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LaLiga Santander jornada 25
Real Madrid
Real Madrid
Vinicius Junior 22'Eder Militao 39'Marco Asensio 92'
3 1
Finalizado
Espanyol
Espanyol
Joselu 7'

Ancelotti: “Vinicius ha estado ejemplar, no ha protestado y ha jugado muy bien”

El brasileño, otra vez el despertador del Real Madrid, suma tantas amarillas en Liga (ocho) como tantos en el torneo. “A mí me sacan tarjeta en la primera falta; al rival, tras 15 y en el minuto 89″, se queja

Lorenzo Calonge
Real Madrid vs RCD Espanyol
Vinicius celebra el gol del empate contra el Espanyol.Rubén Albarran (Europa Press)

Dos horas después de que el Madrid anunciara que este domingo iba a romper su estruendoso silencio sobre el caso Negreira -este periódico publicó que se personará como acusación particular-, lo primero que se escuchó en el Bernabéu fue “corrupción en la federación”. Pero el cántico no vino de la masa blanca que llenó el Bernabéu en un horario muy familiar, sino de la esquina que ocupaban los 300 aficionados del Espanyol. La protesta tampoco encontró gran eco en el resto del estadio. De momento, en las gradas de la Castellana no se ha producido ningún clamor, ni mucho menos un levantamiento, por el escándalo.

RMAReal Madrid
Real Madrid
3
Courtois, Dani Carvajal, Eder Militao, Nacho, Camavinga, Aurelien Tchouameni (Rüdiger, min. 74), Modric (Marco Asensio, min. 71), Kroos (Dani Ceballos, min. 74), Federico Valverde, Vinicius Junior (Álvaro Rodríguez, min. 89) y Rodrygo
ESP Espanyol
1
Espanyol
Pacheco, Cabrera, César Montes, Sergi Gómez (Melamed, min. 84), Óscar Gil (Ronael Pierre Gabriel, min. 68), Braithwaite, José Gragera (Denis Suárez, min. 75), Vinicius, Rubén Sánchez, Joselu y Darder
Goles 0-1 min. 7: Joselu. 1-1 min. 22: Vinicius Junior. 2-1 min. 39: Eder Militao. 3-1 min. 92: Marco Asensio.
Árbitro Jorge Figueroa Vázquez
Tarjetas amarillas Cabrera (min. 18), Vinicius Junior (min. 31), Óscar Gil (min. 55), Dani Ceballos (min. 86) y Dani Carvajal (min. 87)

Con el paso de los minutos, los cánticos se fueron repitiendo, también en la grada de animación del Madrid -controlada por el club-, pero la mecha siguió sin prender en exceso. En la primera parte, el anfiteatro solo se encendió un poco más cuando a Vinicius le sacaron su octava amarilla por una falta a Rubén Sánchez en el centro del campo. El brasileño se tiró al suelo y abrió los brazos como un crucificado ante el enfado del público. Con esa tarjeta, el extremo sumó tantas amonestaciones como goles en el torneo doméstico.

“Me dijo que se la había sacado por agarrón persistente”, comentó Carlo Ancelotti, que se acercó al árbitro en el descanso. “Muchas [amarillas] han sido por protestas. Hoy quiero destacar que su actitud me ha parecido ejemplar, no ha protestado, no ha dicho nada, y ha jugado muy bien. Tiene que seguir así. Está claro que ha recibido demasiadas tarjetas para las patadas que recibe”, subrayó el italiano.

El asunto sigue posado como un nubarrón encima de la cabeza del Madrid, incluso en las jornadas más tranquilas. Este sábado, además, al fin se pronunció el afectado, Vinicius, después de muchas semanas de mutismo. “Conmigo los árbitros no sacan tarjeta a los demás, pero en cuanto hago la primera falta, me la sacan a mí. Es lo que hay, tengo que intentar mejorar, estar con la cabeza tranquila para jugar y ayudar a mis amigos. No puede ser que sea el que más faltas recibe y más tarjetas tiene. Los árbitros sacan la tarjeta cuando el rival me ha hecho 15 faltas y es el minuto 89. Mejor que no saque y tenemos más tiempo para jugar”, se quejó el brasileño, otra vez el despertador de los locales con el 1-1, su segunda diana en Liga este 2023. Sus últimos seis goles en el torneo han sido en el Bernabéu. Fuera no mete desde Cornellà, a finales de agosto.

Con 2-1 a favor y sin ya apenas cánticos sobre los puntos negros del fútbol español, el estadio, de la mano del equipo, fue cayendo en la modorra y Ancelotti, que alcanzó la victoria 100 en Liga, empezó a ir dosificando piezas para el miércoles con las sustituciones casi seguidas de Modric, Kroos y Tchouameni, por Asensio, Ceballos y Rüdiger (Camavinga pasó al mediocentro) a falta de 20 minutos.

El respetable solo abandonó la siesta para aclamar a Nacho, que gestó el tercero de Asensio con una arrancada de largo recorrido antes de asistir al balear. El canterano, que todavía no ha comunicado si quiere renovar, se llevó la ovación de una grada hasta entonces indiferente. Para él fue el mayor grito. “A día de hoy, soy feliz. No voy a decir nada más. Como dije, mi decisión no va a depender de los minutos que juegue hasta el final, pero si las cosas van como hasta ahora, esta felicidad no la voy a encontrar en ningún lado”, valoró en los micrófonos de Movistar.

Militão, tantos goles como Rodrygo

El Bernabéu se sumió en una prolongada cabezada en cuanto Militão agarró por el aire una asistencia sensacional con el exterior de Tchouameni y puso el 2-1. En una jornada de bajo consumo en puertas del Liverpool, el Madrid solo aceleró cuando se vio por detrás y hasta que volteó al borde del intermedio. En un tiempo de dificultades goleadoras en Liga de los atacantes blancos, a diferencia del resto de competiciones, Militão se ha convertido en una de las piezas más dañinas.

El brasileño, el puntal más fiable en el centro de la retaguardia, ya suma cuatro goles en el campeonato (todos de cabeza), tantos como Rodrygo. “Este dato puede ser raro”, admitió Ancelotti. “Militão puede ser un gran delantero, pero no sé si Rodrygo puede ser un gran defensa. El primero ha sido muy contundente arriba y el segundo ha marcado poco porque le he pedido mucho trabajo defensivo”, trató de salir del paso el entrenador blanco. El brasileño, que este sábado mandó una falta al larguero, no anota en Liga desde el 16 de octubre.

Militão suma a sus cuatro dianas en el campeonato otra en Champions y en Copa, lo que supone un récord personal (seis), por encima de las cinco que se apuntó con el Oporto en la 2018-19. Él apareció en la primera foto de la tarde del Madrid, cuando la defensa se cayó en cadena tras un error de Camavinga -otra vez lateral izquierdo pese a que no había una situación de necesidad porque Rüdiger era suplente- que abrió el paso al 0-1 de Joselu, más rápido que Militão para fulminar a Courtois. Media hora después, su tanto arregló la sesión vespertina del Madrid.

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