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El año de ‘Barbenheimer’ llega a su fin

El ‘biopic’ de Christopher Nolan sobre el padre de la bomba atómica entra como gran favorita a la gala de los premios Oscar de 2024, que promete ser la más diversa hasta la fecha

El tramo de Hollywood Boulevard en donde se encuentra el teatro Dolby, al fondo en color vainilla, cerrado tres días antes de la ceremonia.
El tramo de Hollywood Boulevard en donde se encuentra el teatro Dolby, al fondo en color vainilla, cerrado tres días antes de la ceremonia.ALLISON DINNER (EFE)

Los premios Oscar de este domingo cierran un largo camino iniciado el 21 de julio de 2023. Aquel día se estrenaron Oppenheimer y Barbie en Estados Unidos, poniendo una marcha un fenómeno cultural conocido como Barbenheimer. Siete meses después, puede decirse que la película de la muñeca de Mattel ha ganado la batalla en la taquilla, recaudando 1.450 millones de dólares en todo el mundo. En cambio, el biopic del padre de la bomba atómica, salvo sorpresa, aspira a coronarse en la gran noche de la industria después de su paso triunfal por los Globos de Oro, los Critics Choice y los BAFTA.

La edición 96ª de los Oscar parece ser la de las grandes producciones. El filme sobre J. Robert Oppenheimer, nominada en 13 categorías, reduce a tres horas una ambiciosa biografía que necesitó 25 años de investigación y 50.000 documentos. Gracias a la visión de su director, Christopher Nolan, quien parece estar a punto de ganar su primera estatuilla, la película se convirtió en un fenómeno cercano a los mil millones de dólares en taquilla. Barbie, en cambio, pese a sus muchos millones y su inmenso impacto social y cultural, pasará más desapercibida en los premios. Opta a ocho estatuillas, dos de ellas a mejor canción, que parece que si se llevará gracias a What Was I Made For?, de Billie Eilish, que roza su segundo Oscar con solo 22 años. I’m just Ken, interpretada sobre el escenario por Ryan Gosling, será uno de los grandes espectáculos de la noche.

Unos 19 millones de estadounidenses sintonizaron la televisión el año pasado para ver cómo la Academia se modernizó entregando siete premios a Todo a la vez en todas partes, una película independiente que conectó con los jóvenes que acudieron a la sala. Los productores de la ceremonia quieren mantener la luna de miel con la audiencia. El espectáculo, conducido nuevamente por Jimmy Kimmel, presentador de la cadena ABC, en el teatro Dolby, comenzará este año una hora más temprano de lo habitual, a las 16.00 locales (00.00 del lunes en horario peninsular español).

Aficionadas haciéndose un selfi ante una de las estatuas en Hollywood Boulevard, el viernes 8 de marzo en Los Ángeles.
Aficionadas haciéndose un selfi ante una de las estatuas en Hollywood Boulevard, el viernes 8 de marzo en Los Ángeles.Sarah Meyssonnier (REUTERS/)

El ajuste de horario hará más fácil que los seguidores de Juan Antonio Bayona y Pablo Berger, quienes aspiran a dar la sorpresa en las categorías de mejor película internacional y en la de maquillaje y peluquería por La sociedad de la nieve y mejor película de animación por Robot Dreams, respectivamente, se enteren del resultado en directo. Sobre todo de esta última, porque aunque todavía no se ha anunciado el orden de entrega de los galardones, el propio Berger opinaba el viernes ante este periódico que cree que su candidatura será de las primeras en conocerse. Así los nervios pasan antes.

En Francia también habrá noche en vela. Anatomía de una caída, una película que se convirtió en un fenómeno en las salas y en la campaña al Oscar gracias, entre otras, al carismático perro Messi, comparece en cinco apartados, entre ellos el de Mejor Película. Su directora, Justine Triet, podría convertirse en la cuarta mujer que gana una estatua como directora.

La noche también será seguida de cerca en América Latina. El director de fotografía Rodrigo Prieto, de Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese y nominada en 10 categorías, aspira a convertirse en el cuarto mexicano con un Oscar en esa categoría junto a Guillermo Navarro, Emmanuel Lubezki y Alfonso Cuarón. El Conde, de Pablo Larraín, opta a una estatuilla a mejor fotografía, mientras que su colega chilena Maite Alberdi compite con La memoria infinita en mejor largometraje documental, una categoría donde todas las nominadas son no estadounidenses, entre ellas la gran favorita, 20 días en Mariúpol, acerca del asedio ruso a la ciudad ucrania. Si su director, el reportero Mstyslav Chernov, sube a recoger el galardón, estaremos ante uno de los momentos más serios y reivindicativos de la noche.

Unos premios no tan blancos...

Esta es la primera gala donde la Academia entrega los premios bajo nuevas reglas para fomentar la diversidad, adoptadas en 2020 después de la polémica de #OscarsSoWhite (Oscar demasiado blancos) de 2015 y 2016, cuando los 20 nominados en la categoría de actuación fueron blancos. Las películas que aspiran a llevarse la estatuilla más importante de la velada debieron al menos cumplir con dos de estos criterios: que tengan al menos un protagonista que no sea blanco y que un 30% de secundarios sean interpretados por mujeres, minorías, integrantes del colectivo LGTBQ o sean personas con capacidades diferentes. O que la trama sea sobre uno de estos grupos. Los activistas de las minorías aseguran que estas guías son demasiado fáciles de cumplir. Calificaron 265 películas de 321 que fueron presentadas ante la Academia.

Muchos consideran que el problema de la inclusión en Hollywood no se corregirá hasta que los ejecutivos de los estudios provengan de orígenes más diversos. No obstante, la 96ª edición de los premios puede dejarnos a la primera nativa estadounidense que gana un premio de actuación. Lily Gladstone, nominada por Los asesinos de la luna, (si Emma Stone y su brillante actuación en Pobres criaturas se lo permite). Gladstone lidera una variada generación en la que hay siete de 20 actores nominados que no son caucásicos. Otras de las favoritas es la afroamericana Da’vine Joy Randolph, por su papel en Los que se quedan, de Alexander Payne.

Montaje de parte de la alfombra roja de los premios Oscar el viernes por la mañana en Los Ángeles.
Montaje de parte de la alfombra roja de los premios Oscar el viernes por la mañana en Los Ángeles.Mike Blake (REUTERS)

Es claro que Barbie cumple con estas reglas, a pesar de que las nominaciones dejaron fuera a su directora, Greta Gerwig, lo que provocó cierto malestar en la industria. También lo hace American Fiction, donde un escritor negro, protagonizado por Jeffrey Wright, se inventa un alias para saciar el superficial apetito de pluralidad de las instituciones culturales estadounidenses (un guiño más que irónico a estos Oscar). O Vidas pasadas, una historia de amor protagonizada por una coreana americana. La prensa estadounidense se ha preguntado estos días si realmente Oppenheimer cumple con este conjunto de nuevas normas.

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