Rechazo en el PP catalán a que el partido posibilite la alcaldía de Barcelona a Trias: “No nos podemos fiar de él, nos puede dejar en evidencia”

La decisión del candidato del PP en Barcelona, Daniel Sirera, de posibilitar que Xavier Trias se convierta en alcalde de la capital catalana con el acuerdo de la dirección nacional, está generando un intenso debate interno en el partido. Dirigentes de peso y exdirigentes del PP catalán consideran un error que la formación permita que el candidato de Junts se haga con la alcaldía en lugar de apoyar al candidato del PSC, Jaume Collboni, aunque este fuera acompañado por los comunes. Estos cargos y excargos populares advierten de que Trias “ha sido utilizado como señuelo moderado para ganar las elecciones, pero luego se plegará al movimiento que le ha dado la alcaldía”, en referencia al independentismo, y, por tanto, su futura gestión del Ayuntamiento arroja muchos interrogantes. “No nos podemos fiar de él, nos puede dejar en evidencia”, alertan estas voces. Otros, como el exlíder del PP catalán Alejo Vidal-Quadras, son todavía más contundentes: “Bajo ningún concepto el PP ha de facilitar la alcaldía de Barcelona al separatismo golpista”.

La decisión sobre la alcaldía de Barcelona es una patata caliente para el PP, que con sus 4 ediles de 41 puede tener la llave para evitar que el candidato de Carles Puigdemont, que ganó las elecciones, con 11, se haga con el bastón de mando municipal. Trias logró solo un edil de ventaja sobre Jaume Collboni, del PSC, y dos respecto de Ada Colau, de Barcelona en Comú. Junts per Catalunya está, con todo, muy lejos de los 21 que marcan la mayoría absoluta del pleno. El PSC y el PSOE piden al PP que les dé sus votos para cortar el paso al candidato de Junts basándose en un precedente: hace cuatro años, la lista electoral que comandaba Manuel Valls por Barcelona pel Canvi y que integraba a Ciudadanos cedió sus votos a Ada Colau para evitar que gobernara ERC, que había ganado las elecciones.

Pero Sirera, en consenso con Génova, ha decidido, de momento, que se votará a sí mismo, lo que permitirá que Trias se haga con la alcaldía de Barcelona, aunque en su partido no todos están de acuerdo. “La decisión es susto o muerte, pero hay que saber qué es susto y qué es muerte”, reflexiona un dirigente de peso del PP catalán. “Y la pregunta es: ¿qué hará Trias cuando consiga la alcaldía? Porque podría ir a ver a Puigdemont a Waterloo, o aparecer en el balcón del Ayuntamiento acompañado de Laura Borrás con una estelada, y la pregunta entonces es: ¿cómo quedamos nosotros?”. Este alto cargo analiza que dejar gobernar al candidato de Junts es “la solución aparentemente más cómoda, porque hacer alcalde a Collboni es incómodo porque es tu rival”, pero al mismo tiempo “es cortoplacismo; porque Collboni y Colau podrán hacer cosas en política municipal con las que no estemos de acuerdo, pero no caerán en actuaciones antisistema, y de Trias, sin embargo, no te puedes fiar”. El problema, advierten esas voces, es que una vez permites a Trias gobernar, este “se convierte en depositario de tu destino”.

En la misma línea, Vidal-Quadras, que fue presidente del PP en Cataluña entre 1991 a 1996 y después se fue a Vox, aunque también ha abandonado el partido de Santiago Abascal, considera que la opción menos mala es permitir que gobierne el candidato del PSC con apoyo de los comunes. “El tándem Collboni-Colau es un horror, pero Trias sería una catástrofe. Entre lo malo y lo pésimo, lo malo”, zanja Vidal-Quadras, a quien la diputada y exnúmero uno popular al Congreso por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo atrajo en la pasada campaña de nuevo al PP. Álvarez de Toledo, muy conectada con estas y otras voces del unionismo en Cataluña, como Sociedad Civil Catalana, que también ha pedido al PP que impida que Trias se haga con la alcaldía, guarda de momento silencio.

El PP es un hervidero interno por esta compleja decisión y también hay dirigentes de los populares catalanes que reconocen que, aunque Trias no les gusta “nada” y “no hay que olvidar que estos tíos iniciaron el procés”, entienden el porqué de dejarle paso. “El problema es que apoyar a un socialista con los de Colau deslegitimaría la campaña de [Alberto Núñez] Feijóo para las generales, porque [Pedro] Sánchez podría acusarle de permitir que gobiernen en Barcelona sus mismos socios”, opina otro alto cargo popular que lideró el partido en Cataluña. “Ahora bien, nuestros adversarios políticos nos van a achacar todo lo que Trias haga en la alcaldía”.

Pese a las críticas, la dirección nacional del PP defendió el lunes que Daniel Sirera se vote a sí mismo, aunque eso implique permitir que el candidato de Junts se convierta en alcalde de Barcelona. “Estamos absolutamente legitimados para votarnos a nosotros mismos. A ver si el único partido en este país que no se puede votar a sí mismo es el PP”, se quejó el portavoz de campaña popular, Borja Sémper. El vicesecretario del PP dejó, no obstante, un resquicio abierto al pacto con el PSC, consciente de que la presión no deja de crecer: “De aquí al sábado, quienes optan a la alcaldía de Barcelona tienen tiempo para convencer a Dani Sirera de que las opciones que le ofrecen son las mejores”.