Retrato robot del espectador que ha hecho del ‘Grand Prix’ la gran sorpresa de la temporada

Pasaron 18 años desde que el Grand Prix regresara a la pantalla de La 1, pero este verano lo hizo siendo el gran estreno del año. El formato familiar y lleno de nostalgia se ha adaptado a los nuevos tiempos eliminando a su célebre vaquilla y mostrándonos una versión actual de la España rural, pero la esencia sigue siendo la misma. Hombres y mujeres lo siguen casi por igual, pero destacan aquellos con edad de recordar con el programa sus años de infancia y los que pertenecen a la clase media alta. Son los que conforman el retrato robot del perfil del espectador que ha convertido al concurso en un sorprendente éxito de audiencias. Esta edición la ganó este lunes por la noche Alfacar (Granada) frente a Aguilar de Campoo (Palencia).

El nuevo Grand Prix surgió primero como una idea de la estrella de Twitch Ibai Llanos, quien ha formado en los últimos años una exitosa pareja televisiva en la emisión de las campanadas de la plataforma de vídeos en directo propiedad de Amazon. El salto al mundo virtual no pudo ser, principalmente por cuestiones de costes, pero TVE estuvo atenta a la tendencia y decidió revivirlo, con García de nuevo a los mandos. Llanos no pudo compaginar su presencia en el programa con el resto de sus proyectos, y la actriz Michelle Calvó y Cristinini, como narradora de las pruebas, acompañan al presentador en esta nueva etapa.

El promedio de audiencia que ha logrado el programa de Ramón García hasta ahora, sin contar la cifra de la final que se emitió este lunes 4 de septiembre, está muy por encima de la media de su cadena. La 1 obtuvo en agosto un 10,2% de cuota media, mientras que el concurso casi dobla esos datos: 19,9 % de share y 1,7 millones de espectadores, según la consultora Barlovento Comunicación a partir de los registros recopilados por la empresa de medición Kantar Media.

Fue toda una sorpresa que el espacio debutara el 24 de julio con una media de 2,5 millones de espectadores y un 26,1% de cuota de pantalla. A lo largo de sus seis entregas antes de la final, el concurso ha ido moderando de forma paulatina sus datos, aunque ha seguido manteniéndose fuerte. La segunda semifinal, emitida la semana pasada, logró 1,4 millones de media y un 15,9% de cuota. Siguen siendo datos muy positivos para cualquier cadena y más que suficientes para liderar su franja de los lunes por la noche. El Grand Prix aporta a La 1 el 28,4% de la audiencia del día en el que se emite.

Si analizamos el perfil de sus espectadores, la tendencia es ligeramente más femenina que masculina: el 20,4 % de las mujeres que están viendo la televisión durante su emisión lo siguen, frente al 19,4% de los hombres. Y, en cuestiones de edad, arrasa entre los más pequeños (los espectadores de entre 4 y 12 años, con una cuota del 38%) y en el de jóvenes adultos, aquellos en los que mejor ha apelado la nostalgia (aquellos entre 25 y 44 años, con un 35,5%). Ha logrado así su objetivo, retomar a sus antiguos seguidores y seducir a una nueva generación, aunque el descenso del consumo televisivo en estas dos décadas haga que sus datos queden lejos de los 3,9 millones de media que alcanzaba en su segunda temporada, emitida en 1996.

En cuanto al índice socioeconómico, son las clases altas las que más eligen ver el Grand Prix: un 20% o lo que es lo mismo uno de cada cinco espectadores con mayor poder adquisitivo. La clase media también muestra un interés mayoritario por el programa, con un 21,5% de cuota de pantalla.

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