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“Hollywood me abandonó, pero me dejó libre para otras cosas”: cómo Hugh Grant convirtió un rechazo en una oportunidad

Hollywood le cerró la puerta a hacer de galán romántico, pero él supo aprovechar la oportunidad para entregarse a papeles que han recordado al mundo que es un gran actor. Lo hará de nuevo en ‘Unfrosted’, el debut como director de Jerry Seinfeld

Hugh Grant arrives en Los Ángeles en 2017.
Hugh Grant arrives en Los Ángeles en 2017.Jon Kopaloff (FilmMagic)
Eva Güimil

Hay que reconocer que tiene un mérito excepcional que en el currículum de un actor convivan uno de los clásicos navideños más reconocibles y una de las fotos policiales más icónicas, lograda además por “comportamiento lascivo”. Tal vez el secreto de Hugh Grant (Londres, 63 años) sea ser él mismo, o al menos simularlo, un tipo algo gruñón, que siempre parece ligeramente incómodo y de eterno aspecto juvenil.

Tampoco le habrá restado puntos un pelazo que a veces ha generado más admiración que sus interpretaciones y que ha suscitado tutoriales para replicarlo. Cuando ves a Grant sabes exactamente cuál va a ser su papel, aunque a medida que ha madurado sus papeles se han vuelto más oscuros. Enemigo acérrimo de los tabloides, con los que mantiene un litigio encarnizado tras descubrir que su teléfono había sido pinchado, vio su cara en todas las portadas tras ser sorprendido con una prostituta en 1995 cuando le faltaban cinco minutos para ser una estrella global. Pero algo que podría haber acabado con cualquier carrera apenas dañó la suya, gracias a sus toneladas de encanto y a un control de daños posterior magistral.

Aunque siempre ha reconocido detestar la actuación, tras sobrepasar los sesenta no ha bajado el ritmo. Ultimamente lo hemos visto en The Regime junto a Kate Winslet, con quien ya coincidió en Sentido y sensibilidad, y está a punto de estrenar Unfrosted, debut como director del cómico Jerry Seinfeld que cuenta la historia de como los cereales Frosties revolucionaron el desayuno estadounidense y en la que Grant interpreta a Thurl Ravenscroft, el actor que interpretaba a Tony el Tigre.

Mira Stout y Hugh Grant en 1986
Mira Stout da de comer a Hugh Grant en 1986Mikki Ansin (Getty Images)
Hugh Grant
Hugh Grant en 1988.Arnaud BORREL (Gamma-Rapho via Getty Images)

La querencia de Grant por personajes propios del cine infantil, de ¡Piratas! a Dragones y mazmorras: Honor entre ladrones o Wonka –su divertidísima interpretación de un Oompa Loompa fue uno de los reclamos de la secuela de Charlie y la fábrica de chocolate–, tal vez tenga que ver con su paternidad tardía. Tuvo su primer hijo pasados los cincuenta y poco antes de cumplir los sesenta dio la bienvenida al quinto. Ha declarado con sorna: “Últimamente tengo un hijo cada jueves”. Tras una vida de soltería y romances mediáticos, en 2018 se casó con la productora sueca Anna Eberstein en una ceremonia íntima de la que no trascendieron imágenes.

Grant acepta que la paternidad lo ha cambiado: “Es completamente desgarrador tratar de ser un padre joven en el cuerpo de un anciano y he descubierto que, si tienes 60 años y hay cinco niños pequeños, en la casa tampoco puedes tener resaca. Pero vale la pena”, confesó a Los Angeles Times. Y también reconoce que ese cambio ha sido para mejor: “La gente me dice: ‘Has mejorado como actor en los últimos diez años’. A veces pienso que puede ser por los niños”.

A pesar de representar la esencia de lo británico, es uno de los pocos actores del Imperio a los que jamás se le ha planteado seriamente ser James Bond. “Que la gente realmente crea que puedo dar miedo con un arma en la mano es un poco ridículo”, declaró a Esquire (un prejuicio curioso ya que estuvo a punto de ser un militar profesional).

Emma Thompson y Hugh Grant
Emma Thompson y Hugh Grant en 1992.Dave Benett (Getty Images)

A pesar de lo bien que encaja en papeles con aire aristocrático, su infancia no fue acomodada. Creció en los suburbios del oeste de Londres en una familia que describe como de “caballeros empobrecidos”. Su padre perteneció a los Seaforth Highlanders, un regimiento al que la familia aportó varones durante generaciones, pero acabó vendiendo alfombras. Aunque la tradición le llevaba a la vida militar, se decantó por la literatura y se licenció en Oxford. Tenía interés por la filosofía hasta que se cruzó en su camino el teatro y empezó a interpretar pequeños papeles en producciones teatrales locales hasta que llegó su primera película, Privileged (1982), en la que interpretaba al fiestero de un grupo de estudiantes, algo muy similar a lo que hacía en ese momento.

A partir de ahí llegaron películas televisivas intrascendentes, obras de teatro en plateas vacías y un fallido programa televisivo en el que, además de actuar, escribía los guiones. Mientras trataba de sacar adelante el show recibió un mensaje: “James Ivory quiere verte”. Su primera opción fue rechazarlo, tal como reveló en el podcast WTF de Marc Maroon: “No estoy interesado en actuar. Tengo mi propio programa”, le dijo. Hasta que su hermano, en cuyo piso se había refugiado para no pagar alquiler, le recordó que necesitaba el dinero.

Su papel de amante de James Wilby en Maurice, la adaptación cinematográfica de la novela de EM Forster, les llevó a ambos a ganar Copa Volpi en el Festival de Venecia. Parecía que estaba a punto de convertirse en la nueva sensación británica, pero sólo llegaron películas de dudosísima calidad como Tren nocturno a Venecia (con un 2,3 de puntuación en la IMDB, y todos los que la han visto saben que es excesiva), guiones en los que los nombres de los realizadores no estaban a la altura de los resultados como Lunas de hiel de Roman Polanski o la disparatada La guarida del gusano blanco de Ken Russell y lo que él llama europuddings, coproducciones europeas en la que cada miembro del equipo hablaba un idioma, pero se rodaban en inglés para intentar aspirar al mercado estadounidense.

Hugh Grant y Elizabeth Hurley
Hugh Grant y Elizabeth Hurley en 1994.Dave Benett (Getty Images)

Una de ellas fue Remando al viento, la visión de Gonzalo Suárez de la amistad entre Lord Byron a quien interpretaba Grant y Mary Shelley. “Si alguien te dice que vayas a España, te pagan cientos de miles de dólares y hay muchas chicas bonitas, incluso aunque sepas que la película no va a ser muy buena, es muy difícil decir que no”, confesó ante Maroon. La película de Suárez ganó la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, aunque él no recuerda esa visita a la ciudad, tal como contó cuando volvió al certamen para promocionar Florence Foster Jenkins: “Debía de estar muy borracho porque no recuerdo nada. Creo que Gonzalo Suárez ganó una Concha, pero no recuerdo de qué color”.

Si no destaca en su filmografía, si en su biografía, porque durante el rodaje se enamoró de su coprotagonista, la también británica Elizabeth Hurley. Su historia de amor llenó portadas y se convirtieron en la pareja favorita de Inglaterra, aunque sus carreras no estaban a la altura de la expectación que generaban. Algo que iba a remediar un guion tan bueno que creyó que se trataba de una equivocación. Cuando leyó Cuatro bodas y un funeral (1994) llamó a su agente para preguntarle si era un error, porque hasta entonces sólo le habían ofrecido películas espantosas y porque unos meses antes le habían enviado por error el guion de Jerry Maguire, que acabaría interpretando Tom Cruise.

Cuatro bodas y un funeral, la película que le definió como galán romántico torpe, de adorable tartamudeo y pelo indomable, le hizo ganar el Globo de Oro y el BAFTA al mejor actor, a pesar de que en un inicio nadie lo quería. “El guionista Richard Curtis me odió nada más verme y no quería que hiciera la película, tampoco el productor”, se lamentó. Hoy resulta imposible imaginar a otro actor en ese papel.

Hollywood puso la vista en él y le ofreció una cantidad de dinero mareante por su trabajo en Nueve meses (1995), al lado de Julianne Moore. Y entonces llegó la noche que le lanzó definitivamente al estrellato.

Hugh Grant detenido
Una de las grandes fotos policiales de los noventa: Hugh Grant en Los Angeles tras ser detenido en 1995.Steve Granitz (WireImage)

El 27 de junio de 1995, alrededor de la una y media de la madrugada y apenas unos días antes del estreno que iba a suponer su gran debut en Hollywood, Grant se paseó en un BMW alquilado por Sunset Boulevard y, como si se tratase de la audición para un remake de Pretty Woman, negoció una felación con Divine Brown, una prostituta de 23 años. Como por los escasos 65 dólares que afirmaba llevar encima el servicio no incluía hotel, se quedaron en el coche. El acto fue interrumpido por la brigada antivicio de Los Ángeles y al día siguiente la foto de la ficha policial de ambos abrió los informativos.

Muchos dieron por finiquitada su carrera, pero Hollywood fue piadoso. Su redención fue magistral. Al día siguiente publicó un comunicado que decía: “Anoche hice algo completamente demencial, hice daño a algunas personas y he avergonzado a la gente con la que trabajo. Lamento ambas cosas mucho más de lo que puedo expresar”. Y en lugar de ocultarse acudió al Tonight Show de Jay Leno y estuvo tan encantador como en cualquiera de sus películas. “Hice algo abominable y ella (Elizabeth Hurley) ha estado increíble. En contra de lo que leo en los periódicos, ella me ha apoyado mucho y vamos a intentar solucionar esta situación”, reconoció.

Y lo intentaron. A pesar de que todo el mundo daba por muerta la relación estuvieron juntos cinco años más y siguen siendo tan buenos amigos que él es el padrino de su primer hijo. La carrera de Grant no se dañó, la de Hurley, que nunca había sido tan famosa, se potenció y Divine Brown todavía agradece al actor haber podido mandar a sus hijas a la universidad con el dinero que se embolsó gracias a las entrevistas.

Hugh Grant y Anna Elisabet Eberstein
Hugh Grant y Anna Elisabet Eberstein en los BAFTA 2024.Stephane Cardinale - Corbis (Corbis via Getty Images)

Hace unos años, Grant confesó lo que no había podido decir en plena promoción de Nueve meses, que lo que aquella noche lo había llevado a conducir por Sunset Boulevard había sido su descontento con la película. “Tuve un mal presentimiento al respecto. Fui a ver una proyección. Todo el reparto estaba brillante, pero mi actuación era tan atroz que no tenía un buen estado de ánimo”, reconoció. El público no pensó lo mismo. En contra de lo que podía esperarse, fue un éxito de taquilla. Y si alguien tenía la más mínima animadversión hacia él se desvaneció tras verle formar pareja con Julia Roberts en Notting Hill (1999).

Su desmesurada popularidad, además de convertir al barrio londinense en el favorito de los turistas, dio el pistoletazo de salida a una década en la que Grant se consolidó como galán de comedia romántica definitiva, un género que detesta y que le apartó de otros papeles prometedores. Por trabajar con Sandra Bullock en la hoy olvidada Amor con preaviso renunció a formar parte de la saga Harry Potter. Richard Curtis, que pasó de detestarlo a considerarlo su alter ego, le regaló uno de sus mejores papeles en Love Actually, su debut como director.

Comenzó la primera década del siglo XXI con un gran éxito, El diario de Bridget Jones (2000), en la que interpretaba al cínico Daniel Cleaver, el papel con el que afirma sentirse más identificado, y la terminó con un fracaso: ¿Qué fue de los Morgan? (2009), al lado de Sarah Jessica Parker. Ese título condicionó su carrera.

Colin Firth, Rene Zellweger y Hugh Grant
Colin Firth, Rene Zellweger y Hugh GrantFerdaus Shamim (WireImage)

“Hollywood me abandonó”, reconoció a Los Angeles Times. “En ese momento no era yo quien renunciaba a Hollywood. Lo quisiera o no después de eso, los días de ser un protagonista muy bien pagado desaparecieron de la noche a la mañana. Fue un poco embarazoso, pero me dejó libre para otras cosas.”

Supo diversificarse en proyectos tan extraños como El atlas de las nubes de las hermanas Wachowski o la magistral Paddington 2, se integró en la pandilla de Guy Ritchie y acabó abrazando la televisión, un medio que afirma haber ignorado “por esnob”. The undoing, la serie de HBO que rodó al lado de su amiga Nicole Kidman le proporcionó una nominación al Emmy, pero fue Un escándalo muy inglés la que recordó al mundo el excelente actor que es.

Andie MacDowell y Hugh Grant
Andie MacDowell y Hugh Grant en los Oscar en 2023.Handout (Getty Images)

Parece disfrutar genuinamente de su adiós a los papeles de galán romántico “Me hice demasiado viejo, gordo y feo para hacer comedias románticas, así que pude ponerme con cosas más interesantes”. No tiene previsto jubilarse. Aunque rechazó la tercera parte de Bridget Jones por no encontrar satisfactorio su guion, parece casi confirmada su aparición en la próxima película de la saga, aunque tiene claro que sólo lo hará si el proyecto merece la pena. ”No creo que debas hacer nada sólo por el dinero”, ha confesado. “Una de las pocas cosas que he aprendido en la vida es que si lo haces, al final todo se vuelve en tu contra.”

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Sobre la firma

Eva Güimil
Eva Güimil (Mieres, 1972) ha sido directora y guionista de diversos formatos de la televisión autonómica asturiana. Escribe sobre televisión en EL PAÍS y ha colaborado con las ediciones digitales de Icon y 'Vanity Fair'. Ha publicado la biografía de Mecano 'En tu fiesta me colé'.
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