El 'Diccionario Biográfico', un error
Lamento que, por la ignorancia de la realidad que han demostrado los gestores del Ministerio de Educación y de la Real Academia de la Historia en este vergonzante asunto del Diccionario Biográfico, José Carlos Mainer haya compartido tiempo y trabajo con ideólogos del franquismo, que permanecen instalados con obstinación en todas las instituciones públicas y privadas de este país; pero no comparto con él que esto no tenga remedio. Sí lo tiene. Ser contundente. Retirar la obra y destruirla.
Cuando hace décadas se puso en órbita el famoso telescopio Hubble, se descubrió con horror que una de sus lentes padecía una miopía irremediable, debido a que en los cálculos realizados para su construcción se había colado, por falta de diligencia, una coma asilvestrada. Por supuesto, en la NASA nadie dijo "lo peor es que no se puede hacer nada". Se decidió pulir una nueva lente, carísima, fletar otro transbordador, cargarla y enviarla al espacio junto con los astronautas encargados de instalarla. Y así se hizo, para mayor gloria de la astronomía.
En nuestro lamentable caso, salvo que el análisis riguroso de la obra, algo tardío, concluya que bastaría rehacer dos o tres tomos para salvar el conjunto, una obra que incluye alabanzas de Franco, los golpistas, su alzamiento o ensalce los valores subjetivos de una determinada religión es una obra desacreditada en su conjunto, que no merece ocupar espacio alguno en los estantes de las bibliotecas públicas ni formar siquiera parte de una sociedad con valores democráticos, que todos tenemos la obligación de respetar y defender.- Eduardo Gómez Pujana. Madrid
Supongo que, como muchos ciudadanos de este país, me he sentido indignada al conocer cómo se desvirtúa y se manipula la figura de algunos personajes conocidos por sus crímenes contra la humanidad: Hitler, Mussolini y Franco, en este Diccionario Biográfico Español digno de figurar en una lista sobre los más "objetivos", hecho por sesudos padres de la materia.
Soy profesora de Historia jubilada, así que he vivido y estudiado lo suficiente para saber de qué son capaces algunos pretendidos "historiadores".
He intentado durante muchos años que los adolescentes conozcan, valoren y sean capaces de tener ideas propias sobre nuestro pasado, sobre todo el más inmediato -aunque a ellos les parezca la prehistoria-. Así que me parece un escándalo que se sigan haciendo en la España democrática, y con dinero público, supongo, obras como esta. Creo que el Ministerio de Educación, el de Cultura, o el que sea competente tendría que decir algo sobre el asunto, sobre todo en un Gobierno que se pretende de izquierdas.
¡Ya llegará el momento en que consideremos normal todo esto, cuando la nueva ola de Gobiernos de derecha-derecha nos alcance!- .María Masip Barcelona. Madrid
