Prisión permanente para un limpiador de piscinas que mató a un cliente en su casa de Jávea

La Audiencia de Alicante ha condenado a prisión permanente revisable a un limpiador de piscinas de Jávea que mató de nueve cuchilladas al dueño de una casa en la que trabajaba, que lo sorprendió robando en un cuarto de la vivienda. Héctor James T. G., un inmigrante colombiano que lleva en España 25 años, se coló en el chalé con las llaves que tenía con motivo de su trabajo, pero fue sorprendido por el propietario, Francisco D., un hombre de 96 años con la movilidad reducida y escasa visión, a quien apuñaló sin mediar palabra. El botín de este crimen fue magro: un ordenador portátil valorado en 220 euros.

Los hechos ocurrieron el 21 de diciembre de 2021, cuando el ahora condenado, que tenía las llaves de la verja de la casa, accedió en la vivienda, a sabiendas de que dentro estaba Francisco; pero confiado en que los problemas de vista y para moverse de la víctima le impedirían descubrirlo. Pero el anciano se levantó y sorprendió al limpiador de piscinas, que llevaba guantes y un cuchillo, revolviendo una habitación. Según dijeron durante el juicio los investigadores, el ahora condenado supuestamente creía que en la casa había dinero en efectivo, sobre todo por la cercanía de las fiestas de Navidad, pero no lo encontró y se llevó solo el ordenador portátil.

El ladrón, que llevaba trabajando en la limpieza y mantenimiento de la piscina de la casa cinco años, le asestó nueve puñaladas, dos de ellas mortales de necesidad, “sin darle ninguna posibilidad de defensa por la diferencia de edad y los problemas de visión y movilidad de la víctima”, según una nota facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

El hombre ha sido condenado después de que un jurado popular emitiera veredicto de culpabilidad el pasado 9 de febrero. Los integrantes de este jurado conocieron durante la vista oral los cambios de versión que tuvo el acusado y también una prueba clave: los guardias civiles de la Comandancia de Alicante que investigaron los hechos encontraron un rastro genético del acusado en las uñas del anciano asesinado. También pudieron conocer que las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicaban a James en la zona del crimen el día de los hechos, a pesar de que este lo negó al declarar ante la Guardia Civil.

El Tribunal le impone también al acusado, detenido desde abril de 2022, una pena de prisión de cinco años por un delito de robo con violencia en casa habitada y uso de armas. El condenado deberá indemnizar con 50.000 euros a cada uno de los tres hijos del fallecido. La sentencia no es firme y se puede recurrir ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.