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Pilar Bonet dedica a los periodistas que cubren la guerra de Ucrania el premio Francisco Cerecedo de periodismo

La galardonada, que durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en Rusia, alaba el trabajo de los reporteros que están en el frente “jugándose la vida” y de los que informan desde Moscú, “que no caen en la adulación al régimen”

Pilar Bonet premio Francisco Cerecedo de periodismo
Los Reyes presiden la entrega del premio de periodismo Francisco Cerecedo a Pilar Bonet, corresponsal de EL PAÍS durante más de 30 años en Moscú, en el hotel Palace.Luis Sevillano (EL PAÍS)
Julio Núñez

La periodista Pilar Bonet ha dedicado este lunes el premio Francisco Cerecedo de periodismo a los reporteros que están cubriendo la guerra de Ucrania, tanto a los que están en el frente como a los que escriben desde Moscú “sin caer en la censura”. Bonet ha recibido el premio de manos de los Reyes de España en Madrid, tras desempeñar la mayor parte de su carrera como corresponsal de EL PAÍS en Moscú. “Estos periodistas son imprescindibles. Admiro profundamente a esos compañeros”, ha dicho la periodista con emoción. Bonet ha destacado las dificultades a las que están sometidos estos reporteros. “Quiero homenajear a los periodistas que están en el frente jugándose la vida y también a los que están en Rusia, que no se están jugando la vida, pero que se las arreglan para transmitir información real y que no caen en la adulación al régimen ni tampoco en la censura. Esos que se deslizan por ese canal estrecho, en la cuerda floja. Sin los cuales no somos nada”, ha explicado Bonet a EL PAÍS horas antes de la ceremonia. Su gran labor periodística durante los 34 años que vivió y trabajó en Rusia le ha valido el galardón que otorga anualmente la Asociación de Periodistas Europeos (APE).

El jurado ha valorado de Bonet “el rigor de sus informaciones, su capacidad de cubrir un territorio inmenso lleno de complejidades y su voluntad de comprender lo que les sucedía a sus habitantes cuando padecían distintos cataclismos”. “Su trabajo ha sido una gran ayuda para entender la guerra desencadenada por Vladímir Putin en Ucrania”, subraya el jurado, presidido en esta XXXIX edición por el periodista Fernando Ónega e integrado por otros 16 miembros del ámbito de los medios de comunicación.

La antigua corresponsal también ha evocado durante su discurso la responsabilidad de Europa de ayudar más a Ucrania para frenar la invasión rusa. Los riesgos nucleares de auxiliar al país ucranio, opina Bonet, seguirán existiendo tanto si occidente interviene ahora como si no. “Si no ayudamos y esto se va alargando como una agonía lenta, puede ser que tengamos que plantearnos esta situación [de intervenir] en un futuro y en condiciones peores, corriendo los mismos riesgos. Ahora tenemos la opción de ser responsables. Pero si no lo somos, seremos cómplices de todas las muertes que se habrán producido”, ha subrayado a EL PAÍS. El premio, ha añadido la periodista, es “un gran estímulo” y un gran reconocimiento que ha llegado en un momento “muy importante y difícil” de su vida. “He estado tantos años allí [en Rusia] que me cuesta separar mi vida privada de mi trabajo. Tengo amigos que de un día para otro se han convertido en enemigos, tengo amigos que se han convertido en cómplices, tengo amigos que han tenido que huir, tengo amigos en Kiev y amigos en Moscú”, ha contado.

El rey Felipe VI ha destacado el “rigor”, la “atención” y “la comprensión” como cualidades esenciales que han definido “el minucioso trabajo” de Bonet, a través de los cuales “ha construido una sólida trayectoria” con la que ha conseguido “aproximar a la sociedad española una realidad desconocida y lejana” como la rusa. “Resulta muy difícil poder resumir en una intervención como esta sus más de cuatro décadas, con infinidad de artículos y también con sus libros, consagrada a informar y a comunicar sobre este tema que en la actualidad centra buena parte de la atención informativa”, ha precisado el monarca.

“El periodista tiene que salir todos los días a la calle”

Actualmente, Bonet sigue publicando sus artículos en EL PAÍS. Los últimos han sido sobre el conflicto en Ucrania. De hecho, la premiada recuerda cómo este verano, desde España, se ha pasado días enteros pegada al teléfono haciendo y recibiendo llamadas de interlocutores que le hablaban desde distintas ciudades: Kiev, Crimea, Moscú, Ekaterimburgo... Largas conversaciones con la finalidad de conocer a fondo la realidad de lo que estaba pasando para escribir con precisión sus análisis. “La opinión no se hace del aire, se hace de los hechos. Yo cuando escribo un artículo de opinión he hecho 20.000 llamadas, he mirado 20.000 cosas”, ha relatado Bonet a este diario. Sobre estos artículos, el presidente de la Asociación de Periodistas Europeos, Diego Carcedo, ha señalado durante su intervención en la ceremonia: “Pilar cumple la idea de que los periodistas no nos jubilamos nunca, porque las noticias no acaban nunca. Por eso sigue escribiendo”.

Para la reportera, la relación directa entre el periodista y la realidad es esencial para realizar buenas informaciones. Bonet cuenta una metáfora sobre ello: “El periodista tienen que salir todos los días a la calle a llenar el cestito. Tú lo llenas de opinión, de información, de cultura, de todo lo que te dé la gana. A la que dejas de salir a la calle y de llenarlo, te conviertes en un conferencié

Nacida en Ibiza en 1952, Bonet se licenció en Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, Ciencias de la Información en la Autónoma de Barcelona y estudió inglés, alemán y ruso. Después de pasar por varios medios locales y nacionales (Baleares, Última Hora, El Periódico de Catalunya y Efe), entró en EL PAÍS en 1982 para dirigir la nueva corresponsalía del diario en la Unión Soviética. Desde su sede en Moscú, cubrió acontecimientos, dice el jurado, cruciales en la historia del tiempo presente: “el proyecto comunista, su estrepitosa crisis, el dramático desafío de enfrentarse a un nuevo modelo económico y la emergencia de un nuevo líder autócrata que dinamita toda democratización y pretende reinventar el antiguo imperio”. También destaca de Bonet su implicación activa a lo largo de toda su carrera en la defensa de la libertad de prensa, particularmente en la investigación sobre el asesinato de su compañera Anna Politkósvkaya en 2006.

El galardón Francisco Cerecedo, considerado como uno de los más prestigiosos entre la profesión, reconoce cada año aquellas trayectorias personales o trabajos profesionales que destacan por su talento u originalidad. Está patrocinado por el BBVA, tiene una dotación de 24.000 euros y una medalla diseñada por el escultor Julio López Hernández. Otros premiados en ediciones anteriores han sido la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, la exdirectora Soledad Gallego-Díaz, Anne Applebaum, Javier Cercas, Vicente Vallés, Francisco Umbral, Manuel Vicent, “El Roto”, Maruja Torres, Raúl del Pozo y Rafael Sánchez Ferlosio, entre otros.

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