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La dirección del PSOE no actuará contra Page, pero cree que es evidente que no tiene apoyo interno

El barón admite que su posición es “minoritaria”, pero reclama que le dejen expresarla. Montero cuestiona que el presidente de Castilla-La Mancha busque “notoriedad a través de la discrepancia”

José Ramón Besteiro, María Jesús Montero y Cristina Narbona, en un desayuno informativo del Fórum Europa, este jueves por la mañana en Madrid.
José Ramón Besteiro, María Jesús Montero y Cristina Narbona, en un desayuno informativo del Fórum Europa, este jueves por la mañana en Madrid.ZIPI ARAGON (EFE)
Carlos E. Cué

La cúpula del PSOE ha salido esta vez en tromba contra Emiliano García Page, mucho más que en anteriores choques, pero la crisis no va a pasar de ahí. La cúpula, con Pedro Sánchez detrás de todas las decisiones, tiene muy claro que no habrá ningún tipo de medida disciplinaria contra él, algo que elevaría aún más la tensión y sería contraproducente, según la visión más extendida dentro de la dirección. No está prevista ni siquiera una llamada directa del secretario de organización, Santos Cerdán, según explicó él mismo. En otras ocasiones con distintas crisis, Cerdán sí le telefoneó para intentar convencerle de que matizara sus críticas. Pero ahora se ha pasado a otra fase, mucho más distante.

Ha sido el propio García-Page el que ha tratado de rebajar la tensión con su partido este jueves. “Yo respeto todas las opiniones, pido que se respeten las mías”, ha explicado el presidente de Castilla-La Mancha después de la ola de críticas de la dirección del PSOE y el Gobierno. “Yo discrepo con el tema territorial, pero mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas. Llevo desde los 16 años defendiendo al PSOE. En el PSOE que yo empecé a militar hace muchísimos años se puede opinar. Tengo una posición que es claramente minoritaria en el PSOE, pero respetable, porque lo que hoy es minoritario a lo mejor mañana no lo es. Entiendo que el momento es delicado. Estoy de acuerdo con el 90% de lo que hace mi partido, pero discrepo en alguna cosa y se me tiene que permitir decirla con respeto”, ha tratado de zanjar.

La ruptura entre la dirección y Page es ya total, y prácticamente no hay comunicación. “Es inútil intentar hablar”, señalan fuentes socialistas. Para la dirección, lo más importante es que quede claro, y creen que lo han logrado en las últimas horas, y que él mismo reconoce en sus últimas declaraciones, que Page no tiene apoyo interno en su línea de crítica a Sánchez y los pactos con Junts, que le colocan más cerca de las posiciones del PP, y más después de las imágenes en las que se le ve en Fitur bromeando con tres presidentes autonómicos del PP sobre su posible “extradición” del PSOE por sus críticas a la línea de la dirección porque, según él, se está echando del partido “a todos dios que se opone”.

En realidad el encuentro fue casual, después de que los cuatro saludaran al rey Felipe VI en Fitur, pero el vídeo, en el que los presidentes del PP bromean y le llegan a ofrecer protección si le atacan sus compañeros, ha sentado muy mal en el PSOE. Page no ha recibido el respaldo expreso de ningún dirigente, aunque algunos han sido más suaves que otros. El que ha llegado más lejos ha sido Óscar Puente, el ministro de Transportes, que llegó a decir que el presidente de Castilla-La Mancha está “en el extrarradio del PSOE desde hace bastante tiempo” después de que él dijera que el PSOE se está colocando “en el extrarradio de la Constitución” con los últimos acuerdos. La idea de fondo es la misma: que García-Page está solo.

Sánchez y su equipo están convencidos de que no habrá ningún problema interno serio con la amnistía y ya han tenido la prueba no solo en diversas reuniones de la cúpula, incluido el Comité Federal, sino incluso en la reciente convención en A Coruña, donde no hubo ninguna crítica, y Page se limitó a no acudir. Diversos miembros del Gobierno y de la dirección insisten en que el líder de Castilla-La Mancha, con las actitudes de los últimos meses, en un momento especialmente delicado para el partido, cuando sufre un evidente desgaste por sus acuerdos con Junts pero también un acoso por parte de la ultraderecha, que se coloca frente a sus sedes, han sentado mal no solo a la cúpula sino también a buena parte de la militancia, con lo que Page está cada vez más solo internamente y no representa ni mucho menos una amenaza o puede promover un sector crítico relevante.

Hay un dato objetivo claro: en la consulta a la militancia sobre el acuerdo con Junts, en el que no se preguntó expresamente por la amnistía pero se sabía claramente que se haría, porque Sánchez ya lo había anunciado, el sí fue del 87% en toda España. En Castilla-La Mancha, con Page claramente en contra, el sí fue más bajo que la media, pero llegó al 78%. Otra cosa son los votantes, donde el rechazo a la amnistía es importante, aunque las últimas encuestas demuestran que eso no hace que piensen en cambiar de opción, porque el rechazo a un posible gobierno PP-Vox también es muy fuerte y el apoyo del PSOE se mantiene estable por encima del 30%, unas cifras que no tiene casi ningún partido socialdemócrata en Europa.

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Page en cualquier caso ha optado por este perfil de rechazo a los acuerdos con Junts y de alejamiento de Sánchez que él reivindica que es muy exitoso políticamente en Castilla-La Mancha, donde ha logrado mantener por la mínima su mayoría absoluta. Y no tiene ninguna intención de cambiar de estrategia. Castilla-La Mancha, como sucede con Castilla y León, es una comunidad pegada a Madrid, con muchos residentes que trabajan en la capital o tienen mucha relación con ella, y se ve arrastrada por el clima de la política madrileña, corazón del antisanchismo. Así que Page piensa seguir en esta línea, porque cree que si no le devoraría políticamente el PP, y la cúpula del PSOE ha decidido que no le va a dejar pasar más las frases más duras, que saldrá a contestarle, también para demostrar que no tiene respaldo en el resto de federaciones socialistas, pero no irá más allá con ningún proceso disciplinario.

Respuestas duras

Las respuestas duras contra Page siguieron este jueves. Esta misma mañana, la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, aseguró que lo dicho por el barón castellano-manchego “no se corresponde con la realidad” y es una forma de buscar “notoriedad con la discrepancia”, mientras el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado que los socialistas estén bordeando las lindes de la Constitución y han insistido que PSOE siempre ha estado en el núcleo central. “Decir eso es desconocer el partido”, ha añadido.

Las palabras de García-Page, rodeado en Fitur de tres presidentes autonómicos del PP, ante los que critica al PSOE y se muestra seguro de que lo pueden “extraditar” porque se está echando del partido “a todos dios que se opone”, han sentado especialmente mal entre los socialistas, que hasta ahora eran desdeñosos con las discrepancias y salidas del castellano-manchego. Las respuestas que recibió ayer mismo por parte de Óscar Puente, ministro de Transportes, ―“quien está en el extrarradio del Partido Socialista Obrero Español es el señor García-Page desde hace bastante tiempo”, dijo― parecían ir en la dirección que apuntaba el propio García-Page. Pero esta mañana, los socialistas han mostrado que, más allá de responder ante la opinión pública, no van a adoptar medidas internas ni ningún tipo de expediente.

No obstante, las respuestas están siendo duras. María Jesús Montero, la mujer más poderosa hoy en el PSOE, ha dicho en la mañana de este jueves a la entrada de un desayuno informativo en Madrid: “No comparto una estrategia en la que la notoriedad se hace desde la discrepancia. Creo que ese no es el camino. El camino es entre todos frenar el avance de la derecha y de la ultraderecha. No tenemos ni energía ni esfuerzos que perder”. Al ser interrogada sobre si Page sigue teniendo sitio en el PSOE, la número dos del partido ha reiterado que “no es bueno, no es adecuado que esa notoriedad sea a partir de estar confrontando con las estrategias del Gobierno y del partido”. A renglón seguido ha dejado la responsabilidad en manos de Page. “A partir de ahí cada uno tiene que hacer su propia reflexión”.

Lejos de allí, en Bruselas, el ministro del Interior ha sido escueto pero preciso. “El Partido Socialista Obrero Español nunca ha estado en el extrarradio de la Constitución (...) El Partido Socialista Obrero Español”, ha repetido Fernando Grande-Marlasla con énfasis, “es el partido que ha estado en la Constitución desde el minuto uno. Ningún otro partido ha votado siempre a la Constitución y ha tenido siempre una labor tan importante en su defensa. Decir eso es desconocer la historia, el presente y el futuro del partido”, informa Manuel G. Gómez.

Más contemporizador, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, defendió el derecho de Page a criticar lo que considere. En declaraciones a Antena 3, Hereu ha afirmado que el PSOE es “un partido plural de amplias fronteras” y cree que el dirigente castellanomanchego es “un magnífico presidente, muy querido por su gente”, que puede decir lo que piense. “Yo sobre Emiliano solo tengo buenas palabras”, ha afirmado el ministro que, tras recordar que este miércoles estuvo con él en el stand de Castilla-La Mancha en Fitur, remarcó que el hecho de que no “coincida” con Page en “algunos aspectos” no “desmerece” su criterio positivo sobre la trayectoria personal y profesional de Page.

El candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, ha lamentado este jueves las declaraciones y ha advertido de que la “inmensa mayoría del partido” no comparte sus opiniones. “No comparto las manifestaciones de Emiliano, y no las comparte la inmensa mayoría de partido”, ha sentenciado en su intervención en el Fórum Europa en Madrid, en el que ha sido presentado por Montero.

El PP aprovecha las críticas de Page

El PP sí que ha aprovechado las palabras de García-Page para atacar al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez. Así, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha considerado este jueves que el PSOE está actuando como “una secta” contra Emiliano García-Page, a quien ahora “desprecian” por no seguir la línea “marcada” por el partido con la ley de amnistía. En una entrevista con Catalunya Radio, Díaz Ayuso se ha referido a las críticas del Gobierno y de Ferraz a García-Page tras sus declaraciones sobre la ley de amnistía y su postura con algunas políticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Díaz Ayuso ha remarcado que sería “un completo error” si el PSOE permite que García-Page se vaya del partido porque los socialistas “perderían otra comunidad autónoma”. “Como PP me beneficio, pero me daría bastante pena”, ha dicho. A la pregunta de si el PP quiere que García-Page se integre en sus filas, Díaz Ayuso ha comentado: “Nos hemos entendido con él en muchas ocasiones”.

Por su lado, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha defendido el carácter privado de la conversación que mantuvieron tres barones territoriales del PP con Page en Fitur, al tiempo que ha reconocido que puede haber sido perjudicial para el presidente de Castilla-La Mancha. “No creo que le hayamos hecho ningún favor con esa conversación” al presidente de Castilla-La Mancha, ha dicho, pero ha insistido en que los cuatro estaban hablando “de forma coloquial” en el marco de “una relación privada”, por lo que no ha querido hacer más valoraciones. “Flaco favor le hago si le defiendo”, ha insistido

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