Ayudas más sólidas ante la crisis
El Gobierno acaba el año con nuevas medidas de protección para la clase media asalariada y las familias más vulnerables
El Consejo de Ministros aprobó este martes un nuevo paquete de medidas anticrisis que asciende a un total de 10.000 millones de euros y que supone el sexto de los aprobados desde el inicio de la guerra de Ucrania en febrero. Con este último impulso, el Gobierno ha aprobado medidas por valor de 45.000 millones de euros para proteger a las capas de la población más afectadas por las subidas de precios. En este caso, se centran en los sectores y familias más vulnerables, en contraste con medidas genéricas que, o bien son extemporáneas o bien han resultado contraproducentes e incluso regresivas, como es el caso de la subvención generalizada al precio de los combustibles, conveniente sólo para determinados sectores profesionales. El Ejecutivo propone un nuevo cheque de 200 euros para las familias más expuestas a los efectos de los precios. Se mantiene el aumento del 15% en el ingreso mínimo vital y las pensiones no contributivas. Continuará durante 2023 la limitación del precio de los alquileres y la extensión en seis meses en las rebajas del IVA en electricidad y gas, medidas ambas controvertidas por sus efectos en el largo plazo. Se eliminará el IVA a determinados alimentos de primera necesidad. La continuidad del mecanismo ibérico supondrá una rebaja considerable de los costes de la energía eléctrica. El Gobierno, por último, amplía los apoyos a los sectores más afectados por el precio de la energía, como el de la cerámica, y garantiza la bonificación del transporte público, contando con la corresponsabilidad del resto de administraciones.
Con este enfoque, más centrado en los efectos que tiene la crisis en las familias con menores recursos y en los sectores más afectados, España cumple con las recomendaciones planteadas por el FMI y la Comisión Europea, que pedían concentrar las ayudas en los sectores más afectados. El coste del nuevo paquete de ayudas deberá tenerse en cuenta en el cálculo de reducción del déficit público para 2023 y 2024. Se trata de un programa más sólido y meditado que los anteriores. Con las cautelas que impone la volátil situación geopolítica, las ayudas se deberían ir reduciendo a medida que se normalice la inflación.
