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El cantante Chico Buarque, indemnizado tras las ofensas de un diputado exactor porno

El legislador Alexandre Frota llamó “hijo de puta” al artista en 2017 y acumula otra condena por daños morales contra Caetano Veloso

Chico Buarque, en Río de Janeiro en 2015.
Chico Buarque, en Río de Janeiro en 2015.Luiz Maximiano

“Cuando llegue el momento este sufrimiento te lo cobraré con intereses, lo juro”, decía Chico Buarque en 1970 en una de sus más célebres composiciones, A pesar de você. El verso de este himno de la música popular brasileña, compuesto en su momento como un grito contra la dictadura militar, bien podría aplicarse ahora a otro asunto mucho más prosaico. El cantante acaba de ser indemnizado (con intereses, como en la canción) por las ofensas que vertió contra él el diputado Alexandre Frota, actor porno reciclado en político gracias a la ola bolsonarista que barrió Brasil hace cuatro años. El propio Frota anunció el miércoles que había hecho el pago.

La trifulca empezó en 2017, cuando el político echó mano de Twitter para llamar al artista “hijo de puta” y decir que “lloraba por no poder robar libremente”. Frota fue procesado y condenado a indemnizar a Buarque con 50.000 reales (9.600 dólares) por daños morales. El pago se hizo años más tarde, en agosto de 2021. Pero el compositor decidió recurrir y pedir que se añadieran los intereses al valor total.

Ahora, la justicia de Río de Janeiro acaba de decidir que el diputado pague otros 30.000 reales (5.700 dólares), que por lo visto ya estarían en la cuenta del músico. “Respetando la decisión, concluyo esta última fase y paso página de la vida, éxitos para Chico”, ha dicho Frota en Twitter poco después de depositar el dinero. El cantante no hizo ningún pronunciamiento al respecto.

En declaraciones a Universo On Line (UOL), el actor, que al principio de los años 2000 protagonizó películas como Sexo, sudor y samba o Anal Total 10, aseguró que no hay ningún malestar entre los dos: “Adoro a Chico, soy fan suyo, hemos jugado muchos partidos de fútbol juntos”, decía. A pesar de la aparente cordialidad, no es la primera vez que el exactor porno es condenado por daños morales. En 2020 fue condenado a pagar otros 60.000 reales (11.500 dólares) al cantante Caetano Veloso por acusarle de pedofilia, al referirse al inicio de la relación con su mujer, Paula Lavigne, que en aquel momento tenía 13 años. El autoproclamado filósofo Olavo de Carvalho, principal gurú del bolsonarismo, ya fallecido, también fue condenado por el mismo motivo. La fijación de Frota con estos dos iconos de la música brasileña tiene relación directa con sus preferencias políticas. Buarque, de hecho, es uno de los más fieles apoyos del expresidente Lula da Silva en la escena cultural.

Frota llegó a la Cámara de Diputados en 2018 aupado por su apoyo al entonces candidato Jair Bolsonaro, pero un año después expresó su desilusión con el ya presidente y fue expulsado del PSL, el partido oficialista. Llegó incluso a trabajar por el ‘impeachment’ del presidente y no tuvo reparos en sacudirse la pátina ultraderechista para presentar proyectos de ley en favor de la comunidad LGTBI. Ahora presume en sus redes sociales de ser el diputado con más textos presentados a favor de la mujer y los niños con autismo, y tras cuatro años en la Cámara de Diputados busca un escaño en la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo.

Los recursos de los grandes nombres de la música brasileña por los insultos que reciben en Internet han sido frecuentes en los últimos años. En ocasiones, el malestar lo provoca el mal uso de sus canciones. En febrero de este año, Buarque, Gilberto Gil y Djavan demandaron a la diputada bolsonarista Ana Campagnolo, de la Asamblea Legislativa del estado de Santa Catarina, por haber usado sus composiciones para impartir un “curso antifeminista”. Buarque también reaccionó rápidamente cuando el gobernador del Estado de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, de centro-derecha, usó sin su consentimiento una imagen suya en una pieza publicitaria.

El abogado que representa al compositor, João Tancredo, daba a entender que al autor no es que le emocionen las batallas judiciales, pero no le queda más remedio. “La gente usa su imagen o hace ofensas y cree que no va a pasar nada. No puede ser, eso tiene consecuencias (…) Chico Buarque no es amigo de los procesos, pero hay veces en que no hay otra salida, y como defendemos con uñas y dientes el Estado Democrático de Derecho, el camino es la Justicia”, defendió.

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