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Cuando los latinos y las raperas convulsionaron unos premios conservadores: los momentazos de los Grammy 2021

¿Qué se hace cuando unos premios musicales pecan de acomodados? O ignorarlos para siempre, como ha hecho The Weeknd, o presentarse en el escenario y arrasar como un invitado inesperado, como hicieron Megan Thee Stallion y Bad Bunny. Mientras tanto, Taylor Swift lo ganaba todo

Un instante de la electrizante actuación de Megan Thee Stallion en los premios Grammy 2021 en Los Ángeles. En vídeo, los momentos más destacados de la gala.Vídeo: KEVIN WINTER / GETTY | REUTERS

Hace tres años, Adele subió a recoger el Grammy a disco del año por 25 y dijo “No puedo aceptarlo. Lemonade es un monumento”. Adele lo había ganado todo con dos discos consecutivos (15 Grammys de 18 nominaciones) y se sentía culpable por derrotar a Beyoncé, cuyo Lemonade había sido el disco del año y un auténtico momento cultural. Así que cogió el premio, lo partió en dos y le dio un trozo a Beyoncé, tal y como hacía Lindsay Lohan con su corona al final de Chicas malas.

Este domingo por la noche (madrugada del lunes en España) la historia se repitió cuando Billie Eilish, un año después de ganar cinco Grammy incluyendo los cuatro principales, subió a recoger el de grabación del año y dedicó sus minutos sobre el escenario a celebrar a Megan Thee Stallion. “Esto es tuyo. No he preparado ningún discurso porque me parecía inconcebible que no ganases. Has tenido un año insuperable, quiero llorar de tanto que te admiro. Vamos a limitarnos a darle un aplauso a Megan”, dijo Eilish.

El patrón de una artista blanca avergonzándose de su propia victoria genera momentos entrañables, pero también pone el foco en las mujeres negras que acaban de perder el premio y quizá preferirían no tener una cámara en la cara. Sobre todo, pone de manifiesto la sistemática miopía de los Grammy, unos premios que empiezan a ser conocidos por premiar a la gente equivocada. Es como si ni siquiera los propios artistas se los tomaran en serio ya. ¿Acaso alguien se imagina a un actor recibiendo un Oscar y partiéndolo en dos?

FINNEAS y Billie Eilish recogen sus Grammy por la canción del año 'Everything I Wanted'.
FINNEAS y Billie Eilish recogen sus Grammy por la canción del año 'Everything I Wanted'.(C)Kevin Mazur (Getty)

Estos fueron los momentos más memorables de una gala dominada por las mujeres: Beyoncé, Dua Lipa, Taylor Swift, Billie Eilish y Megan Thee Stallion se lo repartieron casi todo.

Hay una persona en el mundo a la que no le gusta The Weeknd y trabaja en los Grammy

La crítica, la industria y el público se quedaron perplejos ante las cero nominaciones de The Weeknd, el artista más exitoso de 2020. Hasta su representante desveló que la organización había insistido mucho en asegurar su actuación hasta que el día de las nominaciones dejaron de llamarlo. Hace unos días, mientras Blinded By The Light batía récords al cumplir su 52ª semana en el top 10 de Estados Unidos, el cantante anunció que no va a volver a participar en los Grammy. (A diferencia de en los Oscar, para estar nominado a los Grammy el artista debe inscribirse en las categorías que desee). El motivo que ha dado es el sistema de “comités secretos”.

Los Grammy tienen un comité anónimo que, una vez contados los votos, hace los cambios que le da la gana: añade y elimina nominados a su discreción sin dar explicación alguna. Oficialmente, la intención es garantizar que artistas más minoritarios o vanguardistas tengan la oportunidad de ser rescatados por estos expertos, pero a menudo el comité es señalado como el responsable de ausencias tan controvertidas como la de The Weeknd.

Los mayores fenómenos de la música reciente apenas han tenido repercusión en los Grammy. En el pasado Kanye West, Frank Ocean o Drake han denunciado el racismo de la Academia. Kendrick Lamar tiene un Pulitzer, pero ningún Grammy en categorías principales. El último artista negro en ganar disco del año fue Herbie Hancock, en 2008, y era un álbum de versiones de Joni Mitchell. Los Grammy tienen debilidad por los cantantes blancos, clásicos y que tocan la guitarra. Estamos hablando de unos premios que este año han nominado a Coldplay en disco del año de forma no irónica. Y que suelen ser los últimos en enterarse de que un artista es relevante: anoche los Strokes ganaron un Grammy. Por primera vez.

Dua Lipa provoca nostalgia de 2020

La gala empezó con el presentador Trevor Noah prometiendo que haría olvidar lo duro que ha sido el pasado año, pero la actuación de Dua Lipa solo sirvió para hacernos pensar en el año que nos hemos perdido. Su disco Future Nostalgia, que por momentos fue la única razón que la humanidad tenía para ser feliz en 2020, es una colección de canciones que deberíamos haber bailado en las discotecas. La actuación pretendía evocar la época disco de los setenta, pero indirectamente también evocó el año que no hemos podido vivir.

Dua Lipa, posando con su Grammy
Dua Lipa, posando con su Grammy en la categoría de mejor álbum de pop por ‘Future Nostalgia’.(C)Kevin Mazur (Getty)

Durante la gala los artistas repitieron hasta la saciedad el cliché de “llevo toda mi vida soñando con actuar en los Grammy”. Dua Lipa lo hizo, pero en cuanto puso un pie en ese escenario quedó claro que donde ella lleva toda la vida soñando con actuar es en Eurovisión. Cuando se pueda volver a las discotecas, nadie va a estar tan en forma como Dua Lipa. Su flexibilidad, su atuendo y su coreografía hacen que las Pussycat Dolls parezcan Flos Mariae.

Y Bad Bunny se quedó sin palabras

El presentador Trevor Noah presentó al portorriqueño Benito Martínez como lo que es: el artista más escuchado en todo el mundo durante 2020. ¿Quién podría haber imaginado hace 12 meses que escucharíamos en los Grammy la frase “Toma cinco mil, gástalo en Sephora”? Lo que no se escuchó fue la palabra “cojones”, que la CBS censuró a pesar de que en inglés se usa bastante, así en castellano, y no se la considerada una palabrota: Joe Pesci amenazaba con arrancárselos a Macaulay Culkin en Solo en casa y era una película infantil.

Bad Bunny ganó el Grammy al mejor disco latino y apenas le salieron las palabras de agradecimiento cuando subió a recogerlo. Eso convierte a estos premios en una fiesta para todo el mundo y para nadie: en una misma noche coinciden Bad Bunny a dúo con Jhay Cortez y Lionel Richie homenajeando al difunto Kenny Rogers. Y es probable que ni los fans de unos ni los de otros estuvieran viendo la ceremonia.

El In Memoriam más largo de la historia

Debido a la pandemia, fallecieron tantos artistas durante el año pasado que la conmemoración duró más de 10 minutos. Y aun así, Trevor Noah indicó que la lista completa (que asciende a casi mil fallecidos) se podía consultar en la web oficial de los Grammy. El estado de ánimo del homenaje resultó un poco esquizofrénico. Por un lado, porque algunos difuntos llevaban adjetivos calificativos delante de su nombre (“legendario”, “aclamado”, “revolucionario”) y otros no. Y por otro lado, porque el montaje pasaba de música triste a Bruno Mars homenajeando a Little Richard con un número de rock & roll frenético y a continuación volvía la música solemne.

Harry Styles, el novio de internet

En una noche que insistía en prometernos que los sueños se cumplen (el cantante de Black Pumas recordó que hace unos años cantaba en la calle por limosna), el único príncipe Harry que le queda a Gran Bretaña revolucionó internet con su victoria. El panadero que quería ser estrella del rock ganó su primer Grammy, aunque fuese en la categoría de pop, y copó todos los trending topics en Twitter. El primero, #ProudOfHarry, porque en el siglo XXI las fans han pasado de querer ser novias de sus ídolos a sentirse sus madres, en una progresiva infantilización de las celebridades.

El cantante británico Harry Styles se presenta durante la 63ª ceremonia anual de los Premios Grammy, transmitida en vivo desde el Staples Center en Los Ángeles, el 14 de marzo.
El cantante británico Harry Styles se presenta durante la 63ª ceremonia anual de los Premios Grammy, transmitida en vivo desde el Staples Center en Los Ángeles, el 14 de marzo.KEVIN WINTER (GETTY IMAGES)

El segundo trending topic, #Olivia, se debió a que una presentadora mencionó de pasada a Styles y solo dijo “Olivia lo estará viendo”, en referencia a su supuesta pareja, la actriz y directora Olivia Wilde. Algunas de sus fans se cabrearon. Otras estaban demasiado ocupadas celebrando que Taylor Swift, expareja de Styles, le aplaudiese con tanto entusiasmo. No es la primera vez que se reduce a un artista a ser “la pareja de”, pero sí es una de las primeras veces que ocurre con un hombre.

A Harry Styles probablemente los cotilleos le den igual: su masculinidad es de todo menos frágil. Cada vez que le enfocaba la cámara anoche llevaba una boa distinta. Y todas eran de primera calidad: las boas de Harry Styles tenían mejor pelo que la mayoría de seres humanos.

Nadie ha amortizado el confinamiento tanto como Taylor Swift

Anoche Swift se convirtió en la cuarta persona (y la primera mujer) en ganar el Grammy a disco del año tres veces. Iguala así a Frank Sinatra, Stevie Wonder y Paul Simon. Folklore es un álbum compuesto y grabado durante el confinamiento que acompañó a millones de personas haciendo que cada casa donde sonase pareciese más un hogar. Para su look de la carpa, la cantante eligió un vestido de flores con una mascarilla a juego que hacía que pareciese que le estaban saliendo flores vivas de la boca. En Twitter, sus fans celebraron que por fin haya fotos de Taylor con mascarilla en alta definición.

En su actuación Swift empezó cantando encima de un tejado, abriendo los ojos como una princesa que despertaba, y acababa dentro de la cabaña y después saliendo a bailar bajo una iluminación que generaba un efecto de luz de luna. Hacia el final se volvía una bruja, una figura que ella ha querido reivindicar en Folklore porque, en este cuento, ella es la princesa, la bruja y el cazador. Al final eso de que “vamos a salir de esto mejores” no se hizo realidad, pero al menos hemos salido con dos discos más de Taylor Swift.

En vídeo, Beyoncé se convirtió anoche en la artista femenina con más premios Grammy de la historia.Vídeo: REUTERS

¿Dónde guardará los premios Beyoncé?

Con su 28ª victoria en estos premios, anoche Beyoncé se convirtió en la mujer con más Grammy de la historia. Empata con Quincy Jones en el segundo puesto y se queda a tres galardones de Georg Solti, el exdirector de la Orquesta Sinfónica de Chicago. Aunque el Grammy a disco del año se le sigue resistiendo, la cantante ha ganado tantas veces por dos motivos:

1. Es Beyoncé.

2. Probablemente, inscribe todo lo que puede en todas las categorías posibles.

Por desgracia, anoche no actuó. Así que se limitó a hacer lo que peor se le da: hablar. En su obsesión por mantener un misterio cada vez mayor en torno a su figura, Beyoncé parece incapaz de mostrar la más remota humanidad. Desde hace una década no concede entrevistas y cuando aparece en público se comporta como un robot. Tampoco es que ella necesite mostrarse humana: nadie la percibe como una persona porque Beyoncé ya es un concepto, una promesa y un símbolo.

Las mujeres negras que no se llaman Beyoncé lo tienen peor

En la serie Master of None, una mujer negra le explicaba a su hija en qué consistía la discriminación: tendría que trabajar el triple de duro para llegar la mitad de alto que los hombres blancos. Pocas veces esta advertencia ha quedado tan en evidencia como anoche. A pesar de que Megan Thee Stallion ganó tres Grammy (artista revelación, canción rap e interpretación rap por su dueto con Beyoncé en Savage), que perdiese el premio gordo y que la propia ganadora Billie Eilish protestase dejó una sensación de decepción. Especialmente después de hacer la única actuación realmente memorable de la noche, al ser la única con significado.

Un instante de la vibrante actuación de Megan Thee Stallion y Cardi B, probablemente lo mejor de la noche y la que llenó de más significado una gala de premios que necesita modernizarse.
Un instante de la vibrante actuación de Megan Thee Stallion y Cardi B, probablemente lo mejor de la noche y la que llenó de más significado una gala de premios que necesita modernizarse.Kevin Winter (Getty)

Megan empezó con Savage, aunque Beyoncé no actuó con ella, vestida como una vedette clásica: plumas, lentejuelas, transparencias. Es decir, el atuendo de las vedettes blancas. Pero tanto Megan como sus bailarinas, todas voluptuosas, hacían twerking reclamando para sí una parte de la tradición musical norteamericana en la que las mujeres negras no tuvieron cabida. Mientras esto ocurría, los bailarines masculinos arrojaban billetes en una subversión del cliché de tipos duros tirándole dinero a las strippers: todo ese show lo había pagado ella.

A continuación apareció Cardi B vestida como un caballero del zodiaco sexy y bailó en torno a una barra americana (antes de ser rapera, Cardi B era stripper) para darle tiempo a Megan de cambiarse a otra armadura similar. Juntas, escalaron a una cama gigante y cantaron una de las canciones más importantes del año, WAP. Lo que ocurrió a continuación no puede expresarse con palabras, aunque podría resumirse así: ambas se tocaron la entrepierna, engarzaron sus muslos y rodaron juntas por la cama a medio camino entre las artes marciales y el revolcón. Y asombrosamente, en ningún momento pareció que estuvieran tratando de excitar a los espectadores masculinos. Al terminar, Megan Thee Stallion se retiró el sudor del bigote con un estilo con el que nadie ha conseguido hacer eso jamás.

Para recoger sus tres premios, Megan Thee Stallion de nuevo reclamó imaginería blanca con un vestido que emulaba el de Marilyn Monroe en Los caballeros las prefieren rubias. Tanto ella como Cardi B exageran rasgos que tradicionalmente se han usado para insultar a las mujeres negras (la vulgaridad, la sexualidad o la pobreza) y los convierten en su iconografía y en el centro de su poder. Que, por ejemplo, Bruno Mars actuase dos veces y se limitase a imitar estilos del pasado, siendo aun así uno de los cantantes masculinos que más energía pone en sus actuaciones, demuestra cómo se da por hecho que las mujeres en el pop van a entregarse física y creativamente mientras que de los hombres solo se espera que aparezcan, se queden de pie y canten.

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