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Marco Antonio Navarro, ‘el Mediador’ que destapó la red corrupta de Canarias: “No tengo la conciencia tranquila”

Uno de los ejes del ‘caso Mediador’ apunta directamente a Juan Bernardo Fuentes y a su sobrino Taishet Fuentes como motores de la trama, aunque defiende su actuación. “No te paras a pensar a quién estás perjudicando”

Caso Mediador
Marco Antonio Navarro Tacoronte, Juan Bernardo Fuentes y el propietario del club de alterne Sombras, Eusebio Valladolid, en una imagen recogida dentro del sumario del 'caso Mediador'.
Guillermo Vega

Marco Antonio Navarro (47 años), cuyo apodo, el Mediador, ha dado nombre al caso que investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife, ha apuntado como auténticos cabecillas de la trama al exdiputado del PSOE, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, y su sobrino, Taishet Fuentes Gutiérrez. Ya han sido detenidas de 12 personas, entre ellas él mismo y un general retirado de la Guardia Civil (Francisco Espinosa, el único que permanece en prisión). “Yo no soy ningún cargo público”, ha declarado en una entrevista con Onda Cero. “No soy nadie ni para ordenar, ni decir lo que hay que hacer, ni cómo hacerlo. Puedo asesorar o mediar, pero no puedo tomar decisiones políticas en ningún aspecto”. El Mediador asegura: “No tengo la conciencia tranquila”.

Navarro Tacoronte ha confirmado todo lo recogido por el sumario, al que ha tenido acceso EL PAÍS, (”yo no puedo tapar el sol con un dedo. No puedo negar lo que está”, afirma), si bien justifica la posición que llegó a ocupar en la trama. “Yo no sé si es legal o no. Yo sé que yo ejercía estas funciones. Si usted estuviera en mi lugar y tuviera acceso al responsable máximo de esta área, y tiene un amigo que es empresario y tiene una situación… ¿Usted cómo intervendría? No llamaría a su amigo y le diría ‘oye vamos a vernos, tengo este asunto, ¿cómo lo resolvemos?”.

El mediador admite en la entrevista que no actuó de manera correcta. “Que salgan algunas personas diciendo que tienen la conciencia tranquila [en referencia a las declaraciones que hizo el exdiputado Fuentes Curbelo a la salida de su comparecencia ante la juez]… Pues yo no la tengo tranquila, porque en aquel momento es una situación de trabajo que no te paras a pensar a quién le estás haciendo daño, a quien estás beneficiando. No lo piensas”, asegura. “Esta situación te obliga a pararte, y decirte, ¿hay personas perjudicadas en este tema? Pues yo te digo a día de hoy que sí. Y me da pena que se esté nombrando a un ganadero y paguen todos los ganaderos por uno”.

En la conversación, Navarro Tacoronte rememora parte del origen de la trama. “A mí me llama por ejemplo el señor Taishet Fuentes y me dice que hay un expediente atascado de una empresa ganadera y quesera [en referencia a Lácteos Montesdeoca, propiedad de Alberto Montesdeoca, uno de los encausados] y si puedo intervenir en Madrid en favor de ellos. Me pasa el expediente, nos reunimos en el hotel escuela, me cuenta de qué va la historia, y ahí empieza. Yo llamo al empresario, pregunto al empresario ‘dónde estás atascado’ y se empieza a articular la negociación”.

Es en Madrid, según sus palabras, donde aparece la figura de Juan Bernardo Fuentes, el exdiputado y exdirector general de Ganadería, quien quedó en libertad provisional el miércoles, acusado de delitos de cohecho, falsedad documental, blanqueo, tráfico de influencias y pertenencia a organización criminal. “Él no es un diputado simple y raso; ha estado en varias comisiones de Hacienda y en varias comisiones del Congreso. Aquí ningún diputado es raso…”, sostiene.

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Navarro Tacoronte rechaza haberse “chivado” ni haber filtrado documentación, y rememora cómo saltó el caso a la luz, cuando tuvo que defenderse de una denuncia falsa que le interpuso el exdirector de Deportes del Cabildo de Tenerife, Ángel Luis Pérez Peña (PSOE). “Yo, para demostrar mi inocencia, tengo que aportar las pruebas de mi terminal, algo a lo que se negó. Se me tiene tres días en un calabozo, sin demostrar por qué. Se abrió la caja de pandora porque no se le ocurre [otra cosa] al señor letrado [que decir] en la vista que no entrega mi terminal porque hay información confidencial y clasificada del Gobierno”. En este sentido, además, Navarro muestra su convencimiento “como ciudadano común” de que el Gobierno de Canarias estaba al tanto de los hechos, si bien reconoce que “no lo puede acreditar”.

Sobre si había contraprestaciones en forma de comidas, veladas en clubes de alterne y contratación de prostitutas, Navarro es claro. “Es que no se puede negar. Está ahí, en el sumario”.

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Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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