Más de 3,7 millones de valencianos votan bajo la mirada atenta de toda España

Más de 3,7 millones de valencianos están llamados hoy a las urnas. Con sus votos decidirán quién tomará el timón del ciclo pospandemia en la Comunidad Valenciana y quién determinará, al menos en parte, las medidas tanto económicas como sociales para afrontar la crisis energética y la inflación causadas por la guerra en Ucrania. Será en los próximos cuatro años cuando se diseñe y defina la recuperación y se muestre la oportunidad e impacto de las iniciativas adoptadas hasta ahora.

La presidencia de la Generalitat está más disputada que nunca. Apenas unos miles de votos pueden decantar la balanza en la reedición de un Gobierno progresista, liderado por el PSOE y apoyado por Compromís y Podem, o hacerlo del lado de las derechas, con el PP al frente en coalición con Vox. No hay nada sentenciado. El número de indecisos rozaba el 10% según la última encuesta realizada por 40dB. para EL PAÍS, pero el color tanto de la Generalitat como de los ayuntamientos valencianos no es lo único que se resolverá con los votos que se depositen de las urnas de la Comunidad Valenciana que, en estas elecciones del 28-M, han atraído la mirada de toda España.

Los valencianos tienen en su mano también el mostrar la resistencia de la izquierda y medir el avance de la estrategia de la derecha en general y del PP en particular. La Comunidad Valenciana ha sido señalada como clave y termómetro de lo que puede pasar en las próximas elecciones generales. Los socialistas valencianos aspiran a volver a ser el partido más votado, aunque todas las encuestas lo descartan y dan paso al PP en el primer lugar de la lista. En cualquier caso, ni unos ni otros rozan la posibilidad de optar a una mayoría suficiente para acceder a la presidencia de la Generalitat sin el apoyo de otro u otros partidos. El PSOE ha mostrado sus cartas sobre los apoyos poselectorales, pero los populares tendrán que desvelar hasta dónde ceden a la ultraderecha de Vox. El escrutinio ofrecerá señales sobre la fortaleza, o debilidad, de los líderes nacionales de ambas formaciones, que se han empleado a fondo durante la campaña.

También se la juega Podemos, en confluencia con Esquerra Unida, que está en el filo del mínimo del 5% de los votos emitidos necesarios para obtener representación en el parlamento autonómico. De su resultado, posiblemente, dependerá la opción de reeditar el Gobierno del Botànic, pero también puede ser definitivo para el futuro de los morados y la medida sobre sus exigencias a la plataforma Sumar. Compromís también calibrará si sufre desgaste. Vox fijará sus reivindicaciones para lograr puestos a cambio de sus votos y Ciudadanos evaluará el nivel en el que se encuentra su supervivencia.

El hecho de que todos los ojos estén puestos en los resultados de la Comunidad Valenciana ha restado, en cierta medida, espacio a los temas territoriales. Pero la que viene será también la legislatura de la vivienda, según han asegurado los candidatos de todos los partidos. Y de la sanidad, a la que se aplicarán diferentes recetas según quién gobierne la Comunidad Valenciana a partir del lunes. También son diferentes las herramientas que las derechas y la izquierda prevén para un desarrollo sostenible, la educación o para la defensa de señas de identidad. Los impuestos son una de las áreas en las que más discrepancias se vaticinan y en la que más críticas se han cruzado sobre la fórmula de resarcir esa bajada de ingresos en las arcas públicas. Tampoco la política industrial, la conciliación o la movilidad tendrán el mismo destino si se revalida el Gobierno progresista del Botànic o si es la derecha del PP y Vox la que llega al poder.

Los votos que decidirán se depositarán en 16.256 urnas repartidas por toda la Comunidad Valenciana en 6.169 mesas electorales instaladas en 2.178 colegios. Una vez finalizado el horario de votación, los 2.903 representantes de la Administración asignados para ello transmitirán los datos a la subdelegación del Gobierno a través de 2.357 tabletas y teléfonos móviles distribuidos para este fin y que cubrirán el 95% de las mesas. En los municipios donde no sea posible utilizar esta tecnología, la transmisión de datos se hará vía telefónica.

66 millones de papeletas

El global de papeletas supera los 66 millones y con estas se decidirá quién ocupa cada uno de los 99 escaños que conforman las Cortes valencianas, de las que saldrá el presidente de la Generalitat. Las elecciones de este 28-M decidirán también los mandos de los ayuntamientos valencianos y a qué partidos se asignan 5.764 concejales.

En total, se han proclamado 46 candidaturas de distintas fuerzas políticas compuestas por 1.754 personas, de las que 933 son hombres, un 53%, y 821 mujeres, el 47%.

Para facilitar el derecho al voto, el Consell ha distribuido 96 lotes de votación accesible y ha puesto en marcha un servicio de traslado de electores en los 26 ayuntamientos que lo han solicitado. Este se realizará en núcleos de población dispersos y, en colaboración con la Cruz Roja, se ha establecido un dispositivo para transportar a los colegios electorales a las personas con movilidad reducida o ingresadas en centros hospitalarios.

Para garantizar la seguridad y tranquilidad de la jornada se contará con 10.027 efectivos de los distintos cuerpos de seguridad, con lo que el coste máximo del dispositivo electoral en lo que corresponde a la Delegación del Gobierno de la Comunidad Valenciana para la cita del 28-M asciende a 4,9 millones de euros.

El recuento empieza en los ayuntamientos

El escrutinio comenzará por las elecciones locales y, una vez finalizado, se pasará al de las autonómicas. La Generalitat ha habilitado una página web específica resultats2023.gva.es donde se podrán consultar en tiempo real los datos por provincias, comarcas y municipios. Además, se han puesto a disposición de la ciudadanía aplicaciones gratuitas para móviles con el fin de poder hacer un seguimiento del escrutinio en tiempo real.

Además, la oficina del padrón del Ayuntamiento de Valencia permanecerá abierta durante la jornada electoral, de 8.30 a 20.00, para atender consultas de censo electoral y emitir certificaciones censales especiales para poder ejercer el derecho al voto con motivo de las elecciones municipales y autonómicas. El servicio de atención presencial está dirigido a personas que figuran en el censo pero llegan a votar a la mesa y no aparecen.

Recibe cada tarde el boletín Diario electoral, escrito por el director adjunto de EL PAÍS Claudi Pérez. Y aquí, la radiografía de todas las comunidades que van a las urnas.