El Parlamento Europeo elige a un socialista luxemburgués en sustitución de la exvicepresidenta Kaili, imputada por el ‘Qatargate’

En unos días de sesión marcados de nuevo por el escándalo de los sobornos a eurodiputados y figuras destacadas de la Eurocámara, el pleno del Parlamento Europeo ha elegido en una sesión en Estrasburgo al socialista Marc Angel como sustituto de Eva Kaili para ocupar una de las 14 vicepresidencias de la Cámara. Kaili, también miembro del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), como el resto de implicados en el conocido como Qatargate, permanece en prisión en espera de ser juzgada por la justicia belga por corrupción, blanqueo de dinero y pertenencia a organización criminal. La votación para cubrir la vicepresidencia que ha dejado vacante Kaili, expulsada del S&D y despojada de sus cargos en la Eurocámara (menos el de eurodiputada, que es un cargo electo), llega un día después de que el exeurodiputado Pier Antonio Panzeri, considerado por los investigadores como el cabecilla de la trama de sobornos que implica a Qatar y Marruecos, firmase un acuerdo para contarlo todo a cambio de una reducción de la pena.

El luxemburgués Angel, de 59 años, eurodiputado desde 2019, no ha logrado la mayoría absoluta de los votos en primera ronda, pero sí en la segunda votación, en la que ha obtenido 307 apoyos (necesitaba 296). El socialista competía con Gwendoline Delbos-Corfield, de Los Verdes, y la candidata de extrema derecha de Identidad y Democracia, Annalisa Tardino, que ha quedado segunda. Con la elección de Angel, el S&D logra mantener una vicepresidencia que está causando un terremoto en su grupo, de donde proceden todos los implicados por ahora en el escándalo que investigan las autoridades belgas por sobornos de Qatar y Marruecos a cambio de influir en las decisiones de la Eurocámara. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, debe ahora asignar a Angel las carteras de las que se va a ocupar. Kaili llevaba las relaciones con Oriente Próximo.

El caso del Qatargate, que está sacudiendo a las instituciones comunitarias, ha forzado a la Eurocámara a reaccionar y a tratar de sacar adelante una serie de reformas para mejorar la transparencia y el control sobre las reuniones de los eurodiputados y sus viajes a países de fuera de la UE. Metsola y su equipo preparan un plan con 14 medidas para tratar de arrojar luz sobre las reuniones de los eurodiputados con lobbies y organizaciones de terceros países y para poner coto, entre otras cosas, a las puertas giratorias.

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