Ayuso diseña un Gobierno con apenas tres consejeras y asume en solitario la dirección política e ideológica

Isabel Díaz Ayuso, que este jueves ha sido votada como presidenta de la Comunidad de Madrid en la Asamblea regional, nombrará este lunes un gobierno con apenas tres consejeras de nueve posibles para la próxima legislatura. La líder conservadora ya diseñó el ejecutivo autonómico con menos consejeras de España en 2019, cuando llegó al poder por primera vez. Un planteamiento en el que perseveró tras las elecciones adelantadas de 2021, cuando nada cambió: Madrid siguió a la cola en número de políticas con carteras de gobierno, empatada con Murcia, Castilla y León, y La Rioja, aunque con el plus de tener una mujer presidenta. De cara al ciclo 2023-2027, Díaz Ayuso contará con Rocío Albert (Economía, Hacienda y Empleo); Fátima Matute (Sanidad); y Ana Dávila (Familia, Juventud y Asuntos Sociales). El balance global supone que la líder conservadora haya renovado al completo su Ejecutivo, prescindiendo de todos los consejeros que le acompañaban hasta ahora en el Gobierno, y llenándolo de perfiles de carácter gestor sin capacidad para ejercer de contrapeso: tras las salidas de Enrique Ossorio, Enrique López, Paloma Martín y Javier Fernández-Lasquetty, Díaz Ayuso pilotará en exclusiva el timón ideológico de la Comunidad.

“No cambio el Gobierno por falta de confianza, nada más lejos [de la realidad], o porque piense que las cosas no se han hecho bien”, ha defendido Díaz Ayuso durante el pleno en el que se debatía su investidura como presidenta, lograda con el apoyo de los 70 diputados del PP, la abstención de 10 representantes de Vox, y el voto en contra de los grupos de PSOE y Más Madrid. “Pienso que el trabajo que han realizado todos los consejeros nos ha traído a esta mayoría absoluta y esto es digno de reconocimiento”, ha añadido. “Pero es imprescindible renovar”, ha subrayado. “Sé que la renovación nos da la fuerza y el vértigo necesario para no vivir acomodados. Y cuando nos imponemos retos, avivamos la imaginación”.

Así, además de las tres consejeras, estos son los integrantes del nuevo Ejecutivo de Díaz Ayuso, renovado al completo. Miguel Ángel García se ocupará de la cartera de Presidencia, Justicia y Administración local; Emilio Viciana, de la de Educación y Universidades; Carlos Novillo, de la de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Interior; Miguel López-Valverde Argüeso, de la de Digitalización, de nueva creación; Mariano de Paco, de la de Cultura, Turismo y Deporte; y Jorge Rodrigo, de la de Vivienda, Transportes e infraestructuras.

Los nombramientos no están exentos de polémica. Primero, porque Díaz Ayuso no ha designado vicepresidente, lo que fomenta la competición interna entre los consejeros para lograr unos galones que virtualmente lucirá, por ahora, García. Segundo, porque la biografía de varios de los elegidos está llena de aristas y polémicas. Y tercero, porque ese pasado político se traducirá en el presente como una oportunidad para la confrontación en el Parlamento que a buen seguro intentará explotar la oposición de izquierdas (Más Madrid con Mónica García al frente y el PSOE con Juan Lobato). Tres ejemplos.

Albert, la nueva titular de Economía, Hacienda y Empleo, duró menos de 100 días como número dos de la cartera que ahora ocupa durante el Gobierno de Cristina Cifuentes, y luego pasó de promocionar la creación de la decimotercera universidad privada de Madrid, UDIT, a ultimar su aprobación ya como viceconsejera de Educación de Díaz Ayuso. De los nuevos consejeros de Ayuso, solo Albert, patrona de FAES, se sitúa con claridad en una familia política del PP, el ala dura del expresidente Jose María Aznar.

La trayectoria de Dávila, nueva consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, también está llena de episodios noticiosos. Durante lo peor de la pandemia, cuando firmó miles de contratos como viceconsejera de Asistencia Sanitaria, también rubricó el acuerdo con la empresa Priviet para comprar mascarillas que permitió al hermano de la presidenta cobrar una comisión de 234.000 euros. Tras dejar ese puesto gubernamental, desde el que vivió las miles de muertes causadas por el coronavirus en las residencias, se incorporó, precisamente, a la comisión parlamentaria de investigación que buscaba responsabilidades políticas por los protocolos de triaje que impidieron trasladar a los ancianos a hospitales durante la tragedia. De hecho su nombre aparecía en los correos enviados por Carlos Mur, un alto cargo regional, para informarle de los límites a esas derivaciones, por lo que se puede deducir que las conocía.

Finalmente, Matute, que estará al frente de Sanidad, y es licenciada en Medicina y Cirugía, y Médico Especialista en Radiodiagnóstico, ha estado vinculada a la sanidad privada a través del grupo Quirón, según consta en su perfil de LinkedIN, dato que ha omitido el Gobierno en la nota biográfica distribuida entre los medios. El grupo Quirón gestiona cuatro hospitales públicos de gestión privada en la región (Fundación Jiménez Díaz, en régimen concertado; y Infanta Elena, Villalba y Rey Juan Carlos, en régimen de concesión).

Además, en la nueva alineación gubernamental hay varios ascensos internos que afectan a políticos que han trabajado previamente con Díaz Ayuso en la Administración o la Asamblea regional. Son los casos de García, que ya fue viceconsejero la pasada legislatura; de Albert, que ocupó la misma posición como segunda de Ossorio; de Novillo, que estaba al frente del 112; o de Rodrigo, que se desempeñó en la Mesa de la Asamblea regional entre 2021 y 2023.

La presidenta tomará posesión de su cargo este viernes. Sus consejeros lo harán el próximo lunes. Y así arrancará el tercer gobierno de Diaz Ayuso. Un equipo hecho a la medida de la presidenta, por y para ella, y tras la mayoría absoluta del 28M esta vez sin injerencias de la dirección nacional de Génova. El Gobierno más Díaz Ayuso de Díaz Ayuso.

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