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En busca del autor de la ropa hecha con algoritmos

El imparable avance del uso de la inteligencia artificial para diseñar colecciones vaticina conflictos

Ropa IA Inteligencia Artificial
La marca Stradivarius lanza su primera colección reinterpretada con inteligencia artificial.STRADIVARIUS

Esta semana se ha celebrado la 78ª edición de la Mercedes Benz Fashion Week, uno de los principales escaparates de la moda española, que ya cumple 39 años. Paralelamente a estos eventos con solera surgen nuevas iniciativas, como la primera semana de la moda de la inteligencia artificial (AI Fashion Week), que tuvo lugar en abril en Nueva York. Un acontecimiento que evidencia que esta industria está viviendo una profunda transformación a nivel global relacionada con las nuevas tecnologías y, en particular, con la integración de la inteligencia artificial (IA) tanto en los procesos de diseño, como de producción o de marketing.

El uso de la IA en el sector de la moda no es nuevo. “La IA clásica se ha venido utilizando para gestionar stocks de producto, medir tendencias o clasificar grupos potenciales de clientes”, subraya Cristina Mesa, socia del departamento de propiedad industrial e intelectual de Garrigues. Un claro ejemplo de ello es Inditex, que siempre ha sido pionera a la hora de gestionar la cadena de suministro de forma más eficiente usando herramientas predictivas para ajustar la fabricación a la demanda y evitar stock. “Cuestión distinta es la más reciente IA generativa, que impacta de lleno en la pata creativa del sector”, señala la abogada.

A través de la IA generativa, explica Cristina Mesa, se pueden crear colecciones completas, basadas en las tendencias previamente detectadas, e incluso evocar el estilo de determinados diseñadores. En este sentido, la marca Stitch Fix usa plataformas de inteligencia artificial generativa para personalizar recomendaciones de estilo. Desigual, por su parte, acaba de presentar su colección diseñada con el apoyo de algoritmos. Algo que ya hizo Stradivarius con su colección de primavera/verano 2023 en la que toda la campaña fue creada con IA, desde la producción de las prendas hasta las modelos, que eran avatares.

Ante esta nueva realidad en la que la inteligencia artificial generativa cada vez está más extendida entre las marcas, Carlos Rivadulla, abogado y mánager de TMT de ECIJA, advierte de que los principales retos legales son la propiedad intelectual y los derechos de autor de las prendas. En primer lugar, el abogado destaca que ningún diseño creado únicamente por IA puede ser protegido ni registrado. “El problema se suscita con creaciones mixtas. Sobre todo, si el usuario no lo declara y solicita el registro de un diseño como propio”, avisa.

Carlos Rivadulla considera que hay muchas dudas en relación con las creaciones mixtas que pueden traer conflictos y que aún no tienen una respuesta legal. Como, por ejemplo, qué sucede cuando el diseñador se apoya en la IA, qué peso tiene la ayuda de la IA en el resultado final o qué importancia debe darse a las propias indicaciones o instrucciones (prompt) del diseñador (persona natural). “La ley a menudo no avanza al ritmo de la tecnología”, apunta el experto, que añade que “no es descartable que, en un futuro próximo, y dependiendo de la cantidad y calidad del input aportado por el diseñador/creador humano estas obras puedan generar algún tipo de derecho afín, como la mera fotografía”.

Pleitos

El entrenamiento de estos sistemas requiere la ingesta de millones de datos entre los que puede haber obras protegidas por derechos de autor. Se trata de otro de los asuntos conflictivos en este terreno: las infracciones de la propiedad intelectual al usar material de terceros protegido para adiestrar sistemas de inteligencia artificial. “Todos los pleitos que se han interpuesto en materia de IA y que han trascendido están relacionados con este punto, aunque de momento no hay ninguna decisión”, afirma David Gómez, socio director de Baylos.

Existen, según indica el abogado, dos grandes corrientes contrapuestas. Por un lado, la de los autores y creadores de contenido que alegan que el uso de sus obras para entrenar sistemas de IA infringe sus derechos. Y por el otro, el de una gran parte de la industria y algunos teóricos, que abogan por liberalizar el acceso a los datos o contenidos para que los sistemas de IA puedan ser lo más robustos posibles, creando una suerte de puerto seguro, fair use o excepción, que exima a los desarrolladores de sistemas de IA que usen en su entrenamiento contenido protegido por derechos de autor. Para David Gómez, lo más probable es que con el tiempo se acabe adoptando alguna postura que proteja los derechos de propiedad intelectual para su uso libre por la IA.

En cuanto a quién es el responsable de las infracciones de derechos de terceros por las creaciones realizadas por sistemas de IA, David Gómez no tiene dudas. En su opinión, se deberán pedir cuentas al usuario de la plataforma de IA, ya que es quien genera el producto al usar un determinado prompt (petición a la máquina) para comercializarlo después.

Silvia Muñoz Valera, consejera delegada de Nueva Abogacía, resuelve que los conflictos que provocará la extensión de la inteligencia artificial en la industria textil versarán sobre las cuestiones legales clásicas del derecho de la moda, como la propiedad intelectual, pero “presentadas de una forma completamente distinta a cómo las conocíamos hasta ahora”. “Los conflictos tienen el mismo fondo, pero se desarrollan a través de una tecnología que ofrece un mundo de grandes posibilidades y grandes riesgos”, concluye.

Concretamente, añade Cristina Mesa, “es esperable que se produzcan demandas en aquellos casos en los que se diseñen colecciones basadas en el ‘estilo de’ en las que la discusión se centre en cuando un output generado con IA traspasa el borroso límite entre la inspiración y el plagio”.

Avatares como modelos

Una de las aplicaciones de la IA generativa cada vez más integrada en la industria de la moda es utilización de avatares en campañas publicitarias o desfiles. Por ejemplo, Levi’s ha anunciado que, desde finales del presente año, combinará modelos de carne y hueso con avatares desarrollados por herramientas de IA. Fuera del sector textil, la marca japonesa Shiseido ha utilizado para una campaña dos avatares creados por The Digitals, la primera agencia de modelos digitales. En estos casos el riesgo legal es la posibilidad de que se produzca una vulneración de derechos de imagen. “Un modelo de inteligencia artificial se entrena con información e imágenes preexistentes, por lo que es probable que tenga similitudes con personas reales, las cuales gozan de derechos para proteger su imagen”, explica Carlos Rivadulla, abogado de TMT de ECIJA. 

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