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La precoz madurez de Lamine Yamal

El jugador más joven en debutar y golear con la selección asombra a sus compañeros por su desparpajo

Lamine Yamal este viernes durante el partido contra Georgia.
Lamine Yamal este viernes durante el partido contra Georgia.Zurab Tsertsvadze (AP)
Ladislao J. Moñino

El sudor aún rociaba la pelusilla que perfila el incipiente bigotillo de Lamine Yamal (Mataró, Barcelona) cuando atravesaba la zona mixta del estadio Boris Paichadze de Tbilisi. Con 16 años y 57 días acababa de convertirse en el internacional español más joven en debutar y en marcar un gol con la selección absoluta. La secuencia del gol describió a un zocato fino y templado. Recibió la pelota de Nico Williams a la derecha del punto de penalti, levantó la cabeza y ajustó una rosca perfecta. “¡Pero sí está en cuarto de la ESO!, a quién no le gustaría marcar un gol con la selección a esa edad. Le vamos a proteger”, advertía Nico Williams.

La nueva joya del Barcelona y del fútbol español no ha tenido una entrada fácil en la selección por la onda expansiva generada por el caso Rubiales. El lunes pasado, nada más cruzar la puerta de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, recibió la llamada a filas de los cuatro capitanes —Morata, Rodri, Azpilicueta y Kepa— para poner encima de la mesa un comunicado que, cuando menos, condenara la actitud del dirigente granadino. Yamal asistió al debate de los términos en los que debía redactarse el escrito que fue leído por Morata ante la presencia de sus compañeros y de la prensa unas horas más tarde. También fue testigo directo, según uno de los presentes, de cómo el núcleo duro de los veteranos se opuso a que el director deportivo, Albert Luque, controlara el mensaje a difundir para evitar que dañara lo menos posible a Rubiales. “Ver, oír y callar. Es un chico discreto, pero asistió a la reunión como uno más”, relata uno de los participantes en el cónclave. Un primer día intenso y áspero para un chico que a finales de agosto eligió jugar con España en vez de con Marruecos, país originario de su familia.

La capacidad para aislarse del avispero que se vivió en Las Rozas y en el hotel de Tbilisi ha generado tanto o más asombro que los culebreos y las roscas que capitalizan su condición de zurdo cerrado. Su capacidad para competir con ese desparpajo y como si sus horas de vuelo en el fútbol de élite fueran ya las de un veterano resabiado han levantado admiración entre los veteranos. “Yo, con 16 años, llevaba una buena empanada en la cabeza. Es increíble que a su edad esté compitiendo por ser titular en el Barcelona y en la selección”, aseguraba con admiración Morata.

El seleccionador Luis de la Fuente también incidió en la necesidad de abrigar al chico: “Lamine cada día te sorprende. Es tremendo que a su edad pueda jugar a este nivel y competir. Se ha integrado pero ahora vuelvo a poner en valor la importancia del grupo, lo han acogido y lo han protegido. Está totalmente adaptado”.

Yamal abandera junto a Gavi y Ansu Fati la explosión en el futbol de alta competición del talento con acné. Luis Enrique, Xavi y el propio De la Fuente están convencidos que sus cuerpos y su conocimiento del juego están lo suficientemente formados como para exponerlos en primera línea. Armando de la Morena es uno de los grandes conocedores de las canteras de toda España por el trabajo que desarrolló en el Atlético de Madrid. Conoce a Yamal desde los 11 años porque era rival de su hijo cuando los torneos nacionales emparejaban a azulgranas y rojiblancos. “Siempre ha destacado por encima de la media, pero ha tenido un desarrollo físico y futbolístico tremendo. Podías pensar que con 19 o 20 años le llegaría su oportunidad, pero la ha anticipado cuatro años por ese crecimiento”. La estabilidad emocional mostrada para competir la achaca De la Morena a su condición de futbolista señalado a marcar una época desde crío. “Ya tiene ese rol de líder porque desde pequeño se le ha exigido que siempre sea el mejor. Eso le ayuda combatir el estrés de jugar en el primer equipo del Barcelona y de haber sido seleccionado por De la Fuente. Desde pequeño cuenta con esa aura de futbolista distinto para ganar partidos”.

“Futuro asegurado”

Yamal también representa el biotipo de futbolistas que en España emerge de la inmigración. Si en Francia, muchos de los futbolistas de raza negra que pueblan las prestigiosas academias de sus clubes tienen el corte del mediocentro defensivo, en el fútbol español responden a parámetros más técnicos. Nico Williams, Fati, Balde y ahora Yamal son chicos más moldeados para el desequilibrio que para el equilibrio táctico. Tampoco es casualidad que provengan de núcleos urbanos situados en las periferias de los cinturones industriales de sus urbes. Todos han tenido antes más fútbol callejero que académico. Son versos sueltos en un juego que tiende a institucionalizar el rigor táctico y los pases de seguridad por encima del libertinaje de la calle y la pelota. “Con Yamal, con Nico Williams y con otros jóvenes tenemos el futuro asegurado”, proclamó con optimismo De la Fuente tras la goleada a Georgia. En medio de la convulsión que vive el fútbol español, Yamal es una bendición que llena el ojo.


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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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