Nebulossa llega a Eurovisión con 13 maletas llenas de ropa y como “líderes de Zorrilandia”

Durante la segunda semifinal de Eurovisión, que emite La 1 en la noche de este jueves, habrá seis minutos seguidos de música en español. El destino ha querido que el dúo alicantino Nebulossa, representante de España de esta edición, y la banda madrileña Megara, que ha llegado al festival representando a San Marino, actúen uno detrás de otro en esta segunda cita de certamen. Primero llegará el Zorra que ganó en el Benidorm Fest y que ya está clasificada para la final: intervendrá en esta fase tan solo como canción invitada. Justo después, sonará el 11:11 con el que el grupo de rock representa al microestado europeo.

La popularidad del matrimonio formado por Mery Bas (55 años) y Mark Dasousa (47 años), conocido como Nebulossa, se disparó a principios de febrero, cuando triunfó en la preselección española a Eurovisión organizada en Benidorm. Recreando el synth-pop de los años ochenta que tanto marcó su juventud y con una provocadora puesta en escena, la pareja generó una inevitable polémica con la letra de Zorra. En estas semanas, RTVE ha hecho un enorme esfuerzo para promocionar el tema a nivel internacional. Nebulossa ha actuado en varias ciudades de Europa y América, ha traducido la peleona letra de su canción a varios idiomas y se ha unido en el escenario a artistas internacionales que han apoyado su candidatura. Ahora, han llegado a Suecia con un montón de maletas. Trece de ellas corresponden al vestuario de Mery. “Hay muchos eventos a los que acudir en estas dos semanas y la ropa de invierno abulta mucho”, ironiza la cantante desde Malmö. El vestido que lucirá en su actuación oficial lleva 63.000 cristales. “Pero justo es el que menos espacio ocupa”, dice.

A juzgar por los extractos en vídeo que han podido verse de los ensayos de Zorra en Malmö, los ligeros cambios que se han hecho a la propuesta están gustando a los seguidores del certamen. Bas ha pasado de ser la dueña de un burdel para todos los géneros y gustos a la alcaldesa de una ciudad muy divertida. “La líder de Zorrilandia”, bromea la pareja. “Lo que vamos a ver en el escenario es el mismo que ya se vio hace unos meses, solo que ampliado y mejorado”, avanza Bas. “Hemos querido que los visuales muestren más cosas que se cuentan en la canción. Primero bajamos a un club clandestino, como ocurría antes, pero luego salimos a la calle, a una ciudad inspirada en la película de Metrópolis”, apunta Dasousa.

Los dos dejaron claro en Benidorm que son muy mayores como para preocuparse de polémicas. “No tenemos 20 años. Nos las suda todo”, sentenciaron en su momento. Siguen sin querer entran en las valoraciones negativas que otros cantantes españoles han hecho de la letra de su canción o de su apuesta artística. “Nos estamos llevando mucho más cariño que críticas”, dice Bas. “Que te pare la gente por la calle y notes que la canción les ha llegado al corazón es una sensación se va a quedar para siempre. Como lo define un amigo nuestro, estamos viviendo un momento de surrealismo fashion”, comenta Dasousa. “Después de esto, ¡a Marc le gustaría ir a MasterChef!”, confiesa su esposa.

La historia personal de Nebulossa ha conectado con buena parte de la audiencia. Aunque se llevan tan solo ocho años de diferencia, Mery y Marc se conocieron cuando era ella la canguro de él. Años después, se reencontraron y se enamoraron. Están casados desde hace más de dos décadas y son padres de dos hijos. “Antes le cantaba nanas y ahora cantamos juntos en Eurovisión”, ha bromeado ella varias veces en las últimas semanas. Hasta el 2018 no se convirtieron también en pareja artística. Él es un veterano productor de la escena musical valenciana con Atomic Studio. Y ella es amante de la ópera que se apuntó por sorpresa al Benidorm Fest. Cuando él se enteró, decidió apoyar el sueño de su esposa hasta las últimas consecuencias, siempre colocado con su teclado en un segundo plano para que sea ella la que brille y recuerde a la audiencia global que las mujeres mayores de 50 no merecen quedar en el olvido.

A pesar de la ilusión del sueño cumplido, Mery está algo apagada, tras enterarse poco después de llegar a Suecia del fallecimiento de un familiar, una de sus tías, a la que no pudo despedir en España. Es algo que le ha hecho “no estar al cien por cien” durante los primeros días de ensayo. “Es una experiencia dura estar lejos de mi familia, pero estamos superándolo con el paso de los días”. comenta, a miles de kilómetros de Ondara (Alicante).

Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.