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Mundial de Fútbol
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Ya hablaremos más de los finalistas, aplaudamos a Marruecos

El torneo de los marroquíes no es solo fruto del amor, la fe, la disciplina y un buen sistema táctico; su éxito se debe a que en 2009 su federación decidió realizar una profunda reestructuración

El seleccionador marroquí, Walid Regragui, tras la semifinal del Mundial de Qatar entre Francia y Marruecos.
El seleccionador marroquí, Walid Regragui, tras la semifinal del Mundial de Qatar entre Francia y Marruecos.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

Muchas gracias, Marruecos. Hoy, aunque eres el perdedor, quiero escribir de ti, de tu pasión, de tu transformación y de los corazones que conquistaste en seis partidos que has jugado hasta ahora en Qatar.

Tras la primera semifinal, que se llevó Argentina con relativa facilidad, tocó el turno de Francia, que sufrió muchísimo pero terminó por cumplir cabalmente con sus deberes de adulto y en cinco minutos nos puso a todos a hablar de su final ante los Messi Boys y del posible primer bicampeonato mundial desde que Brasil lo conquistó en Suecia 1958 y Chile 1962. ¡Hace ya 60 años!

De Francia y Argentina tendremos un poco más de tiempo para escribir, así que esta vez les quiero compartir una historia que refrescó la pomposa élite del futbol universal, la de los Leones del Atlas; pero más que sus jugadores, será de su entrenador y ese plan de trabajo, sí, como el que en México buscamos hace décadas, que cambió radicalmente la historia para marroquíes y africanos.

A los dirigidos por Walid Regragui ya no les alcanzó con esa feroz defensa, el enorme corazón y el apoyo de los cerca de 50.000 fans que no pararon de alentarlos en las gradas del estadio Al Bayt, que llenó sus casi 69.000 lugares. El propio entrenador, que tomó la dirección apenas tres meses antes de que arrancara el torneo, compartió con los medios el enorme orgullo generado por sus dirigidos en otras naciones: “Antes solo nos apoyaban los marroquíes. Ahora son los africanos y los árabes”. Todos lo pudimos confirmar.

Apodado Rass l’Avocat (Cabeza de aguacate), Regragui es una muestra de los valores que cimentaron la proeza africana. A Regragui se le recuerda como un defensa duro, fuerte e incansable, que pese a haber nacido en Francia, eligió jugar para Marruecos, la tierra de su familia. ¿Les suena? Claro, la misma historia de más de la mitad de los convocados para esta copa, 14 para ser exactos, que no nacieron en el país que representan, pero que lo sienten y se nota.

Además, aquel férreo defensor es justo quien terminó desarrollando ese estupendo sistema defensivo que los llevó hasta la antesala de la final… y que ante los galos falló en poco menos de cinco minutos. Ni hablar.

Para quien aún no conoce detalles de Regragui, les platico que no es ningún improvisado y que, si fuera europeo, ya dirigiría uno de los mejores clubes del mundo. El gran Cabeza de aguacate ha cosechado éxitos en donde se ha parado, incluso hizo Campeón de Liga, por primera vez en su historia, al modesto FUS Rabat. Luego, en Qatar, ganó la Liga con Al Duhail SC, antes de regresar a Marruecos, donde llevó al Wydad Casa Blanca a la conquista de Liga y Liga de Campeones de África en mayo.

La federación

En México costó mucho aceptar que el proceso de Gerardo Martino se había roto en plena eliminatoria rumbo a Qatar, justo cuando a mediados de noviembre del 2021 se perdió en las visitas a Canadá y Estados Unidos. En Marruecos, ya con el boleto en la mano, detectaron que las cosas no se estaban haciendo como se planearon y la Federación Marroquí tomó la decisión de despedir a Vahid Halilhodžić en agosto. No siempre sale bien, pero apostar por lo tuyo siempre es una buena idea.

Lo que son las cosas, Marruecos ya jugó seis partidos, solamente había recibido un gol hasta antes de la semifinal, por cierto, anotación en propia puerta de Nayed Aguerd contra Canadá. Pero aceptó el gol del lateral izquierdo francés Theo Hernández, en menos de cinco minutos de iniciado el partido, en un claro error de colocación y reacción, provocado seguramente por los nervios del escenario y el momento histórico. Sin embargo, este cuento de hadas puede tener aún un bonito desenlace si el sábado conquistan la tercera posición.

Muy importante: que quede claro que el torneo de Marruecos no es solo fruto del amor, la fe, la disciplina y un buen sistema táctico; su éxito se debe a que, tras años y años de malos resultados, en 2009 su federación decidió realizar una profunda reestructuración, claro, siempre con el valioso apoyo de la cartera del Rey Mohammed VI.

Marruecos inauguró la Academia de Futbol Mohamed VI, de donde han salido jugadores del calibre de Nayef Aguerd y Youssef En-Nesryi, y luego se fue a buscar por toda Europa joyas con sangre de León, contratando visores internacionales que entregaron grandes cuentas.

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