_
_
_
_
_

La desafección se expande en el Espanyol

El dueño Cheng Yansheng asume la responsabilidad del descenso y el reto de regresar a Primera

Espanyol jugadores
Los jugadores del Espanyol se lamentan tras confirmar su descenso a segunda división en el estadio de Mestalla (Valencia).Biel Alino (EFE)
Ramon Besa

“Estimada afición: lo sentimos, os hemos fallado (…) Y queremos pedir perdón y asumir toda nuestra responsabilidad en un desenlace que no merecéis”. Chen Yansheng, propietario y presidente del Espanyol, respondió con un mensaje inequívoco de tres minutos al descenso del equipo después de perder el domingo en Mestalla. El dueño del club es consciente de los gritos de “directiva dimisión” que se han repetido últimamente en los encuentros disputados en Cornellà-El Prat. El mensaje de Cheng Yansheng responde por tanto a la crítica después de que en verano pasado se especulara también sobre las negociaciones que habría iniciado con un fondo de inversión estadounidense para la posible venta del Espanyol.

El equipo no se estabiliza y se cuestiona el modelo de Cheng. Ya son dos descensos para un total de seis en su historia —el último fue hace tres temporadas (2019-2020)— desde la llegada del propietario chino en 2016. Hasta 11 entrenadores (Galca, Sánchez Flores, Gallego, Rubi, Machín, Abelardo, Rufete, Moreno, Blanco, Diego Martínez y Luis García), cinco directores deportivos (Óscar Perarnau, Ángel Gómez, Jordi Lardín, Rufete y Catoira) y cuatro CEO (Ramon Robert, Roger Guasch, Durán y Mao Ye) han pasado por el club en los siete años y medio de gobierno de Cheng Yansheng. El reto de alcanzar a medio plazo la clasificación para la Champions suena hoy a broma de mal gusto en el Espanyol.

“No hemos aprendido”, admite en su comunicado el empresario chino. “Pero lo que importa es iniciar un camino que nos devuelva al lugar que merecemos por historia y afición. Nos hemos caído infinidad de veces y siempre nos hemos levantado. Esta vez no será diferente. La rebeldía, el inconformismo y el espíritu de lucha forman parte de nuestro ADN. Un perico no se rinde ni se rendirá”, prosigue Chen Yansheng. “La responsabilidad del descenso está en el seno de la gestión del club y de aquí han de partir también las decisiones que nos han de llevar de nuevo a Primera y en las que ya estamos trabajando para recuperar vuestra confianza”, acaba después de reiterar que empleará “todos los recursos” a su alcance para regresar a la máxima división.

Hay una creciente desafección de los seguidores con Chen Yansheng. No se comparte la manera que tiene de dirigir el club desde su país, siempre alejado de Cornellà-El Prat, y se reprocha que no acierte con los ejecutivos que deben manejar la entidad y el equipo, “seguramente porque se enamora y desenamora continuamente” de los elegidos, según coinciden exresponsables del Espanyol. El distanciamiento no ha ayudado precisamente a fortalecer el proyecto si se tiene en cuenta que la media de asistencia al estadio apenas ha superado los 20.000 espectadores y que la masa social está por debajo de los 30.000 abonados —el máximo llegó a ser de 35.589 en 2010—. Las pérdidas del último ejercicio ascendieron a 19,9 millones y la deuda neta es de 43. La posibilidad de inyectar más dinero se descarta después de que Cheng Yansheng ya saneara una entidad que debía 130 millones en 2016.

La prioridad es volver a Primera un año después del descenso, como ha ocurrido siempre que se ha dado tal situación, desde 1961-1962. No hay dudas sobre la continuidad del técnico, Luis García, con el que han sintonizado tanto los jugadores como los aficionados y cuyo contrato vence en 2024. El equipo compitió por la permanencia hasta Mestalla. El Espanyol se ha quejado de la actuación arbitral en Valencia de la misma manera que en la jornada anterior protestó por un gol concedido a Griezmann.

El margen de maniobra de Luis García ya era muy escaso desde la destitución de Diego Martínez. El técnico gallego fue víctima de una mala política deportiva que se puede visualizar en dos decisiones: ha contado con hasta cuatro porteros —Lecomte, Álvaro Fernández, Joan García y Pacheco— después de conceder la baja a Diego López, y traspasó a Raúl de Tomás al Rayo por ocho millones —sin que pudiera ser inscrito en la Liga— cuando había abonado 22 al Benfica y su cláusula de rescisión era de 70 millones.

Ahora se estima que más de la mitad de los jugadores causará baja para la temporada 2023-2024. La continuidad de Joselu, goleador del equipo (16) y de Braithwaite parece descartada por las ofertas que recibirán. Al Espanyol le resulta difícil retener a sus figuras como ya se vio con Gerard Moreno, Borja Iglesias o Mario Hermoso. El jugador emblemático es hoy Darder, cuyo futuro está en duda. También se fue Rubi, el entrenador que el domingo se jugará la permanencia en Cornellà-El Prat con el Almería, después de llevar al Espanyol a la Liga Europa en 2018-2019. Rubi decidió entonces fichar por el Betis. Y hoy no se sabe qué pasará con Darder hasta que se sepa el sustituto del director deportivo Catoira.

El dueño, en cualquier caso, ya ha dicho que sigue después de pedir perdón; ahora falta conocer su plan para volver a ganarse a una afición desconfiada y escarmentada por el segundo descenso en tres años. A Chen Yansheng no le valdrá solo con un vídeo; tendrá que acercarse a Cornellà-El Prat.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_