_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Desorden en campaña

Cada vez es más habitual que representantes políticos señalen a ciudadanos particulares

Lona instalada el viernes por Podemos en la calle de Goya, con el rostro del hermano de Isabel Díaz Ayuso.
Lona instalada el viernes por Podemos en la calle de Goya, con el rostro del hermano de Isabel Díaz Ayuso.Borja Sánchez Trillo (EFE)
Daniel Gascón

La política es muchas cosas, pero también una rama de la industria del entretenimiento. Parte de su función es generar contenido que luego se comenta; esos comentarios son el contenido siguiente. “Las noticias no hablan de nada”, escribe Jorge San Miguel, “solo de noticias”. El tema avanza impulsado por la fuerza narrativa, da un giro o dos, y desaparece. A menudo hablamos de cosas diferentes, pero todavía hay bastante coincidencia en comparación con otros países, y la campaña facilita que se discutan los mismos temas, aunque a unos les convengan más unos asuntos y aunque se intenten imponer interpretaciones contradictorias. Cuatro cuestiones resultan particularmente llamativas.

En primer lugar, destacan los anuncios electoralistas del Gobierno, que han comprometido 13.000 millones de euros, han “nacionalizado” los comicios, y han tenido un aire de improvisación y chapuza. En segundo lugar, la trama de compra de votos en Melilla. Sorprende que un partido pequeño como Coalición por Melilla tenga dinero para amañar 10.000 votos; la policía, la Guardia Civil y el CNI investigan la implicación de Marruecos en la red. Fuentes de la investigación dicen que dos detenidos captaban votos para el PP, que lo niega. La policía también ha detenido a varias personas ―incluidos dos candidatos del PSOE― por una presunta red de compra de votos en Mojácar.

Se ha discutido por el pasado, pero el debate en realidad trata del presente. Las alianzas que se presentaron como coyunturales se han vuelto estructurales: la imposibilidad de un pacto entre moderados es el Catch-22 de la política española. Para justificar los acuerdos actuales se falsea el pasado. (Al decir que ETA sigue viva y reclamar la ilegalización de Bildu, imposible según los expertos, Isabel Díaz Ayuso desviaba la atención de pactos poco favorecedores de sus adversarios e incomodaba a su partido.)

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Cada vez es más habitual que representantes políticos señalen a ciudadanos particulares. En Madrid hemos visto una lona de Podemos contra el hermano de Díaz Ayuso, cuya causa quedó archivada. Una candidata y una ministra se pusieron una camiseta con su cara. La ministra de Igualdad arremetió contra un programa de televisión y el candidato de Podemos a la alcaldía de Madrid llamó “periodista corrupta” a Ana Rosa Quintana. Esos señalamientos revelan la desesperación de Podemos pero también su ADN populista y degradan nuestra democracia.

Buena parte de nuestra conversación es un simulacro, pero, como señala José Luis Pardo, a veces hay incendios. @gascondaniel

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_