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Coladero de inmigrantes

Los argumentos en los que se basa el titular francés de Interior, Pierre Joxe, para frenar las iniciativas de su colega de Exteriores son, obviamente, diferentes a los que se exponen desde la parte portuguesa.Joxe teme que a través de una España que no requiere aún visado a los magrebíes -la introducción del trámite ha sido aplazada un año, hasta la primavera de 1991- se cuelen en Francia miles de nuevos inmigrantes.

Tras efectuar, a finales de abril, una gira por puestos fronterizos Joxe no dudó en afirmar que en 1993 "cualquier persona podrá entrar en Francia sin controles. Se está produciendo ahora un amplio movimiento de población en Europa. Vamos a duplicar nuestra vigilancia a lo largo de nuestras fronteras

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De ahí que cuando en marzo se reunieron en Perpiñán el gobernador civil de Gerona y su homólogo francés (prefecto) para estudiar tres ejemplos de pasos fronterizos desmantelables, a los subordinados de Joxe sólo les interesase el más pequeño y discreto (Pico de Ares).

Aunque no es su principal preocupación, Joxe es, no obstante, sensible al riesgo de la exportación del terrorismo etarra. No teme tanto que los miembros de ETA sigan atravesando fácilmente los Pirineos como que la desaparición de la frontera anime a la policía española a ejercer un derecho de persecución en caliente que Francia le deniega.

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