El mítico bar Pinotxo de la Boqueria se traspasa

Joan Bayén, el camarero más conocido del mercado de la Boqueria, ha traspasado su icónico bar El Pinotxo. A finales del pasado año, Bayén -que tiene 89 años- anunció que se jubilaba tras más de 75 años detrás del mismo mostrador. En diciembre, el negocio quedaba en manos de sus sobrinos que ya llevaban décadas trabajando junto al propietario. La semana pasada cambiaron los planes y se informó a la dirección del mercado que Bayén había traspasado su negocio a los propietarios de otra parada, la del Bar Central.

La imagen de la Boqueria lleva décadas ligada a la de Bayén. El anciano camarero -ataviado siempre con chaleco y pajarita- siempre estaba en su puesto de trabajo junto a la máquina de café. Todo el mercado le conoce como Juanito o directamente como Pinotxo. Su madre hace más de 80 años que alquiló un bar quiosco donde preparaba platos combinados. Bayén, al salir de la escuela, ayudaba a su madre y muchas veces se llevaba a su perro Pinotxo. El animal fue muy querido en el mercado y en su honor cambió el nombre del establecimiento.

Tras más de siete décadas sirviendo cafés desde las 4 de la madrugada, la pandemia fue el único momento en que Bayén se recluyó en su casa. EL PAÍS contactó entonces con él. Los días de confinamiento le sirvieron para hacerse una teoría de la situación de la Boqueria. En octubre de 2020 Bayén criticaba: “Ya no vienen al mercado los vecinos de la ciudad. Se favoreció mucho que viniera el turismo y eso fue un desastre. Además, entre los paradistas no hay aquella unión de hace años”. El camarero creía que el mercado, tras la pandemia, no volvería a ser la misma tras perder a los clientes habituales que “se sienten incómodos comprando en un mercado lleno de turistas”. Aún así, volvió detrás del mostrador hasta que se jubiló definitivamente el pasado diciembre.

La televisión municipal de Barcelona, Betevé, ha anunciado este lunes el traspaso de El Pinotxo. EL PAÍS ha contactado con fuentes cercanas a la dirección del mercado que han confirmado la venta del negocio. La televisión municipal ha apuntado a que una disputa entre Bayén y sus sobrinos ha sido el detonante para que el camarero vendiera El Pinotxo. Por el momento, el bar mantiene su nombre pero podría cambiar en las próximas semanas el cartel del mítico restaurante donde comer, entre otros, calamares salteados con judías de Santa Pau.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal