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RED DE REDES
Columna
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Que toda España vea su cara de ‘asesino’. ¿Y ahora?

Un algecireño de 34 años fue víctima de un bulo el 10 de febrero. Su imagen se viralizó de inmediato, acusado de matar a los dos guardias civiles de Barbate

Salvador Blanco, en la imagen que se viralizó el sábado 10 de febrero. La fotografía se publica con su consentimiento.
Salvador Blanco, en la imagen que se viralizó el sábado 10 de febrero. La fotografía se publica con su consentimiento.
Manuel Viejo

Apaga los datos del móvil todas las noches. “Para que no me despierten al niño, básicamente”, cuenta por teléfono el algecireño Salvador Blanco, de 34 años. El sábado 10 de febrero, Salvador se levantó a media mañana, activó internet y casi le da un patatús. Las notificaciones eran infinitas. Cadenas de WhatsApp de amigos. Cientos de comentarios de desconocidos en sus perfiles de Facebook, de TikTok, de Instagram, también por Telegram. Su nombre aparecía entre lo más comentado en Twitter. Los avisos incluso llegaron al teléfono y a las redes sociales de su mujer, Rosa, de 37 años. De ser un completo desconocido pasó a ser visto por cientos de miles de usuarios de toda España, de golpe.

La mayoría de los mensajes incluían una imagen de Salvador en primer plano, con el pelo teñido de rubio, y de Rosa, sin rostro —pero con su cuerpo detrás y de pie—, junto a un texto: “Que todo el mundo vea la cara de este asesino”. Salvador se acababa de levantar y estaba siendo acusado de matar a los dos agentes de la Guardia Civil de Barbate, fallecidos unas horas antes tras chocar contra ellos una embarcación manejada por narcotraficantes en la costa de Cádiz. Sin pruebas, adjuntaron su foto, añadieron ese texto y le dieron al botón de publicar. Ingredientes perfectos para una viralización inmediata. Pásalo. Retuitea. Difunde.

“Jamás en la vida pensé que nos iba a pasar esto”, cuenta ahora Rosa. “No sé cómo. Yo le doy mil vueltas, y mi marido también. Nadie sabe lo que estamos pasando”. Los investigadores detuvieron horas después a ocho personas, incluidos los seis tripulantes de la fueraborda que mató a los agentes. Ninguno de ellos era Salvador, que, dice, estaba en su casa, tranquilamente. Asesino para las redes sociales de media España, pero inocente para su hijo, su mujer y su familia.

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La viralización de su imagen fue de tal calibre —hay varios tuits con más de 700.000 visualizaciones—, que cientos de miles de usuarios pensaron —y aún piensan— que Salvador es uno de los arrestados por la muerte de los agentes. Ni él ni su pareja saben aún quién inició la acusación, pero sí qué medios de comunicación contribuyeron a difundir el bulo. Uno de ellos es Estado de alarma. La noticia, que incluía una foto de Salvador, decía así: “Así apoyaba la violencia en TikTok uno de los narcos detenidos en Barbate”. Horas después, la pieza desapareció de la red, sin más detalles.

Lo mismo sucedió con diversos canales de Telegram que aglutinan a cientos de miles de suscriptores. “Desde entonces me llegan cientos de amenazas”, cuenta por teléfono Salvador. “Me decían que iban a secuestrar a mi mujer, que iban a matar a mi hijo y que, después, iban a atropellarlo”. Aún se pueden leer mensajes así: “Ojalá te den lo que no está escrito y luego te maten en la cárcel, hijo de la gran puta”. El 12 de febrero, Salvador interpuso una denuncia en los juzgados contra algunas de las personas que difundieron su imagen.

Salvador tiene un grado de dependencia del 70%. No trabaja. Cobra 480 euros de ayudas públicas. Lo primero que hizo para tratar de desmentir esta ola fue subir un vídeo a TikTok, pero resultó en vano. La pareja vive en un pueblo de Andalucía donde ahora los vecinos les observan de una manera distinta. Cuchicheos. Miradas. Fotos a escondidas. “Mucha gente nos ha pedido perdón”, afirma Rosa, “pero otros siguen diciendo que mi marido es culpable. Hoy he salido a comprar y tuve que ir con una vecina. La gente no paraba de mirarme. Estamos con pastillas para dormir y todo. Nos ha destrozado la vida”. Que toda España vea su cara, decía el mensaje. ¿Y ahora?

Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.
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