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Poco miedo

"Hay muy poco miedo, a la gente no le corta, a la gente no le da miedo probarlas... Hay mucha gente que no toma drogas; a lo mejor, si se lo ofrecieran y le garantizaran que son más o menos tranquilas... Probarlas, las está probando mucha gente... Hay una gran curiosidad por probarlas, la gente tiene interés por conocerlas, por saber qué pasa, de qué van... No es lo mismo con la heroína, que hay un rechazo incluso a probarla (Samuel, nacido en 1966, residente en Madrid).Esta declaración se incluye en la memoria del Plan Nacional, sobre Drogas del pasado año. Y según sus datos, la proporción de estudiantes de entre 14 y 18 años que había consumido cocaína pasó de un 1,7% en 1994 a un 2,6% en 1996.

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La tasa de consumidores de cocaína en España sigue siendo muy superior a la de heroína. Se reconocen dos tipos de consumo: el mayoritario, consumido de vez en cuando y en cantidades moderadas, y otro, que se da a menudo entre heroinómanos, inyectado o esnifado en cantidades importantes.

La cocaína que llega al consumidor, generalmente está mezclada con cafeína, aunque exenta de aditivos peligrosos. Su pureza varía, pero tiende a ser alta. El Plan Nacional advierte del aumento de personas que piden tratamientos por dependencia de cocaína. En 1995, 1.931 cocainómanos se sometieron a tratamiento, y en 1996, 2.832, lo que significa un aumento del 46,6%. Son las consecuencias que ahora afloran por la expansión del consumo de cocaína en España a partir de, la segunda mitad de los años ochenta.

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