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Zanele Muholi: reclamando la negritud

Una exposición reúne los autorretratos de la activista sudafricana. Una declaración sobre la objetivación, la opresión y la discriminación racial y de género

Julile I, Parktown, Johannesburg, 2016
Julile I, Parktown, Johannesburg, 2016Zanele Muholi/Cortesía Stevenson Gallery y Yancey Richardson Gallery

Desnuda, Zanele Muholi (Umlazi, Durban, Sudáfrica 1972) posa frente a su cámara. Su piel negra se pierde en la oscuridad del fondo. El contraste del blanco de sus ojos intensifica una mirada de por sí inquisidora, confrontando directamente al espectador. Es una invitación a implicarse en su historia. Titulado Bester V, el autorretrato lleva el nombre de la madre de la artista. Su cabeza se yergue con dignidad, siguiendo la tradición clásica del retrato, coronada por lo que podría ser una tiara: hecha con estropajos de metal, hechos para rascar y limpiar la porquería. Descontextualizados de su función, los adornos rinden tributo a la belleza y dignidad de su progenitora. Trabajó como sirvienta durante el tiempo del apartheid, recluida en una cocina. Forma parte de una especie de biografía escrita a través de autorretratos. Una historia escrita estrictamente en blanco y en negro. A través de la sombra y de la luz. Donde la autora reflexiona sobre lo que supone ser una mujer de raza negra. Una poderosa y poética declaración artística y política sobre la identidad, la raza y la resistencia, a través de alusiones a experiencias personales, y a acontecimientos históricos y actuales.

Son en total 76 los autorretratos que componen la exposición itinerante Zanele Muholi: Somnyama Ngonyama, Hail the Dark Lioness, (¡Salve!, oscura leona). Comisariada por Renée Mussai para la organización Autograph ABP, puede verse en la actualidad en el Seattle Art Museum. La muestra se completa con un monográfico homónimo publicado por Aperture (premiado con el prestigioso Kraszna- Krausz del 2019) que incluye poemas, ensayos y críticas, escritos por más de veinte colaboradores, así como una extensa entrevista con la autora. “Estoy reclamando mi negritud”, destaca la artista. “Es mi piel, y la experiencia de ser negra está profundamente arraigada en mí. De la misma forma que nuestros ancestros, vivimos como gente de raza negra 365 días al año, y debemos hablar sin miedo”.

Sebenzile, Parktown, 2016
Sebenzile, Parktown, 2016Zanele Muholi/Cortesía Stevenson Gallery y Yancey Richardson Gallery

Un distintivo de la serie de autorretratos es la intensidad de la mirada. “Es la personificación de lo que la académica feminista bell hooks denomina la ‘mirada oposicionista’: un acto político de rebelión para reclamar el derecho de la gente de raza negra a mirar, y a tener una mirada propia. Es esto lo que hace que el encuentro fotográfico con Somnyama resulté incómodo o perturbador para algunos espectadores: uno no puede escapar de la mirada”, apunta Mussai.

La trayectoria de la premiada artista, que se denomina a sí misma una activista visual, ha merecido un amplio y aclamado reconocimiento internacional -uno de sus autorretratos figura como la imagen oficial de la edición de París Photo de este año-. Se inició con su serie Faces and Phases, un ambicioso documento visual llevado a cabo a lo largo de más de una década, retratando a las mujeres negras y lesbianas de su país natal. En esta ocasión, vuelve la cámara sobre sí misma, invitando al espectador a reaccionar ante sus subversivos y satíricos retratos, haciendo uso de un lenguaje simbólico. “¿Cuál es mi responsabilidad como ser humano, como ciudadana sudafricana, al leer de forma continuada noticias sobre el racismo, la xenofobia y los crímenes por odio en los principales medios de comunicación?”, se pregunta. “Comencé a reflexionar sobre cómo somos percibidos como negros”, explica. “Cualquier cosa negra es siempre posicionada como algo salvaje, animalístico, incontrolable”.

Ntozakhe II, Parktown, Johannesburgo, 2016
Ntozakhe II, Parktown, Johannesburgo, 2016Zanele Muholi/Cortesía Stevenson Gallery y Yancey Richardson Gallery

El proyecto, aun en desarrollo, comenzó en 2012. Los autorretratos fueron realizados en distintos lugares del mundo, principalmente en Europa, Norte América y África. En muchos espacios donde la negritud es experimentada como una marcada diferencia, que conlleva de alguna manera tener que justificar su presencia. Recopilaba materiales diversos que iba encontrando. Materiales de desecho, objetos mundanos, en general baratos y sin ningún carácter llamativo: rotuladores, tubos, gomas, distintos tejidos textiles, rulos, pinzas, que adornan su rostro aludiendo a distintos episodios de su vida y que, curiosamente, parecen adquirir un carácter étnico que nos traslada a su tierra de origen. Al tiempo remiten a cuestiones de sobre la raza, el ideal de belleza, el medioambiente, el género y la economía global.

Así en Ntozakhe II, Muholi se autorretrata como la Estatua de la Libertad. “¿Son realmente libres los negros que viven en Los Estados Unidos?”, se cuestiona “¿Sí la estatua fuese negra, serían distintos nuestros los conceptos de libertad y justicia?”. En Dalisu, un entresijo de cuerdas nos habla acerca de la sensación de “estar estrangulada viva, confinada, confusa, enfadada” como apunta la autora. “Al tiempo es una afirmación de mí misma, y de otros que son como yo -una llamada a la acción-. Un recordatorio para no permitir que nadie nos haga de menos, o vernos reprimidos por fuerzas externas o por otros”. En Bhekisisa, su cuerpo aparece prácticamente escondido entre las rocas de una playa, en clara alusión al tema de los refugiados. En Kwanele se envuelve en el mismo plástico utilizado para envolver maletas en los aeropuertos. Responde a la experiencia de tener que pasar por el control de inmigración. Bona, donde se mira a un espejo, es su favorito: “Simplemente ese momento cuando todo es posible”.

Bona, Charlottesville, 2015
Bona, Charlottesville, 2015Zanele Muholi/Cortesía Stevenson Gallery y Yancey Richardson Gallery

“Estos retratos, tratan, esencialmente, sobre el coraje; el coraje para emerger; el coraje para reflejar; el coraje para existir, insistir, resistir; el coraje de ponerse delante de una cámara”, señala la comisaria.

“¿Cómo se define la belleza negra? Cambia con los tiempos, y siempre parece encajar en la utilización que otros hacen de ella”, destaca Muholi. “Intento que la gente de raza negra se plantee esto”.

Zanele Muholi: Somnyama Ngonyama, Hail the Dark Lioness. Seattle Art Museum. Estados Unidos. Hasta el 3 de noviembre.

Zanele Muholi: Somnyama Ngonyama, Hail the Dark Lioness. Aperture. 212 páginas. 136 euros.

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