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Columna
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¿Eugenesia por el planeta?

Matthew Liao propone dejar de comer carne por ser una industria contaminante. Dado que no hay forma de que los humanos descartemos filetes y pollos asados, se le ha ocurrido que seamos modificados genéticamente

El filósofo Matthew Liao.
El filósofo Matthew Liao.Bernardo Pérez
Najat El Hachmi

Que en algunos departamentos de Filosofía hace tiempo que se perdió el juicio ya lo escribió muy bien Jean-François Braunstein en un libro titulado La filosofía se ha vuelto loca. Desde teóricos del género que niegan la biología (y resultan tan influyentes que hace poco una mujer trans en Francia ha acusado a un pobre ginecólogo de tránsfobo por no querer atenderla) hasta defensores de los derechos de los animales partidarios de la zoofilia, en la filosofía postmoderna no faltan delirios pero Braunstein se quedó corto porque las sorprendentes ideas de John Money, Donna Haraway o Peter Singer son un aburrimiento comparadas con las de mi último descubrimiento. Hay un profesor de la Universidad de Nueva York llamado Matthew Liao que ha encontrado soluciones muy originales para frenar el cambio climático. Propone dejar de comer carne porque es una de las industrias más contaminantes pero dado que no hay forma de que los humanos descartemos filetes y pollos asados (¡ni el jamón!), se le ha ocurrido que seamos modificados genéticamente para hacernos intolerantes a las proteínas animales. Como lo leen: manipular los genes de seres humanos para que se porten como es debido. Si es por el bien del planeta, ¿quién puede estar en contra?

Pero no se crean que esto es lo más alucinante que ha pensado este especialista en salud pública global y ética (¡). Una de sus ideas más originales es que las personas nos hagamos más pequeñas, que en esto de la sostenibilidad parece ser que el tamaño sí que importa y el hecho de ser grandotes daña el medioambiente, así que la solución sería, según Liao, seleccionar genéticamente los embriones para que nazcan niños más bajitos. Con lo que debió sufrir el pobre Marianico el Corto y lo que ha costado que los españoles ganaran algo de altura gracias a que ha mejorado la alimentación y ahora lo que se va a llevar es no ocupar demasiado espacio en este mundo, empequeñecerse por imperativo medioambiental. He de decir que como mujer más bien grandota con hijos que me pasan un palmo me he sentido directamente amenazada.

Este inventor de lo que ya podemos llamar eugenesia ecologista no ha pensado en modificar genéticamente a los multimillonarios para extirparles la necesidad patológica de acumular cada vez más riqueza, no. Me reiría de las ocurrencias de Matthew Liao si no fuera porque no es un charlatán cualquiera sino un respetado profesor de una universidad seria.

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