bailando al Liverpool

Liverpool - Real Madrid - Champions League
Vinicius remata ante tres rivales para marcar el primer gol del Real Madrid ante el Liverpool.Peter Byrne - PA Images (PA Images via Getty Images)
José Sámano

Hay veces que el Madrid no parece Real. El equipo más asombroso de la historia no deja de pasmar. Lo sucedido en Liverpool dejó casi en una broma las remontadas universales de Chamartín. Ya no basta con el aforismo clásico: es el Real Madrid, estúpido. En Anfield, que no es la ópera, estaba azotado al cuarto de hora. Pero es el Madrid, capaz de soportar el primer chaparrón, templar el partido y luego triturar a su insigne rival, al que abrumó en el segundo acto. Tremendo.

LIVLiverpool
Liverpool
2
Alisson, Virgil Van Dijk, A. Robertson, Trent Alexander-Arnold, Joe Gomez (Matip, min. 73), Stefan Bajcetic, Fabinho, Henderson (Milner, min. 73), Salah, Gakpo (Roberto Firmino, min. 63) y Darwin Núñez (Diogo Jota, min. 63)
RMA Real Madrid
5
Real Madrid
Courtois, Eder Militao, Alaba (Nacho, min. 27), Dani Carvajal, Rüdiger, Federico Valverde, Modric (Kroos, min. 86), Camavinga, Benzema (Marco Asensio, min. 86), Vinicius Junior y Rodrygo (Dani Ceballos, min. 80)
Goles 1-0 min. 3: Darwin Núñez. 2-0 min. 14: Salah. 2-1 min. 20: Vinicius Junior. 2-2 min. 35: Vinicius Junior. 2-3 min. 47: Eder Militao. 2-4 min. 55: Benzema. 2-5 min. 66: Benzema.
Árbitro István Kovács
Tarjetas amarillas Vinicius Junior (min. 60) y Harvey Elliot (min. 92)

En el templo de Anfield, el mejor tributo posible a Amancio, homenajeado por el Liverpool, con el totémico Dalglish al frente. Fútbol total, porque en juego de aciertos y pifias hubo de las dos partes. De entrada, ambos equipos tuvieron curvas en un duelo trepidante y emotivo hasta que se desató la tormenta blanca. Hasta entonces, mucha trama, mucho imprevisto. Sin zarandajas.

De inicio, un par de parejas como actores principales. Por las dos vías de un costado, Salah y Vinicius, divisas principales de madridistas y reds. El estrépito, en las porterías. Este endemoniado juego tiene instantes tan súbitos que, de repente, dos porterazos se volvieron paticojos.

Comenzó a toda mecha el grupo de Klopp, al que le van las oleadas. A la primera embocó Núñez. No fue un gol, sino un do de pecho. Parecía imposible mejorar el pase con escuadra y cartabón de Salah, pero el uruguayo, que no es precisamente Zidane, se largó un espuelazo magnífico.

Darwin Núñez celebra el primer gol del Liverpool.
Darwin Núñez celebra el primer gol del Liverpool.Jon Super (AP)

Al Liverpool le va la banda sonora de la banda derecha, donde afina Alexander-Arnold, un lateral con alma de extremo y luces de interior. Y por donde rema y rema Henderson, escolta de Salah, que tiene ojo, velocidad y regate. Un poco de todo. Por esa ruta padecía Alaba y a Modric le costaban los auxilios. Fabinho y Bajcetic, el prometedor cadete vigués, abarcaban todo el eje. A Salah se le fue un gol por una uña y al cuarto de hora Courtois hizo un Karius. Tras una cesión no muy fina de Carvajal, la pelota se le hizo un ovillo al belga, le rebotó en la rodilla derecha y cayó a pies del extremo egipcio con la portería abierta de par en par. El héroe de París azorado ante el Liverpool nueve meses después. En la jugada precedente resbalaron Henderson y Camavinga. Como tantos otros antes y después, porque, vaya usted a saber la causa, parecía que los futbolistas se hubieran calzado patines, no botas.

Con el 2-0 en un pestañeo, el encuentro forzaba al Madrid a ser el Madrid, el del fetiche europeo. Otro se hubiera desmoronado en Anfield. El Real, a lo suyo. O sea, a ser el Real.

Con Salah pletórico, al reto le faltaba la irrupción de Vinicius. Y no se demoró. Aún estaba turbado el cuadro de Ancelotti, sin gobernanza en el medio y fuera del radar Rodrygo —más esforzado en defensa que pujante en ataque—, cuando emergió Vinicius. Su repertorio es infinito. Esta vez, un golazo sin necesidad de driblar, de esprintar. En estático, dentro del área, donde abundan los lobos, sacó un latigazo combado, imposible para su compatriota Alisson. Un partido esgrimista: Vinicius contra Salah, al que le cambiaron de alguacil, con Nacho por el lesionado Alaba.

Rodrygo y Vinicius celebran el primer gol del Real Madrid.
Rodrygo y Vinicius celebran el primer gol del Real Madrid.PHIL NOBLE (REUTERS)

Otra aventura del africano llevó al límite a Carvajal y Militão, que rebañaron por dos veces el balón bajo el larguero. Apretaba el Liverpool, siempre por la derecha, y replicaba Vinicius. El chico se tiene tanta fe que no se rindió ante una cesión de Gomez a Alisson. El portero hizo un Courtois y su despeje se estrelló en Vinicius cuando este ya estaba de espaldas. Tracas en las dos porterías. El Madrid, tan capaz de jugar muchos partidos, en las buenas, las malas y las regulares, renacido por enésima vez. Y aún le quedaba carrete. Alisson se redimió con una estupenda estirada ante otro disparo con mala uva de Vinicius y a Valverde se le fue al tercer graderío un disparo franco para él. Robertson evitó justo antes del intermedio un tanto de Rodrygo. Por supuesto, jugada de Vinicius.

Karim Benzema marca el quinto gol del Real Madrid.
Karim Benzema marca el quinto gol del Real Madrid. PHIL NOBLE (REUTERS)

El segundo acto presentó a un Real en estampida. Modric, un chiquillo, cogió el partido por la pechera, Valverde abrió mecha y el Liverpool, el peor Liverpool de la noche, puso de lo suyo. De inmediato, con la defensa en zona, todos los locales se hicieron los lonchas en el lanzamiento de una falta de Modric. Militão entró al remate de cabeza como un convoy. Justo después de un muy posible penalti por un empujón de Carvajal a Núñez, se presentó Benzema. Su remate lo desvió involuntariamente Gomez (2-4) y, como el gol no fue muy versallesco, lo que sí es el capitán blanco, dejó otro para enmarcar. Modric, el juvenil Modric, hizo un quite en el medio. Vinicius asistió al delantero galo y éste dejó por los suelos a Alisson y puso la jugada entre paréntesis antes de dar un pase a la red ante un pelotón de rivales. Coser y cantar para el Madrid, que ya bailaba a su rival, ya sin rastro de Salah ni de nadie. Salvo que el Liverpool sea el Madrid en Chamartín, los cuartos son blancos.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_