Desde ‘Sorpresa, sorpresa’ a ‘Sálvame’: 10 hitos en la historia reciente del entretenimiento en España
La serie documental ‘Prime Time’ de Movistar Plus+ recorre, en tres episodios, tres décadas de televisión a través de la evolución de los programas
Repasar la evolución del entretenimiento televisivo en España es una tarea casi titánica. La serie documental de tres episodios Prime Time, que estrena el 15 de septiembre Movistar Plus+ (con un capítulo cada semana), lo intenta echando un vistazo a los últimos 30 años de televisión con la evolución de los programas como hilo conductor. El espacio, con decenas de entrevistas a protagonistas delante y detrás de las cámaras y analistas del medio, toma como punto de partida la llegada de las cadenas privadas y, para limitar el radio de acción de una empresa casi inabarcable, se centra en tres campos: los formatos de gran espectáculo, la telerrealidad y el corazón. El recorrido va desde VIP Noche hasta Gran Hermano, desde Sorpresa, sorpresa hasta El hormiguero y desde Emilio Aragón hasta Jorge Javier Vázquez.
1 - La llegada de las privadas
El final del monopolio de la televisión pública trajo una nueva forma de hacer televisión y canales que tenían estilos muy diferentes. Mientras que Antena 3 apostó por trasladar el modelo de la radio a la pantalla, Telecinco miró a Italia para inspirarse y trajo con ella mucho movimiento y ritmo. La ambición de las cadenas crece gracias a la competencia y el mando a distancia cambia la forma en la que se ve la televisión. El documental destaca una figura clave en esta etapa, Emilio Aragón, representante de una nueva televisión y un nuevo estilo. VIP, VIP Noche y El gran juego de la oca abren el camino hacia un entretenimiento ambicioso y familiar.
2 - Grandes shows y grandes emociones
El Grand Prix o ¿Qué apostamos?, ambos presentados por Ramón García, siguieron ese camino de los grandes formatos que buscan reunir a toda la familia ante la pantalla. Otro de los hitos fue Sorpresa, sorpresa, el programa que Antena 3 estrenó en 1996. “Supuso no solo ese lugar de reunión para toda la familia, sino algo distinto que mezclaba muchas cosas, la cámara oculta, el gran plató, traer personalidades internacionales…”, destaca Jorge Ortiz de Landázuri, gerente de Entretenimiento de Movistar Plus+, preguntado por EL PAÍS. Y rememora, como ejemplo, el dúo de una fan de Whitney Houston con la cantante en el programa. “Mezcla la emoción de una persona anónima con grandes personajes, y traspasa la pantalla con la naturalidad y la emoción del momento”, describe.
3 - Trasnochar con los late nights
A mediados de los noventa, España se acostumbra a trasnochar con la televisión. Llegan los late night shows, con ejemplos como Esta noche cruzamos el Mississippi (1995), que combinó humor y morbo, y Crónicas marcianas (1997), descrito en el programa como un parque de bolas adulto en el que primaba la diversión. Ortiz de Landázuri destaca también la labor de Andreu Buenafuente en la adaptación a España de un formato muy rígido en Estados Unidos y su capacidad para hacerlo propio. “Es una franja que ha tenido sus idas y venidas y a veces ha estado relegada, pero es muy necesaria”, comenta.
4 - Tómbola, el giro del corazón
Tras años en los que a los personajes de la crónica rosa en la televisión se les había tratado con reverencia y respeto, los noventa también llegaron para cambiar eso. ¡Qué me dices! (1995-1998) comenzó a perseguir famosos y a tratar el mundo del corazón con humor. “Empezó a hacer corazón a diario y a perder el respeto a los personajes, se dio otro tono al corazón”, rememora para EL PAÍS Juan Andrés García Ropero, director de Entretenimiento de Movistar Plus+, uno de los directores de aquel formato. En el documental, los expertos coinciden en que Tómbola, que emitieron Canal Nou y otras autonómicas entre 1997 y 2004, fue un punto de inflexión en el tratamiento del corazón. Tras él, vendrían títulos como Salsa rosa, Dónde estás corazón y Aquí hay tomate, que bebieron de aquel Tómbola tan disruptor como polémico.
5 - Humor y política
Caiga quien caiga (estreno en 1996 y emitido en varias etapas), El informal (1998-2002) o El intermedio (desde 2006) son ejemplos de formatos que combinan la actualidad con el humor. En el documental se recuerda cómo el rumbo de Caiga quien caiga cambió cuando el rey Juan Carlos se puso las gafas que los reporteros regalaban a los personajes y que eran una excusa para acercarse a personalidades inaccesibles para ellos. El informal, con sus imitaciones y doblajes humorísticos, abrió paso a una franja, la previa a la gran apuesta de la noche en cada cadena, que reconfiguró la parrilla televisiva. En la docuserie se recuerda cómo el éxito de los resúmenes diarios del primer Operación Triunfo en La 2 fue, en buena parte, responsable del final del programa.
6 - La revolución de Gran Hermano
El segundo episodio del documental se centra en la revolución que supusieron los realities. El gran hito en este sentido fue el primer Gran Hermano, que arrancó el 23 de abril del año 2000. Al abrir la puerta de la casa de Guadalix se abrió una nueva puerta en la televisión. Ver cómo convivían un grupo de desconocidos encerrados en una casa podía enganchar al público. Además, cambió la forma de programar en su cadena, Telecinco. “El canal se supo alimentar y retroalimentar en sus programas para generar contenidos más allá de lo que era el canal 24 horas al principio o la noche en la que se emitía la gala”, subraya García Ropero. Después de él vinieron Confianza ciega, El bus, Pekín Exprés, Hotel Glam, La casa fuerte, La isla de las tentaciones… y, por supuesto, Operación Triunfo.
7 - OT, en busca del talento y la conexión
La combinación de telerrealidad y programa musical de búsqueda de talentos dio como resultado Operación Triunfo, todo un fenómeno de audiencias en su primera edición, estrenada en 2001, que caló entre el público al lograr dar con el factor emocional necesario para conectar al espectador con los triunfitos. “OT puso a los shows de entretenimiento musical en otro nivel en este país”, dice García Ropero. Ortiz de Landázuri también señala Operación Triunfo como un hito televisivo y destaca el momento en el que Rosa López paró una actuación para confesar: “Me he equivocado”. “Es la realidad y la naturalidad, la espontaneidad, representando la España del momento”, dice el gerente de Entretenimiento de Movistar Plus+. La búsqueda de talento ya es un género en sí mismo, con formatos tan variopintos como MasterChef, Got Talent, La Voz o Tu cara me suena, el programa español que más ha viajado por todo el mundo.
8 - Pasapalabra, el concurso convertido en cita fija
Muchos han sido los programas de preguntas y respuestas y de competición que han marcado época en la televisión, desde el icónico Un, dos, tres hasta el veterano Saber y ganar, La ruleta de la suerte en sus diferentes variantes o ¿Quién quiere ser millonario? Destacamos Pasapalabra, que llegó a las pantallas españolas en verano del año 2000, y que ha logrado consolidarse hasta convertirse en un pilar fundamental de la programación de aquel canal que lo emite, sea Telecinco o Antena 3.
9 - El hormiguero
“Es un híbrido entre un late show, un programa de variedades y ¿Qué apostamos?”. Así describe el periodista Juan Sanguino a El hormiguero (desde 2006), otro de los formatos españoles muy replicados internacionalmente. Como destaca en el documental la experta Elena Neira, es el programa que ha alterado la parrilla y los horarios que más se cotizan publicitariamente. Es el espacio diario más visto de la televisión, ya convertido en una cita fija contra la que otros canales intentan luchar pero todavía sin lograr derrotarlo. En el documental se apunta a que la presencia del productor Jorge Salvador detrás de él entronca con el sentido del espectáculo que dominaba Crónicas marcianas, del que también era uno de sus responsables.
10 - Sálvame
Un formato sui géneris que algunos han denominado neorreality, el programa que dio otra vuelta de tuerca a la forma de narrar la crónica social hasta convertir a sus colaboradores en protagonistas de su propio contenido. Sálvame (2009-2023) es el último hito del entretenimiento televisivo que los espectadores han visto apagarse. Y así lo glosa Juan Andrés García Ropero: “Destacaría Sálvame por todos los años que ha estado, las horas de televisión y lo que ha supuesto de evolución. Se puede estar más a favor o en contra, pero no podemos restarle valor a lo que ha significado para la tele”.
Claves para vislumbrar el futuro del entretenimiento
Además de mirar al pasado, el documental también plantea cuestiones sobre el futuro del entretenimiento. “Estamos en un momento en el que se intenta recuperar esos programas que revolucionaron el sector. Se ha recuperado las ganas por el gran formato y la necesidad de reunir a diferentes generaciones para generar evento y notoriedad”, dice Jorge Ortiz de Landázuri. Aunque asegura que es muy difícil saber hacia dónde camina el género, sí ve algunas pistas, como la necesidad que tiene la televisión del directo y los grandes eventos al mismo tiempo que necesita formatos más serielizados. “Es necesaria una apuesta ambiciosa por la creación televisiva, por gente que crea en sus propios planteamientos. Hay que poner al creador de televisión en el centro, y eso va a suceder”, dice. El camino hacia una televisión más familiar también lo visualiza Juan Andrés García Ropero, que destaca la explosión de la no ficción en cantidad y calidad. “Hay un viaje hacia la nostalgia, porque hay tanto contenido que necesitas marcas reconocibles, que el espectador pueda saber lo que va a ver, tocar la fibra nostálgica”, añade.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Sobre la firma
