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Trias apremia a ERC para pactar la investidura ante el último envite de Colau por tejer un frente de izquierdas

Junts ofrece a Maragall el control de Urbanismo y Cultura para contrarrestar la inédita oferta de los comunes para fraccionar la alcaldía

Jaume Collboni, Ernest Margall, Ada Colau y Xavier Trias, acompañados de Eva Parera, Anna Grau y Daniel Sirera, en una foto de campaña para EL PAÍS.
Jaume Collboni, Ernest Margall, Ada Colau y Xavier Trias, acompañados de Eva Parera, Anna Grau y Daniel Sirera, en una foto de campaña para EL PAÍS.Albert Garcia

El Gobierno de Barcelona toma forma de jeroglífico. Xavier Trias quiere amarrar el triunfo que le dieron las urnas, pero sus rivales, sobre todo Ada Colau, exprimen la aritmética para tratar de hallar una fórmula que desplace al candidato de Junts per Catalunya. A pactos revueltos, ganancia de Esquerra Republicana. Ernest Maragall sufrió un duro revés el 28 de mayo, perdió la mitad de los ediles que había logrado en 2019, pero tiene un papel de bisagra en el diseño del Gobierno municipal y se le acumulan las ofertas en los oídos. Colau le ofrece ser alcalde durante un año, el primero del mandato, en una alcaldía compartida con ella y el socialista Jaume Collboni; pero Trias contraataca con dos tenencias de alcaldía, poder en urbanismo y cultura, y el control de tres de los 10 distritos de la ciudad.

Xavier Trias espera con un ansia especial la llegada del fin de semana. El candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona descuenta las horas que faltan para la sesión de investidura del sábado, donde, sobre el papel, recuperará la vara de alcalde que tuvo que cederle a Ada Colau en 2015. Trias ganó las elecciones del 28 de mayo, pero el escaso margen de ventaja que le saca al socialista Jaume Collboni y a Ada Colau ha desatado la incertidumbre por las combinaciones que ofrecen los pactos electorales. El martes, Colau hizo pública una estrambótica propuesta para apartar a Trias y repartir la alcaldía entre tres. La maniobra contempla una alternancia entre ERC, Barcelona en Comú y el PSC, a razón de un año de mandato para Ernest Maragall, un año y medio para Colau y los últimos 18 meses para Jaume Collboni. Entre los tres, suman 24 ediles de un total de 41. “La propuesta de trialcaldía que hace Ada Colau para mantenerse en el poder no tiene nada que ver con las izquierdas ni con el progreso de Barcelona; ni siquiera tiene que ver con Barcelona. Colau hace un último movimiento a la desesperada para salvar el cuello; lo hace exclusivamente en clave de supervivencia personal”, valoró el equipo de Trias.

La candidatura de Trias per Barcelona obtuvo 11 ediles, por los 10 que sacó el PSC y los nueve de Barcelona en Comú. Esquerra se quedó con cinco, uno más que el PP. Vox obtuvo dos. La mayoría está fijada en los 21 votos y, sin ningún candidato los logra, es investido alcalde quien lidere la lista más votada.

Trias, de 76 años, mantiene negociaciones permanentes para atar su regreso al puesto de mando. Fuentes de su entorno aseguran que los contactos se hacen con Esquerra y con el PSC, pese a dar por descontado que es improbable poder llegar alguna alianza con los socialistas. Más expectativas generan las conversaciones con Ernest Maragall. “No vamos a compartir la alcaldía con nadie”, afirma un colaborador de Trias. La táctica para seducir a los republicanos es darles un potente paquete de atribuciones: dos tenencias de alcaldía y la gestión directa de tres de los 10 distritos que hay en la ciudad. Pese a que dentro del equipo de Junts hay discrepancias por la oferta, que se considera desproporcionada atendiendo a los resultados de ERC, Trias dejaría en manos de Maragall las áreas de Urbanismo y de Cultura. “No hemos ocultado nunca que queremos tener un Gobierno amplio y fuerte”, dicen desde la candidatura Trias per Barcelona. Los dos partidos independentistas suman 16 concejales; uno más de los que tenía el exalcalde cuando gobernó entre 2011 y 2015.

Mientras, los comunes se han atribuido la iniciativa para negociar un pacto de izquierdas, junto al PSC y ERC. El martes, durante una entrevista en TVE, Colau defendió con insistencia su atrevida propuesta de fraccionar la alcaldía por turnos, como fórmula para evitar que Trias sea alcalde. Cuatro horas después de la propuesta, Laia Bonet, portavoz de las negociaciones por parte de los socialistas, la rechazó contundentemente. Bonet, número tres de la lista, afirmó que “en Barcelona se ha votado cambio” y que “el PSC es la única fuerza que puede aspirar a aglutinar una amplia mayoría”. Añadió que ERC “ha apostado por un frente independentista con Xavier Trias” y que, en cualquier caso, “fórmulas como las presentadas” por Colau no serían entendidas por los votantes progresistas “ni contribuirían a la estabilidad” que necesita el consistorio. En resumen, el PSC defiende que Barcelona “necesita un alcalde fuerte” y que mantendrá la candidatura de Collboni a la alcaldía.

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La investidura del futuro alcalde de Barcelona, prevista como en todos los municipios españoles para el sábado, depende de los recursos presentados por Vox contra el recuento electoral. El partido de ultraderecha ha presentado ya dos recursos en los que pide revisar los votos declarados nulos la noche electoral: considera que si se validaran, podrían favorecer su resultado. La formación podría presentar un tercer recurso contencioso ante los tribunales, para lo que tiene de plazo hasta el mismo día 17. En este caso, la investidura se aplazaría tres semanas, hasta el viernes 7 de julio.

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