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Una eléctrica de California pagará 80 millones de dólares en daños por un incendio forestal de 2017

La compañía Southern California Edison llega a un acuerdo judicial sin reconocer su culpa en el inicio de las llamas que destruyeron más de mil casas en dos condados

Las llamas del incendio Thomas consumen una torre de alta tensión en Montecito, California.
Las llamas del incendio Thomas consumen una torre de alta tensión en Montecito, California.GENE BLEVINS (REUTERS)
Luis Pablo Beauregard

Southern California Edison, la segunda eléctrica del Estado y una de las más grandes de Estados Unidos, ha llegado a un acuerdo para pagar 80 millones de dólares por su papel en uno de los incendios forestales más grandes de California. Es una de las mayores cifras logradas por el Departamento de Justicia en el Estado por daños causados por uno de estos sucesos. La empresa aceptó la tarde del viernes hacer el desembolso millonario sin admitir culpa o dolo en el accidente que originó el incendio Thomas, que consumió 110.000 hectáreas y destruyó más de mil casas en dos condados de la entidad a finales de 2017.

Una portavoz de la compañía ha calificado este lunes el acuerdo de “solución razonable”. SoCal Edison, como se le llama a la empresa, fue llevada a los tribunales en 2020 por el Departamento de Justicia. Los fiscales presentaron la demanda en nombre del Servicio Forestal de Estados Unidos. El objetivo era recuperar parte del dinero público invertido en combatir las llamas del gigantesco incendio. Este se originó en dos sitios la tarde del 4 de diciembre y empeoró en los días posteriores gracias a los vientos de Santa Ana, que soplaban del interior del Estado hacia la costa. El bosque nacional Los Padres, ubicado en el centro de California, fue una de las zonas más afectadas.

Investigadores federales aseguran que los fuertes vientos provocaron dos fallas en la red. La primera en un transformador en la ciudad de Ojai y la segunda en una torre de alta tensión sobre un cañón de la ciudad de Santa Paula, ambas localidades ubicadas al noroeste de Los Ángeles. Los dos accidentes provocaron chispas que prendieron inmediatamente las secas hierbas que habían dejado años de sequía. Los dos incendios se unieron y fueron conocidos como el Thomas, que forzó la evacuación de 80.000 personas y obligó a cientos de bomberos arduas jornadas de combate durante más de diez días.

En ese periodo, el Thomas destruyó grandes partes de los condados de Santa Bárbara y Ventura, dos célebres perlas turísticas cercanas a la costa californiana del Pacífico. Es el séptimo incendio más grande registrado en California. La situación generada por Thomas complicó un infernal cierre de 2017, un periodo donde llegó a haber cuatro fuegos en activo en una franja de 300 kilómetros de largo que corría desde San Diego, en la frontera con México, pasaba por los Ángeles y llegaba hasta Ventura, al norte.

SoCal Edison brinda servicio a 3,8 millones de hogares en el centro y sur de California. La empresa tiene 60 días para pagar la cantidad que ha acordado en los tribunales. “Seguiremos protegiendo a nuestras comunidades de los riesgos de incendios forestales, reforzando la red, con campañas de información y mejores prácticas operativas”, aseguró Gabriela Ornelas, vocera de la eléctrica.

No es la primera vez que Edison paga por la destrucción vinculada a incendios forestales iniciados por fallas en sus equipos. En enero de 2021, la empresa informó que calculaba pérdidas por 4.600 millones de dólares por daños y perjuicios relacionados con los fuegos Thomas y Woolsey, que cobró tres vidas y destruyó 1.600 casas y edificios en 2018.

Pacific Gas & Electric, que da servicio a la parte norte de California, acordó en 2022 pagar 117 millones de dólares en daños por incendios forestales registrados en 2017 y 2018. La compañía se declaró en bancarrota en enero de 2019 por más de un año para poder estructurar sus finanzas y ordenar el pago de 13.500 millones de dólares para compensar a unas 80.000 víctimas en un Estado donde el cambio climático hace cada vez más destructivas las llamas.



Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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