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Vox y el PP se preparan para acordar gobiernos mediante distintos pactos en 135 municipios

El partido de Feijóo admite que no pone vetos a los acuerdos con la formación ultra en los ayuntamientos ni para formar Ejecutivos de coalición

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, este lunes en la sede de su partido en Madrid. Foto: THOMAS COEX (AFP)

La negociación avanza en algunos sitios mejor que ayer”: Así reconocía el lunes el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, el estado de las conversaciones en marcha en estos momentos entre su partido y el PP de Alberto Núñez Feijóo para la plasmación de una serie de pactos en el ámbito municipal, que son los que se dirimirán antes del sábado, cuando deben constituirse los ayuntamientos. Garriga cifró en 135 los municipios en los que se está negociando, entre ellos grandes ciudades como Valencia, Sevilla o Valladolid, pero la casuística es variada porque el acuerdo entre el PP y Vox “es fundamental”. La cúpula nacional de Vox ha dado libertad a sus estructuras locales para emprender las negociaciones bajo su supervisión, pero admiten que no van a tener la misma fuerza donde pueden aportar un concejal que donde tienen siete disponibles para sustentar la mayoría. La dirección nacional del PP ya no esconde que no pone vetos a esos acuerdos. Ni siquiera a que Vox entre en gobiernos de coalición.

Vox ha puesto el foco esta semana que considera “crucial”, antes de la formación de los ayuntamientos el sábado, que se puedan alcanzar acuerdos con el PP para construir “alternativas” a los gobiernos de izquierdas en los municipios donde obtuvo una representación suficiente en las elecciones del 28-M para determinar la orientación de esos consistorios. Garriga calculó el lunes, tras la reunión de la dirección nacional de Vox, que son 135 y abogó por llegar a pactos con el PP en todos, “porque los españoles han pedido una alternativa”.

La disposición de Vox es “negociar lo que haga falta y hasta donde haga falta”, como ya avanzó su líder, Santiago Abascal, el 28-M, tras la noche electoral. Por ahora no quieren ser más precisos públicamente en los resultados de esos contactos, “para evitar el circo mediático”, como dijo el lunes Garriga, y porque constatan que “el PP sigue en la mesa”.

El secretario general de Vox concedió que esta semana clave “el chantaje y la presión” serán muy grandes, pero indició que su partido está en esas negociaciones “con una actitud dialogante y la mano tendida, porque hay tiempo para seguir trabajando” y para imponer algunos de sus puntos programáticos. Garriga solo concretó pactos prácticamente hechos en Guadalajara, Elche (Alicante, 234.000 habitantes) y Molina de Segura (Murcia, 2.200 habitantes), entre la docena de localidades con los acuerdos ya cerrados, pero no aclaró nada sobre cómo van los contactos en Valladolid, Burgos y Toledo, donde son imprescindibles para un Gobierno con alcalde del PP. Garriga sí precisó que esperan cuanto antes una rectificación de la situación en Gijón, donde han lanzado un ultimátum a PP y Foro Asturias para que retomen las negociaciones o saldrá adelante la lista más votada del PSOE.

La dirección nacional del PP avala que se firmen los pactos que sean necesarios con Vox en los ayuntamientos en los que se requieran los votos del partido ultra para arrebatar el poder a la izquierda. Esa es la decisión, incluso aunque esos acuerdos sean para conformar gobiernos de coalición con la extrema derecha, y pese a que va en contra de la doctrina de Alberto Núñez Feijóo de dejar gobernar a la lista más votada. Fuentes de la cúpula popular subrayan que “no hay ningún veto” por parte de la dirección a los acuerdos con Vox en los Consistorios, y que, de la misma manera, “no hay ningún veto para gobiernos de coalición en los Ayuntamientos”. El equipo de Feijóo argumenta que su propuesta de dejar gobernar a la lista más votada “tiene que ser un pacto global con el PSOE; porque si no el PP haría el canelo” y, en vista de que los socialistas no están por la labor, “la vida sigue”. Esto es, que el PP podrá pactar con Vox allá donde sea necesario, como se dispone a hacer.

La cúpula de Feijóo deja en manos de los territorios la decisión y no define ningún límite a esos acuerdos. “Hasta el sábado hay tiempo para negociar, para hablar y para acordar gobiernos municipales”, reflexionó el lunes el portavoz de campaña del PP, Borja Sémper. No quiso precisar si en concreto en las alcaldías de Burgos, Valladolid, Guadalajara, Toledo, Talavera de la Reina (83.200 habitantes) y Alcalá de Henares (196.000), donde es necesario un acuerdo de las derechas para evitar que gobierne la izquierda, habrá pacto con Vox. “Esperaremos hasta el sábado. Se nos piden cosas en algunos lugares y nadie nos dice para qué y por qué. La posición del PP es absoluta confianza en nuestros candidatos”, sostuvo Sémper.

Feijóo ha decidido dejar fuera a los consistorios de su criterio de evitar gobiernos conjuntos con Vox, que sí ha defendido para las comunidades autónomas. “Vamos a intentar hasta el final conformar gobiernos en las comunidades solo por el PP. Este es nuestro compromiso y nuestra decisión”, dijo Sémper el lunes pasado.

En la sede nacional de Vox defienden su criterio y supervisión sobre esta negociación con el PP, ahora municipal, pero asumen que no será lo mismo donde solo puedan aportar un concejal que donde tengan siete. “En este caso, nos encontramos con que en el PP hay tantas posturas como candidatos, porque Génova dice que prefiere la lista más votada y luego llega María Guardiola en Extremadura y dice que no. Depende, entonces, del día y de lo que nos necesiten”, matiza un miembro de la cúpula de la formación ultra. La máxima en estos diálogos la repitió el lunes Garriga tomándola del propio Abascal: “Si quieren los votos de Vox, tendrán que respetar a los votantes de Vox”. Que en el lenguaje de esa formación quiere decir que pretenden ser determinantes y entrar en todos los gobiernos en los que sean imprescindibles para que prospere un alcalde de centroderecha.

Diversos contextos en distintos territorios

Valladolid y Burgos. La probable llegada de Vox a los ayuntamientos de Valladolid (517.000 habitantes) y Burgos (166.000) junto al PP recuerda en su desarrollo a cómo pactaron ambos para la Junta de Castilla y León hace año y medio. La extrema derecha se sabe necesaria para ambos gobiernos locales y, como en 2022, se mueve con discreción. En Valladolid, Vox logró tres ediles: la jueza suplente Irene Carvajal, el abogado Alberto Cuadrado y el ingeniero Víctor Martín. Los programas coinciden en materia del soterramiento ferroviario, obra compleja y largamente postergada en la ciudad, o en movilidad, dando más espacio al coche contra las políticas sostenibles del PSOE y Valladolid Toma La Palabra. Esta formación obtuvo el puesto de teniente de alcalde en 2019 como socio de Óscar Puente, cargo que apunta a ostentar Carvajal junto a Jesús Julio Carnero. Burgos contará con cuatro ediles de Vox. Repite Fernando Martínez-Acitores y se le unen Marta Alegría, Raúl Martínez e Ignacio Peña. Vox, en 2019, no se entendió con el PP y propició el mando socialista. Cristina Ayala, del PP, buscará que los “contactos” reconocidos por ambas partes pronto se afiancen e impulsen al nuevo Ayuntamiento, pese a la propuesta del regidor socialista en funciones, Daniel de la Rosa, de permitirle gobernar en solitario, sin Vox, firmando acuerdos puntuales. El partido ultra ha insistido en rebajar impuestos o en medidas de natalidad.

Toledo y Guadalajara. En Castilla-La Mancha los principales puntos de negociación entre el PP y Vox son los Ayuntamientos de Toledo (85.000 habitantes) y Guadalajara (87.400). En la capital regional, las negociaciones han cogido velocidad esta semana. Hasta entonces, solamente ha habido encuentros informales, según señalan fuentes del PP. Todo hace pensar que Vox va a formar parte del equipo de Gobierno local del que será nuevo alcalde, el popular Carlos Velázquez, que durante estos días se ha mostrado convencido de que habrá “cambio” en la ciudad que los toledanos votaron el pasado 28 de mayo. El PSOE fue la formación más votada con 11 concejales, pero la suma de PP y Vox les da mayoría absoluta, dejando sin alcaldía a la socialista Milagros Tolón, convertida en motivo de conflicto en la confección de las listas del PSOE al Congreso durante el fin de semana.

En Guadalajara, las negociaciones PP-Vox van más avanzadas para que la expresidenta de la Diputación, Ana Guarinos sea la alcaldesa. Hay medios que la semana pasada llegaron a publicar que ya se había alcanzado un acuerdo, pero ambas partes lo niegan asegurando que se sigue en conversaciones, aunque entienden que habrá pacto y si no hay sorpresas con Vox en el Gobierno municipal. Como sucedió en Toledo, el PSOE fue la lista más votada en Guadalajara.

Valencia. El PP, el partido más votado en la ciudad de Valencia (792.000 habitantes) el 28-M, y su candidata a la alcaldía, María José Catalá, no necesitarán el apoyo de Vox para la investidura el sábado. Los 13 concejales conseguidos por el PP permitirán a Catalá ser alcaldesa por mayoría simple, sin necesidad de recurrir a los cuatro escaños de la ultraderecha. Catalá se muestra esquiva a la hora de hablar de posibles pactos de gobernabilidad y reitera que su intención es gobernar en minoría, con pactos puntuales. Pero lo cierto es que las cuestiones fundamentales de la ciudad —aprobación de presupuestos, bajadas de impuestos o el urbanismo— necesitan de mayoría absoluta, es decir, de los 17 votos que suman en el hemiciclo PP y Vox. El bloque de la izquierda suma solo 16 concejales.

El grupo municipal de Vox en Valencia, que encabeza por primera vez Juan Manuel Badenas, ha duplicado su presencia en el consistorio, pasando de dos a cuatro ediles. Desde la noche electoral solo ha roto su silencio cuando el viernes recogió su credencial como concejal electo. Badenas, de 57 años, licenciado y doctor en Derecho y militante de Vox desde 2018, tendió la mano al PP para, según dijo, “constituir una mayoría de gobierno sólida, aunque no es una cuestión que dependa de nosotros”. El portavoz de Vox añadió que la única línea roja es la defensa de los valencianos que optaron por su partido: “A partir de ahí, haremos todo lo posible para resolver los problemas que tiene Valencia”. De hecho, una de las primeras medidas que Catalá ha anunciado que emprenderá en cuanto reciba la vara de mando como alcaldesa será una ordenanza fiscal nueva para rebajar impuestos. Y para aprobarla necesitará de los votos de Vox.

Sevilla. Los 14 concejales que el PP obtuvo en el Ayuntamiento de Sevilla (698.000 habitantes), donde la mayoría está en 16, garantizan a su candidato, José Luis Sanz, que pueda gobernar en solitario. Y así lo hará cuando sea investido nuevo alcalde de la capital andaluza el sábado. Sanz ha manifestado públicamente, y lo ha trasladado también de manera extraoficial al resto de las formaciones, que su intención es llegar a acuerdos puntuales con las fuerzas que tienen representación en el consistorio —PSOE con 12 ediles, Vox con tres y Con Andalucía, con dos— “en donde imperen el interés de Sevilla por delante de los del partido”. Esta semana comunicará personalmente a los responsables de los tres partidos en las reuniones que tiene previsto mantener antes del sábado. La número 1 por Vox en Sevilla, Cristina Peláez, ha advertido en varias entrevistas de que si no entran en el Gobierno municipal estarán en la oposición, alegando que el PP no tiene mayoría absoluta para gobernar. Si bien es cierto que la ultraderecha no ha exigido de manera oficial formar parte del ejecutivo local, sí ha marcado como líneas rojas “la derogación de las políticas y los gastos ideológicos”, que durante la campaña ha concretado en ayudas para igualdad y en defensa de los derechos de la mujer, el colectivo LGTBIQ+ o la memoria democrática. Sanz quiere seguir la senda del PSOE en los dos últimos mandatos, en los que ha gobernado en minoría, alcanzando acuerdos a derecha y a izquierda. Pero es consciente de que para la aprobación de los Presupuestos sí necesitará de Vox y que en ese punto es donde el partido de Abascal más ruido puede hacer.

Gijón. Foro Asturias (ocho concejales) y Partido Popular (cinco concejales) afrontan su segundo encuentro para avanzar en un acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento de Gijón (267.000 habitantes), la ciudad más populosa de Asturias. El comité negociador de la formación liderada por Carmen Moriyón —que ya fue alcaldesa entre 2011 y 2019— acude con la voluntad de cerrar ya mismo las negociaciones. La que en principio sería su última oferta incluye el área de Promoción Económica para el PP. La forista quiere cerrar la estructura del nuevo Gobierno antes de iniciar contactos con los dos concejales electos de Vox, cuyo voto en la primera votación del sábado es fundamental para evitar que el PSOE (con nueve concejales) vuelva a ocupar la alcaldía. La socialista fue la lista más votada en las urnas el 28 de mayo y, de no haber acuerdo entre los partidos de la derecha —que suman 15 concejales en una Corporación de 27—, el candidato socialista se convertiría el sábado en alcalde.

La aspirante a la alcaldía de Foro ha repetido en numerosas ocasiones que no pactaría con el partido ultra de ninguna manera para llegar a ser alcaldesa. Fuentes consultadas en su partido, tampoco descartan que Moriyón no los cite a reunión alguna y se arriesgue a que una abstención de los ediles de la formación de Abascal favorezca un nuevo gobierno socialista en Gijón. Opción posible, pero poco probable.

Con información de Juan Navarro, Eva Saiz, Cristina Vázquez, Daniel Rodríguez González y Nacho Poncela.

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