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Cualquier otra imagen del mundo

Es Baluard reordena su colección para subrayar sus carencias en la representación de los relatos no occidentales

Es Baluard
Vista de la exposición 'Sin Rumbo. Confrontar la Imago Mundi', en Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma.David Bonet

El museo mallorquín Es Baluard sigue actualizando la lectura de su colección, en línea con los discursos y expectativas de los grandes museos internacionales. La exposición Sin Rumbo: confrontar la Imago Mundi busca avanzar en este camino con estrategias nuevas, a través de una relectura y activación de obras de diversa procedencia y cronología. El punto de partida es un facsímil, traído de la Biblioteca Nacional de España, del Atlas de Cresques Abraham, judío mallorquín que en 1375 cartografió el mundo conocido en uno de los manuscritos más importantes de la Edad Media. Este punto de vista, simultáneamente ligado a la tradición local y a una historia de apertura y relaciones internacionales, permite una narrativa amplia entre obras que, a priori, tendrían difícil encaje en una ordenación temática al uso.

El objetivo de Agustín Pérez Rubio, comisario de la muestra, es muy ambicioso, porque parte de obras fechadas desde el siglo XX hasta la actualidad para reflexionar sobre una gran diversidad de asuntos relacionados con la representación del mundo. La representación o, mejor, lo que la representación del mundo deja fuera es el concepto central que sirve para ligar las obras a través de episodios y momentos claves en la concepción imperialista de la modernidad, el racismo en Europa, la exclusión de los relatos y asuntos no occidentales en el arte y la colonización continuada a través de los objetos artísticos, el expolio y la explotación. Ya el año pasado, la exposición Memoria de la defensa: arquitecturas físicas y mentales relacionaba la colección con la fortaleza y muralla de la que emerge la construcción contemporánea de Es Baluard, aunque es esta muestra la que más amplía esas fronteras para abarcar los debates más candentes.

Es tal la profusión de temas y épocas que se buscan representar a través de las obras que el esfuerzo es mayúsculo en varios sentidos. Por un lado, es notable el préstamo y depósito proveniente de colecciones privadas de la isla y contribuye a engrandecer la muestra con artistas de la talla de Bouchra Khalili o Dineo Seshee Bopape. Son precisamente estos artistas los que mejor explican el espíritu de la exposición, que en ocasiones parece exigir demasiado de algunas obras para redirigirlas al discurso del comisario. La extensa cronología escogida tampoco juega siempre a favor, pero la colección demuestra soltura y plasticidad gracias a obras con mucha fuerza. Es el caso de Searching for Africa in ‘Life’, de Alfredo Jaar, quien reúne las portadas de la revista desde su fundación hasta 1996 para demostrar la escasísima representación africana en una publicación fundamental para entender la cultura de masas en Occidente. Al someter a la colección a una reordenación tan arriesgada, sus vergüenzas pueden salir a flote, pero sobre todo estira sus límites, expone sus fortalezas y permite atender de forma brillante a perspectivas que parecían reservadas a museos de mayor envergadura. Tras finalizar la visita, es imprescindible acercarse al exterior del museo para volver a mirar Hillargia, de Oteiza, a partir del discurso expositivo. La obra es probablemente la joya de la corona de la colección permanente y la mejor conclusión de este relato cartográfico.

‘Sin Rumbo: confrontar la Imago Mundi’. Es Baluard. Palma de Mallorca. Hasta el 21 de enero de 2024.

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