_
_
_
_
_

Juergen Teller, la provocación hecha fotografía de moda

El monográfico ‘Donkey Man and Other Stories’ se adentra en el universo más íntimo del artista alemán, cuya obra está plagada de desnudos, humor y transgresión

Juergen Teller fotografía de moda
‘Suzi Leenaars, Uh No.39’, ‘Self Service magazine’, Londres, 2016. Juergen Teller

Existe un lugar entre el texto y la imagen que se vislumbra como un espacio de creación. A esa intersección se remite magistralmente Juergen Teller (Eerlangen, Alemania, 1964) para volcar su lado más íntimo y biográfico en su última publicación: Donkey Man and Other Stories, (Rizzoli). Se trata de un volumen de 608 páginas donde la fotografía se encuentra con la palabra en un ejercicio en cierto modo catártico, que recorre las múltiples vivencias que subyacen bajo tres décadas de quehacer artístico.

La publicación se presenta con un autorretrato del fotógrafo, que descansa plácidamente desnudo sobre un burro. La imagen fue tomada en su estudio de Londres en 2016 con el fin de ejercer sobre el autor un efecto purificador y liberador a causa de un desagradable incidente ocurrido a mediados de los ochenta en Turquía, un intento de agresión sexual en un desierto y a lomos de un asno. Tras un violento combate —y sin bajarse del burro— el artista logró milagrosamente disuadir a su atacante. Nunca fue capaz de contar la historia. Ni siquiera a sus allegados. Hasta que, treinta años más tarde, ya convertido en uno de los fotógrafos más influyentes de los últimos tiempos, tuvo la necesidad de tomarse este tierno autorretrato, como un compendio de las malas y las buenas experiencias que conforman la vida y de su complejidad.

El rico universo de Teller está habitado por animales —caracoles y ranas que saltan sobre platos—, celebridades —de Kate Moss a Kim Kardashian y Pep Guardiola, por nombrar solo algunos— y amigos como Charlotte Rampling y Boris Milkhaïlov. También está lleno de bosques de pinos, de modelos que posan desnudas en el diván de Freud, de formas fálicas, de comida y de retratos de su familia, así como de sus autorretratos. Un crisol que alcanza su temperatura máxima a través de su inefable y distintiva mirada, siempre aderezada por el humor y la provocación, en la que se aprecia su apetito por fotografiar la vida, sin temor y con pasión. Teller posee el don de saber “reflejar el mundo tal y como es, de mostrar la verdadera identidad de la gente”, como asegura Edward Enninful, director de la edición británica de Vogue, en uno de los escritos que incluye la publicación. “Tiende puentes entre la moda y el arte porque es valiente a través su honestidad, y no se toma nada demasiado en serio. Con él desaparece el artificio. Nadie es capaz de hacerlo como él”.

‘Nobuyoshi Araki’, ‘Arena Homme Plus magazine’, Tokio, 2017.
‘Nobuyoshi Araki’, ‘Arena Homme Plus magazine’, Tokio, 2017. Juergen Teller

Teller comenzó su andadura a mediados de los ochenta en Londres, donde pronto tuvo ocasión de fotografiar a Björk y Morrissey. No tardaría en sacudir el mundo de la fotografía de moda con una instantánea de la modelo Kristen McMenamy desnuda, con la palabra Versace escrita en su pecho dentro de un corazón garabateado con carmín. A lo largo de los años, se ha encargado, entre otras, de las campañas de Vivienne Westwood, Marc Jacobs y Celine. Con frecuencia sus fotografías parecen a la vez espontáneas y posadas. Todas llevan ese sello inimitable y antiglamur que tantos han tratado de plagiar y que contribuiría a redefinir el lenguaje visual de los noventa. “Juergen sabe cómo ubicar los elementos de una imagen con un certeza que resulta tan radical como directa”, destaca el artista Donatien Grau en el prólogo. La publicación suma un total de 400 imágenes, muchas de las cuales han ilustrado las grandes cabeceras de moda, satisfaciendo el deseo del autor de reunir su trabajo editorial en un solo volumen, como una forma de rendir homenaje a la revista impresa.

El texto desempeña un papel muy importante: contribuye a subrayar el potencial narrativo de la imágenes de forma global y concede otra dimensión al monográfico. Se trata de relatos escritos por el propio autor sobre sus vivencias, que desvelan el lado más irreverente y también el más tierno y humano de este enfant terrible de la fotografía. También se incluyen los testimonios de sus colaboradores y una conversación entre el actor alemán Lars Eidinger e Irene Teller, la madre del artista, una figura que adquiere gran relevancia dentro del libro. Destaca el uso que hace el fotógrafo de la yuxtaposición de las imágenes, creando universos paralelos y conflictivos. Un juego de contrastes que va implícito en toda su obra, como refleja la campaña realizada para Saint Laurent en el Vogue británico, donde retrató a las modelos al lado de un campamento de indigentes al norte de París. El fotógrafo cuestionaba así el significado de la ropa y el de la propia naturaleza del tema. Ya había hecho algo similar en su serie Paradis, en la que colocó a la actriz Charlotte Rampling y la modelo Rachel Zimmerman desnudas frente a la Mona Lisa, en el Louvre, desafiando y reinterpretando la tradición de la venerada institución francesa.

‘Nuts No.21’, ‘Dust magazine’, Londres, 2020.
‘Nuts No.21’, ‘Dust magazine’, Londres, 2020. Juergen Teller

Las ranas sobre los platos rinden homenaje a la obra de Robert Mapplethorpe, fotógrafo en cuyo descaro, franqueza e intensidad a la hora de encarar los temas encontró el alemán las notas claves de su propia voz. “Tenemos unas pocas cosas en común: fumar, beber y las mujeres. La fotografía sólo nos hace salir de casa”, le diría su amigo William Eggleston, con quien atravesó en coche el estado de Bavaria. Es, sin embargo, el placer del acto de fotografiar lo que le atrae del siempre polémico Nabuyoshi Araki , junto con el toque sentimental que rezuma su obra. En Donkey Man and Other Stories la tensión entre lo público y lo privado, entre la ficción y lo autobiográfico, perfila y define su estilo. Esta característica también se ve reflejada en la obra del autor japonés, que alcanzaría la fama con Sentimental Journey, un poema de amor dedicado a Yoko, su mujer. Vivir y fotografiar significan lo mismo para ambos artistas.

“Para Juergen Teller la fotografía brota de un acto de amor”, escribe Grau. En su obra están presentes su pareja, Dovile, sus hijos, su madre, sus amigos y su padre, quien se suicidó. Su progenitor odiaba el fútbol, dato que aprovechó el autor cuando decidió autorretratarse de noche, desnudo, cigarro en una mano y una botella de cerveza en la otra, frente a la tumba de su padre aguantando con el pie un balón. Como un niño, mediante el desafío, profanaba su memoria al tiempo que le rendía culto. En definitiva, la obra de Teller trata del acto de vivir, pero también de la vulnerabilidad de ser, mientras deja claro que en su quehacer artístico no existen normas.

portada 'Donkey Man and other stories', JUERGEN TELLER. Editorial Rizzoli

Donkey Man and Other Stories

Juergen Teller.
Rizzoli, 2021.
608 páginas, 133 euros.


Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_