_
_
_
_
_
columa
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

“¿Quién mató a Jill Dando?”, un asesinato sin resolver

La periodista murió de un tiro en la cabeza en 1999. Presentaba ‘Crimewatch’, un programa en el que buscaban el apoyo ciudadano para resolver crímenes

Jill Dando Netflix
La periodista británica Jill Dando, en un momento del documental de Netflix.
Ángel S. Harguindey

Errar es de humanos. Vale. Pero cuando los que se equivocan son la policía y los jueces, además de humano es terrible y lamentable. Es el caso de la serie documental de tres capítulos ¿Quién mató a Jill Dando?, una muy conocida presentadora de la BBC que fue asesinada de un tiro en la cabeza cuando entraba en su casa. El hecho ocurrió en abril de 1999 en el londinense barrio de Fulham, dos años después de la muerte de Lady Di con quien se la comparaba físicamente. Ambas muertes conmocionaron a la sociedad británica por más que en el Reino Unido en ese mismo año de 1999 fueron 920 los homicidios. La popularidad de la presentadora exigió una investigación policial más amplia e intensa de lo habitual y, naturalmente, la prensa sensacionalista no tardó en desinformar con todo tipo de teorías más o menos imaginativas mientras pasaban los meses.

Y fue esa presión la que más de un año después de ocurrido el asesinato alentó a la policía a detener, acusar y, posteriormente, condenar a un presunto culpable que, ocho años más tarde, y tras un nuevo juicio, fue liberado por falta de pruebas. Un documental (Netflix) en el que, como suele ser habitual en el género, el contenido prima sobre el continente. Formalmente correcto y funcional, con el añadido de que ninguno de los responsables de la investigación eludieran analizar sus pesquisas y conclusiones, lo interesante es lo que se narra: un tremendo hecho que 24 años después de ocurrido aún no se encontró al responsable del asesinato de Jill Dando, la presentadora de un programa de televisión, “Crimewatch, que, paradójicamente, recababa la ayuda del público para tratar de resolver los crímenes irresueltos.

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_