La Temporada de Danza de Terrassa celebró sus 40 años con una magnífica gala de estrellas
En el mismo acto se presentó un libro conmemorativo del aniversario del festival
La noche del pasado sábado LaFACT, Factoría Cultural de Terrassa, se engalanó, incluida alfombra roja y cañones de luz, para conmemorar y clausurar la 40ª Temporada BBVA de Danza. Fue una noche mágica en la que bajo el nombre Noche Europea de la Danza, se pudo asistir a una gala de estrellas, que contó con la participación de las principales figuras de la Ópera Nacional de París, del Staatsballet de Berlín, del Het National Ballet de Ámsterdam, Ballet de la Ópera de Roma y Ballet de la Ópera de Viena. En el mismo acto se presentó el libro, 40 Anys Factoria de la Dansa, que cuenta con una cronología de las compañías invitadas durante estos años y con artículos de Adrià Fornés, actual director artístico de la Temporada y de Joaquín Noguero, filólogo y crítico de danza.
Al principio de la función el periodista y presentador de TV3 Xavi Coral introdujo los parlamentos de las diferentes autoridades, entre ellos Anna Erra, presidenta del Parlament; Xavier Queralt, presidente de LaFACT; Maise Balcells, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Terrassa, y Josep Vives, director de Promoción Cultural y Bibliotecas de la Generalitat. Todos ellos elogiaron la labor que durante estos 40 años ha realizado la Temporada de Danza, los primeros 20 años de la mano de su primer director artístico, Eduard Vives, y bajo el patrocinio de Caixa de Terrassa, y más tarde bajo la dirección de Adrià Fornés y el patrocinio del BBVA y el Ayuntamiento de Terrassa. No hay duda que todos ellos han contribuido a crear un público fiel que acude puntualmente a los espectáculos. La ocupación media es del 85%. La noche de sábado, las 733 plazas del aforo de LaFACT estaban llenas.
Por su escenario han pasado compañías internacionales como el Ballet Nacional de Cuba, Toronto Dance Company, Pilobous Dance Theatre —que regresa la próxima temporada—, Nikolais and Murray Louis Dance, Ballet du Nord, Martha Graham Dance Company, Béjart Ballet de Lausanne y Paul Taylor Dance Company, entre otros, además de artistas nacionales como la Compañía de Víctor Ullate, IT Dansa, Compañía de Antonio Najarro, Compañía de Antonio Gadés, Compañía de María Pagés, Crea Dance Company de María Rovira, Barcelona Ballet de Àngel Corella, Gelabert-Azzopardi, Mudances de Àngels Margarit y un largo etcétera.
El secreto de esta consolidada temporada reside en que primero Eduard Vives y después Adrià Fornès, aman la danza y han sabido ser ambiciosos a la hora de lograr que el público disfrute con los espectáculos programados. Ambos han ofrecido calidad y un amplio abanico de estilos.
La Noche Europea de la Danza contó con diez figuras de las principales compañías internacionales europeas y todos ellos mostraron una depurada técnica y fuerte personalidad escénica. Los más virtuosos fueron Maia Makhateli y Víctor Caixeta, ambos del Het National Ballet de Ámsterdam, que interpretaron un emotivo e intenso dúo con música de La muerte del cisne de Camille Saint-Saëns y coreografía de Guiherme Maiel, pieza con la que el autor ganó el premio sobresaliente del Youth Grand Prix de 2016. Estos magníficos intérpretes cerraron la Gala con el difícil paso a dos de Raymonda (1898) con coreografía de Marius Petipa y música de Aleksandr Glazunova. Makhateli clavó sus puntas con una seguridad pasmosa y sus evoluciones fueron de una precisión matemática. Por su parte Caixeta literalmente voló: sus saltos se suspendieron en el aire cortando la respiración del espectador.
Otra de las parejas más aplaudidas fueron Ksenia Ovsyanick y Alejandro Virelles, del Staatsballet de Berlín. En la primera parte interpretaron una pieza de corte neoclásico, titulado Mercy (extracto de Voices), que el coreógrafo David Dawson creó en 2021 durante la pandemia con música de Max Richter. Se trata de un dúo potente técnicamente y que emana una gran tristeza. Esta pareja volvió a deslumbrar en el Grand Pas Classique, una coreografía que Victor Gsovsky creó en 1949 para la gran bailarina de la Ópera Nacional de París, Yvette Chauviré, con música de François Auber. Es una pieza de una gran dificultad técnica, que ambos intérpretes salvaron a la perfección. Otras rutilantes estrellas de esta inolvidable noche fueron Roxane Stojanov, del Ballet de la Ópera Nacional de París, y Antonio Conforti del Ballet de la Ópera de Viena, que enardecieron al público con su baile en el paso a dos de Don Quijote (1869) con coreografía de Rudolf Nureyev sobre la original de Marius Petipa y música de Ludwig Minkus. Ambos volvieron a seducir con Signes, el contemporáneo dúo de Carolyn Carlson con música de René Aubrey.
Michele Satriano y Rebecca Bianchi del Ballet de la Ópera de Roma interesaron con el paso a dos de La Cenicienta, en la versión que creó Nureyev con música de Sergei Prokofierv, y en la que el sueño de la protagonista es ser actriz de Hollywood. De nuevo ambos realizaron una virtuosa y emocionante interpretación en Within the Golden Hour, una excelente coreografía de Christopher Wheeldo de 2008 con música de Ezio Bosso y Antonio Vivaldi. Una pieza fascinante. Por su parte, Héloïse Bourdon y Jéremy-Loup Quer del Ballet Nacional de la Ópera de París, cumplieron en el paso a dos de Cascanueces (1892) y en el del II Acto del Lago de los cisnes.
Finalizada la función el numeroso público, que aplaudió durante toda la representación, se encontró a la salida con una sorpresa: un sabroso trozo de pastel de chocolate muy bien embalado para llevarlo a casa y un calendario con fotos de las compañías programadas para la próxima temporada de LaFACT.
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