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Cataluña retira por inseguros dos modelos de patinete eléctrico

Uno de los aparatos permitía circular a más de 25 kilómetros por hora, y el otro presentaba deficiencias en la batería, ha informado la Generalitat

Clara Blanchar
Patinetes electricos
Un usuario de patinete circula por la plaza de Tetuan de Barcelona, en enero.Gianluca Battista

La Agencia Catalana del Consumo, que depende de la Generalitat, emprendió a finales del año pasado una campaña de inspección de patinetes eléctricos que se venden en grandes superficies. Los resultados de la primera fase han llevado a retirar del mercado dos de los cinco modelos inspeccionados por inseguros: uno ha sido retirado porque su sistema informático permitía circular a más de 25 kilómetros por hora (el límite legal para circular por ciudad); y el otro por cuestiones eléctricas vinculadas a la carga. Además, de los cinco patinetes analizados, Consumo ha encontrado que tres tenían deficiencias en el etiquetaje, una deficiencia que no comporta retirarlos del mercado, pero sí mejorar la información. Todos los modelos se vendían con el etiquetaje preceptivo de la Comunidad Europea. La campaña llega en un contexto de debate por los incendios que se han producido causados por las baterías de estos aparatos, y por el aumento de su uso como vehículo de movilidad personal en las ciudades.

Los ensayos en el laboratorio se han realizado sobre cinco modelos de patinete eléctrico que se venden en grandes superficies, aunque Consumo no ha revelado el nombre de las tiendas. Sí ha revelado los dos modelos que ha retirado del mercado. Uno es el modelo “Ziro 2 blue” de la marca Smartgyro, del que ha hallado “incumplimientos en la parte mecánica del producto”, ha informado la agencia. El otro es el modelo “Basic” de la marca Uirax, sobre el que se han observado incumplimientos tanto en la parte eléctrica (el cargador), como en la mecánica (el software).

En los dos casos la Agencia Catalana del Consumo ha comunicado a los establecimientos que están obligados a retirar de la venta las unidades disponibles hasta que se enmienden los incumplimientos detectados en el laboratorio. Y ha notificado al a red española de alerta de productos, que gestiona el Ministerio de Consumo, puesto que las dos compañías tienen la sede fuera de Cataluña.

Durante el año 2023 la inspección de consumo seguirá controlando el etiquetaje de los patinetes que hay en venta y realizará nuevos ensayos en el laboratorio. La campaña consiste en tomar muestras y analizar los productos en laboratorios acreditados u oficiales, donde se analizan parámetros como la construcción, diseño, composición y seguridad, además de la información de los productos y sus etiquetas. En este caso, concretamente, se analizan patinetes eléctricos para adultos que permiten una velocidad de entre seis y 25 kilómetros por hora, catalogados oficialmente como vehículos de movilidad personal.

El objetivo de la campaña es certificar que no comportan un riesgo para salud o seguridad de los consumidores. La actuación de Consumo se realiza en un contexto donde los patinetes eléctricos son objeto de debate institucional y ciudadano por la frecuencia con la que se han incendiado estos aparatos. Los datos conjuntos de los bomberos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona revelan que el año pasado hubo un fuego provocado por baterías de patinete patinete cada semana. El último conocido ocurrió hace unos días en una barbería de Gavà.

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Tras el incidente en el que explotó un patinete en un vagón de los Ferrocarriles de la Generalitat el pasado mes de noviembre, las Autoridades del Transporte Metropolitano y del resto de regiones de Cataluña han prohibido desde febrero y durante seis meses que los viajeros de autobuses urbanos e interurbanos, trenes de Renfe y FGC, metros y tranvías suban sus patinetes al transporte. Un veto durante el que los agentes implicados analizarán la cuestión y regularán sobre el uso de estos vehículos en el transporte colectivo. Los usuarios han mostrado su rechazo a la prohibición, que les afecta en la movilidad diaria.

En Barcelona, el Ayuntamiento aprobó ayer inicialmente la modificación de la ordenanza que, si supera la segunda y definitiva votación en el pleno de finales de mes, obligará a los usuarios de patinete a llevar casco y luces.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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