El reino del Atlético de Simeone
Solo los rojiblancos pueden alterar el duopolio liguero al frente de un grupo con la Real a la baja, el Sevilla con dudas, y Betis y Villarreal mirando con lupa lo económico
Un Sevilla que es una incógnita y un Valencia que intenta sobrevivir aferrado a Rubén Baraja abren este viernes (a las 22.00, Dazn y Movistar) la liga de los aspirantes a la gloria, un espacio donde solo el Atlético de Madrid, desde que llegó Diego Pablo Simeone en diciembre de 2011, ha sido capaz de romper el duopolio liguero establecido por Barcelona y Real Madrid. Lo ha logrado en dos ocasiones (2014 y 2020) y esta campaña parte una vez más como el principal candidato a quebrar la hegemonía doméstica establecida. El buen juego y los resultados de la segunda vuelta del curso pasado son el mayor aval de Simeone y de un grupo que hasta ahora solo se ha visto reforzado en su línea defensiva con las contrataciones a coste cero de César Azpilicueta (Chelsea), Caglar Söyüncü (Leicester) y Javi Galán (Celta, por cuatro millones).
Como una inversión de futuro, el uruguayo de 21 años Santiago Mouriño (Racing de Montevideo), casi tres millones de euros, también central, puede salir cedido ahora o en el mercado invernal. Los cedidos Lino y Riquelme han convencido a Simeone en la caótica gira estival que ha incomodado a toda la expedición tras su paso por Corea, EE UU y México.
Con los grilletes puestos en el rastreo del mercado para cumplir con el control financiero de LaLiga, la prioridad de Simeone es la contratación de un mediocentro de buen pie que pueda oxigenar a Koke. El internacional danés Pierre Emile Hojberg (Tottenham) es el elegido ante la imposibilidad, hasta ahora, de acercarse a las pretensiones de Marco Verratti (PSG), al que el Atlético está dispuesto a esperar si al italiano no terminan de convencerle las ofertas de Europa y Arabia que sopesa. En cualquier caso, el máximo accionista del club, Miguel Ángel Marín, ya ha advertido que para que llegue ese pivote tan anhelado por el Cholo necesitaría, al menos, sacar a dos futbolistas.
El desenlace final de la ventana de fichajes tiene a Simeone en vilo porque puede confirmar o rebajar esa condición de primer aspirante al título tras Barcelona y Real Madrid. Morata y Carrasco y también los citados Riquelme y Lino pueden protagonizar movimientos de última hora. Sobre todo, si el Atlético no logra colocar a Saúl y a João Félix. Este último se ha convertido en un problema que puede alterar la convivencia diaria del grupo por el ruido que genera su situación. Ni él quiere estar ni Simeone cuenta con él, pero si no llega una oferta convincente para todas las partes, el grupo tendrá que digerir una relación hasta ahora más problemática que beneficiosa.
A la estela del flamante Atlético aparece la Real Sociedad, una entidad que jugará la Champions después de varios años de buen trabajo. En el banquillo continúa Imanol Alguacil y la mezcla de veteranos y jóvenes de su plantilla deberá superar las bajas de dos jugadores muy importantes como son David Silva, retirado, y el delantero Sorloth, traspasado al Villarreal después de la cesión al conjunto donostiarra del Leipzig. Han llegado al equipo el lateral Traoré, libre y procedente del Rennes, mientras que para sustituir a Sorloth aterrizó el portugués André Silva, cedido por el Leipzig. El objetivo de la Real es pelear por la cuarta plaza e intentar pasar la primera fase de la Liga de Campeones. Jugadores como el meta Remiro, Le Normad, Zubimendi, Brais, Oyarzabal y Merino son valores seguros mientras se espera la explosión de Sadiq, que se perdió la temporada pasada por una grave lesión.
El Sevilla de José Luis Mendilibar también jugará la Champions como la Real, pero después de un curso muy inestable que arregló de forma brillante al ganar la Liga Europa ante la Roma. El Sevilla desea regresar a la pelea por la cuarta plaza. Lo hará con un bloque que ha sido reforzado por el central argentino Gattoni (llega libre, de San Lorenzo); el medio Sow (10 millones al Eintracht); Badé (12 millones al Nottingham) y Pedrosa (también libre, del Espanyol). Se esperan cambios en el Sevilla en una plantilla donde sus puntales, caso del meta Bono, el lateral Acuña o el delantero En-Nesyri no han sido, de momento, vendidos. Veteranos como Navas, Rakitic, Fernando o Suso darán experiencia y competitividad al once inicial.
En la misma ciudad, Manuel Pellegrini inicia su cuarta temporada al frente del Betis. Un equipo que encadenó su tercera clasificación europea seguida para la Liga Europa y que buscará la ansiada cuarta plaza. Su director deportivo, Ramón Planes, se ha esmerado en la llegada de jugadores a coste cero, ya que la entidad sobrepasa en unos 30 millones de euros el límite salarial. Al Betis han llegado Bellerín, Chadi Riad, Mar Roca, Bartra, Isco y Ayoze sin que el club haya tenido que desembolsar un euro. Eso sí, Canales fue vendido por siete millones al Monterrey de México y Fekir no jugará hasta el mes de octubre, como mínimo, tras una grave lesión de rodilla.
Los béticos confían en Pellegrini y en un centro del campo en el que actuarían futbolistas como Guido Rodríguez, William Carvalho, Marc Roca, Fekir e Isco. En la delantera permanece el máximo goleador del curso pasado, con 15 dianas, Borja Iglesias.
Control del gasto
El Villarreal, siempre ejemplo de gestión, ha enfriado las expectativas de sus seguidores con una pretemporada bastante discreta. También porque da la impresión de que los dirigentes han intentado cuadrar los balances con el riesgo de perder capacidad competitiva. Las salidas de Pau Torres, Samu y Jackson a Arsenal, Milan y Chelsea han dejado 90 millones de euros en las arcas, mientras que solo se han invertido 10 en el delantero Sorloth (Leipzig) y 2,5 por Terrats (Girona). Santi Comesaña, Denis Suárez y el punta Berenton han llegado libres. Quique Setién, eso sí, manejará una plantilla con elementos más que contrastados como Foyth, Albiol, Parejo, Capoué, Yeremy Pino o Gerard Moreno. Su objetivo es la clasificación europea.
La misma meta tendrá el Athletic Club, siempre competitivo y fiel a su filosofía deportiva de jugar solo con futbolistas vascos. Ha perdido a Íñigo Martínez, que se marchó al Barcelona, y ha recuperado a Ruiz de Galarreta después de su cesión en el Mallorca. Con Ernesto Valverde al mando, intentará mejorar la octava plaza del curso pasado.
Osasuna, que jugará la Conference League, y el Valencia, aferrado a su historia, cierran el pelotón de aspirantes a los puestos europeos. Si Osasuna es un club modélico en su gestión, el Valencia vive momentos complicados. Como cada verano últimamente, su técnico, Rubén Baraja, clama por unos fichajes que no llegan después de no haber podido retener a jugadores de la cantera como Toni Lato, el yerno perfecto, según Gattuso (se marcha gratis al Mallorca), y de perder a los cedidos Nico (Barça), Samu Lino (Atlético) o Justin Kluivert (de regreso a la Roma, que lo vendió al Bournemouth de Iraola). El holandés fue el máximo anotador del equipo, con ocho goles. Y en Vallecas, el efervescente Rayo que tejió Andoni Iraola ha dado paso a un equipo que ahora dirige Francisco, ya sin el madridista Fran García.
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