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La redención de los gigantes heridos en el Seis Naciones

El torneo pone a prueba la hegemonía de Francia e Irlanda tras su fiasco mundialista y busca savia nueva ante la ausencia tres capitanes legendarios: Sexton, Farrell y Dupont

Torneo Seis Naciones
Peter O'Mahony, de Irlanda, es abatido por el inglés Jack Willis en la edición pasada del Seis Naciones.Seb Daly (Sportsfile via Getty Images)

La constelación del Seis Naciones vuelve a brillar sin sus tres grandes estrellas de la última década. La retirada de Jonathan Sexton —el mejor apertura irlandés de todos los tiempos—, el plante de Owen Farrell a Inglaterra y la odisea olímpica del francés Antoine Dupont dejan al clásico del rugby sin tres capitanes colosales. Savia nueva para el luto mundialista del hemisferio norte, que llegó con los dos mejores del ranking y vio cómo Sudáfrica y Nueva Zelanda mantenían la jerarquía global del sur. Las dos superpotencias frustradas, Irlanda y Francia, descorchan hoy el torneo en Marsella (21:00 horas, Movistar) con aquella final planetaria que pudo ser y no fue. Es la oportunidad de redención de los gigantes heridos, que continúa mañana con el Italia-Inglaterra y el Gales-Escocia.

Cinco jornadas en siete semanas, hasta el 16 de marzo, para despejar incógnitas como si el nuevo ciclo servirá para acortar la brecha que marcaron franceses e irlandeses con el resto. Si Escocia, con su traje eterno de la selección que puede reinar, aprovecha su continuidad para ganar 24 años después. Si la descarada hornada italiana depara luces o sombras. El primer plano es para los nuevos líderes: colosos como Peter O’Mahony (Irlanda), Grégory Alldrit (Francia) o Dafydd Jenkins, capitán galés a los 21 años.

El vacío de Sexton

Jack Crowley tiene el peor trabajo de este Seis Naciones: cargar con el 10 de Jonathan Sexton, el capitán de la mejor Irlanda, a la que deja huérfana tras retirarse como el máximo anotador de la historia del torneo. Su seleccionador, Andy Farrell, sostiene que el cambio de ciclo no supone un punto y aparte. A su favor, la plantilla más experimentada del torneo, con una delantera imponente. Su jaque a la historia es convertirse en el primer equipo que repite Grand Slam —ganar todos los partidos— desde la Francia de 1998.

El favoritismo de Francia

Detalles de precisión y de disciplina dejaron a Francia sin Mundial, su gran cuenta pendiente. No han pasado cuatro meses y los galos asumen de nuevo el rol de favoritos porque el calendario les brinda la visita de Irlanda para empezar y de Inglaterra para terminar. Los ojos estarán en Maxime Lucu, el encargado de suplir a Dupont. Su fábrica de campeones del mundo sigue produciendo —el gigante Emmanuel Meafou es el último ejemplo— y no faltan playmakers como Jalibert o pateadores solventes como Ramos.

Oportunidad para Escocia

En un torneo de líderes ausentes, Finn Russell parte como la gran estrella del Seis Naciones. El 10, nunca falto de talento, encontró una consistencia dentro y fuera del césped el curso pasado que valieron su mejor versión y la de Escocia, que ganó por primera vez sus dos encuentros iniciales y apretó hasta donde pudo a Irlanda y Francia. A los caledonios les ha faltado músculo en la delantera y piernas para aguantar la fase final del torneo. En cuanto a talento, no son menos que nadie.

La hora de George Ford

Pocas camisetas pesan más que el 10 inglés, encumbrado por Jonny Wilkinson. Su último portador, Owen Farrell, se despidió de la selección antes de convertirse en inelegible al fichar por el Racing 92 de París, un camino que siguieron Henry Arundell, Jack Willis o Joe Marchant. Representar a Inglaterra ya no vale tanto como los lucrativos contratos del rugby francés, aunque impida jugar en la selección. La vacante será para George Ford, el apertura de la mejor Inglaterra —en 2019, con Farrell como centro— habitualmente relegado cuando su compañero se ponía al timón. Él mismo se considera parte del fracaso reciente: tres años en la segunda mitad de la tabla. Jamie George, un delantero con galones, se estrenará como capitán en Roma.

El cambio de Gales

Gales llega tras ser quinta en 2022 y 2023, pero su seleccionador, Warren Gatland, el neozelandés que volvió el año pasado y empezará su 17º Seis Naciones, avisa: “Podemos ganar perfectamente el torneo”. El técnico más laureado del XV del Dragón sabe de lo que habla. El debut ante Escocia marcará el pulso anímico, pero reciben a Francia y les sobra descaro para competir en Dublín y Londres. Las esperanzas están depositadas en Jenkins como líder —ven en él su sucesor de Alun Wyn Jones, su gran gladiador— y en que veteranos como George North, que jugará el torneo por 14ª ocasión, leguen su actitud irredenta a los jóvenes.

Las idas y venidas de Italia

El argentino Gonzalo Quesada llega de los Pumas para el enésimo proyecto de Italia, que el curso pasado elevó sus prestaciones, con opciones reales de tumbar a Francia. Pero lo volvió a perder todo. Con líderes como Michele Lamaro, el reto es la consistencia, mantenerse en los partidos para que su desbordante talento —Tommaso Menoncello, un prodigio de 21 años que se perdió el Mundial por lesión, se suma a Paolo Garbisi o Ange Capuozzo— pueda imponerse. Quizás sea su oportunidad para tumbar a Inglaterra, el único socio del Seis Naciones al que no han ganado.

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