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‘Fugitivos’, una mezcla de documental y ‘true cime’ para dar caza a los más buscados

El nuevo formato de Movistar Plus+ se pone al frente del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional para mostrar cómo trabaja este escuadrón

La policía entra en una morada ayudándose del ariete durante un capítulo de 'Fugitivos'.

Nadie sospechaba que Manolo, el frutero del pueblo, era en realidad un mafioso fugado de Italia y bajo orden de busca y captura. Durante más de 20 años, vivió bajo una identidad falsa que ocultaba su verdadero nombre: Gioacchino Gammino. Se le imputan dos asesinatos entre clanes mafiosos y asociación criminal con la Cosa Nostra. En Italia fue condenado a cadena perpetua, pero logró escapar de prisión y, desde entonces, se había refugiado en Galapagar (33.400 habitantes, Madrid). Hasta que el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional dio con él para devolverlo a prisión. Cada lunes, durante cinco semanas y desde este 25 de abril, esta unidad se colará en las pantallas de Movistar Plus+ para contar esta y otras muchas historias en Fugitivos, la nueva apuesta de la casa.

Este conjunto empezó a operar en el año 2004, cuando desde la Unión Europea entró en vigor la Orden Europea de Detención (OED). Una nueva normativa que hizo necesaria la creación de organismos específicos encargados de perseguir a los huidos de la justicia. Y desde entonces, aproximadamente cada año, el Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional detiene a unos 400 prófugos de la justicia, tanto delincuentes internacionales —que suponen el 75% de estas detenciones— como nacionales, pues el 25% de los criminales restantes tiene deudas pendientes con la justicia española. El inspector jefe al cargo de la sección, Fernando González, es una de las caras visibles del formato, que combina thriller, documental, factual y true crime.

El inspector jefe de la Unidad de Búsqueda de Fugitivos, Fernando González, durante la promoción del programa.
El inspector jefe de la Unidad de Búsqueda de Fugitivos, Fernando González, durante la promoción del programa.Josefina Blanco

En el año 2004 solo eran cinco personas, hasta consolidarse en la actualidad y pasar a ser un escuadrón con entidad propia. Admiten que muchos de ellos pueden llegar a obsesionarse con los delincuentes a los que intentan dar caza, desde ir buscando en las caras de las personas que se cruzan por la calle cuando no están de servicio, a soñar que esposan al criminal de turno. “Cuando se abren las fronteras con Europa, el sol, la playa y la calidad de vida hacen que tanto los buenos como los malos quieran venir a España. Los grandes cárteles colombianos pasan a instalarse plenamente en nuestro país. Y esa combinación de droga, crimen organizado, sol y turismo hacen de España un sitio ideal para poder hacer negocios y disfrutar”, explica González frente a las cámaras.

El abanico de las personas a las que tienen en su punto de mira es de lo más variado. Va desde asesinos, sicarios y violadores, a traficantes y líderes de organizaciones criminales. Y, desde que arrancó el rodaje, han estado presentes en prácticamente todas estas búsquedas las responsables del formato, Elena García y Susana Alonso, que lo han vivido junto al equipo como si fueran dos miembros más del cuerpo. Ellas son dos periodistas veteranas que llevan años intercalando distintos programas de televisión. En alguno de ellos, ambas habían coincidido con la policía, así que antes de la pandemia tuvieron la idea de crear este proyecto, para contar más en profundidad cómo es el modus operandi y enseñarlo en primera persona. Producido por La Caña Brothers, también encontraron desde el primer momento el beneplácito de González, jefe de la brigada.

Elena García y Susana Alonso, creadoras de 'Fugitivos', durante una sesión promocional.
Elena García y Susana Alonso, creadoras de 'Fugitivos', durante una sesión promocional.Josefina Blanco

“Siempre teníamos la sensación de que cuando íbamos a grabar con ellos era solo ‘¡Alto, Policía!’ y hasta ahí”, cuenta García, “Luego llegabas a comisaría y veías al malo sentado, y mientras nos leíamos el expediente del tipo teníamos la sensación siempre de que solo nos veíamos haciendo la detención, pero no sabíamos cómo de malo era. Ni cuánto tiempo les había costado conseguir dar con él”. Alonso destaca que la ficción también juega un papel importante en los capítulos porque “con ello lo que intentamos es remarcar un poco el perfil de ese malo”. Como en el caso de Gammino, cuya fuga de una prisión romana aprovechando el rodaje de una película está representada por actores en Fugitivos.

García y Alonso han contado las historias más atractivas de los fugitivos buscados por la policía en este momento. Para dar con algunos han tenido que sacrificar muchas horas de espera frente a la puerta de su casa, como en el caso de David M., condenado a 12 años por abusos sexuales a su sobrino menor de edad con discapacidad mental. En cuatro años no había salido a la calle, pero gracias a la paciencia del equipo y al ingenio que dicen necesitar para recabar pruebas, consiguieron dar con él y con otros muchos criminales. “La paciencia del cazador es la sabiduría del investigador”, dicta González en los primeros minutos del metraje, uno de los principales lemas de este escuadrón y que condensa a la perfección la manera de trabajar del grupo de búsqueda de fugitivos, para conseguir que, al final, ninguno pueda escapar.

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